Cuando Venezuela declaró su Independencia de España en 1810, en el territorio correspondiente a la Capitanía General de 1777, la superficie hoy día en reclamación estaba incluida en la zona en litigio y llegaba a la margen izquierda del río Esequibo.
En la guerra de la independencia patria, Inglaterra tomó posesión de las colonias de Demarara, Berbicie y Esequibo. Estas tres jurisdicciones formaron parte de lo que se llamó Guayana Británica, área situada al este del río Esequibo.
En 1840, por ausencia del límite occidental de esa circunscripción, el Reino Unido designó a Robert Shomburgh para realizar un mapa entre Guayana Británica, sus vecinos y Venezuela. En la actualidad se conoce esa decisión como la línea Shomburgh, la cual ubica el límite de Venezuela en la desembocadura del río Orinoco. En 1947, Venezuela reaccionó el despojo de esa zona situada al oeste del Esequibo.
En 1950, Inglaterra y Venezuela aprobaron que la zona en disputa no se ocuparía y la stablecieron como territorio en controversia. En 1897 con la mediación de Estados Unidos, el Reino Unido y Venezuela se comprometieron a respetar el resultado de un próximo arbitraje internacional integrado por Inglaterra, Rusia y Estados Unidos en representación de Venezuela.
En 1957 el gobierno británico se comprometió con Venezuela a resolver esa contrariedad a través de tribunales internacionales. Luego de fuertes reclamaciones, esa zona en discordia en 1899 fue asignada al imperio británico mediante un laudo arbitral. En 1962, Venezuela reclamó esa decisión contraria a sus intereses y presentó ante las Naciones Unidas una demanda, al sostener que el mismo fue hecho de manera fraudulenta, al sostener que existió complicidad entre la delegación inglesa y el juez ruso, que había decidido el fallo.
El cual se denominó El Acuerdo de Ginebra –Suiza-, firmado el 17 de febrero de 1966. El mismo contemplaba una extensión territorial controlada por Guyana y su soberanía era reclamada por Venezuela. Dicho tratado fue de carácter provisional y determinó un lapso de 4 años para una solución viable. El acuerdo de Ginebra fue publicado en la Gaceta Oficial de Venezuela N° 28.008 del 15 de abril de 1966 y luego registrado por el mismo país el 5 de mayo de 1966 en la secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas bajo el N° 1-8192.
En 1966 la nación expoliadora obtuvo la independencia y a partir de entonces ese problema de usurpación del territorio venezolano se agudizó. A tal efecto se llegó a firmar El Acuerdo de Ginebra. En el período entre 1982 y 1999 las partes involucradas en dicho problema realizaron acciones para solucionar ese inconveniente a través de buenos oficios de las Naciones Unidas, consistente en una ordenación pacífica de controversias. Dicho propósito hasta el momento no ha obtenido resultados satisfactorios para las partes. Con la firma del Acuerdo de Ginebra, el Reino de la Gran Bretaña, potencia colonial ocupante, acepta la polémica que Venezuela venía planteando en el siglo XX.
En el 2015 el conflicto territorial se ha acrecentado al anunciar la empresa petrolera norteamericana Exxon Mobil la aparición de un grandioso yacimiento petrolero en el Océano Atlántico, casualmente en la zona donde afirma con vigor el histórico diferendo territorial.
Dichas exploraciones se han realizado con el aval de la administración de Georgetown, lo que conllevó protesta de Venezuela. A partir de ese revuelo diplomático, las partes involucradas en dicho conflicto decidieron solicitar los buenos oficios de las Naciones Unidas. Sin embargo, nuevamente, no se obtuvo un resultado definitivo. Esto ha dado lugar que el gigante petrolero continúe con su explotación petrolera, considerada por Venezuela de ilegal. Para colmo nuestro, la empresa gringa ha conseguido otros yacimientos y numerosos minerales preciosos.
Como consecuencia de la importancia vital del petróleo para Guyana, sus autoridades introdujeron ante la corte de La Haya una petición para hallar una solución al conflicto territorial. A propósito de esto, el gobierno venezolano respondió en un comunicado para no reconocer ni aceptar la vía judicial para solucionar la discrepancia, ya que esta petición y posterior solución atenta contra El Acuerdo de Ginebra de 1966. En tal sentido, propuso: “Recurrir al Acuerdo Judicial para dirimir la controversia, resulta inaceptable, estéril e inaplicable, dado que la república de Venezuela no reconoce como obligatorio la Jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia”.
El Libertador Simón Bolívar, en mensaje enviado a los ingleses expresó: “Los colonos de Demerara y Berbice tienen usurpada una gran porción de tierra que según aquellos nos pertenece del lado oeste del Río Esequibo”. Para buscar y hallar una solución aceptable, Venezuela ha propuesto a Guyana volver a reiniciar los contactos diplomáticos con la convicción de obtener un resultado práctico y satisfactorio de la discusión sostenida. En respuesta, el gobierno guyanés considera el reclamo incoherente, al estimar que en la región en disputa nunca se ha hablado español y a la vez afirma que dicha superficie no formó parte de la Capitanía General de Venezuela en el período colonial. En oposición a esa afirmación, nuestro país asegura que el límite de su territorio lo demarcaba el río Esequibo. De ahí que el gobierno venezolano sostiene que el Esequibo nos pertenece por lazos y derechos históricos.
Al transcurrir tanto tiempo de ese reclamo del Esequibo, prácticamente nos hace olvidar esa sugestión. Asimismo, la opinión nacional sostiene que los respectivos gobiernos no han hecho diligencias cónsonas con la importancia del problema en discordia. Por tanto, no se vislumbra una solución satisfactoria al respecto. Por último, la elección del diferendo efectuado recientemente por el Gobierno nacional enojó a Guyana y expresó su disgusto por esa intención de la administración nacional de buscar en la opinión patria un apoyo a la reclamación nuestra. Expresamos que “amanecerá y veremos”. Rememoremos El Acuerdo de Ginebra.