Es difícil no creer que hay divisiones importantes en el seno del oficialismo, pugnando por ver quién tiene más poder real, y como esa pugna, afecta la dirección que toma el gobierno en su ejecución diaria, lo cual, impacta al conjunto de la sociedad de manera negativa, y nos crea una imagen lamentable en el mundo exterior, a la par de la asfixia que produce en el ciudadano común, que solo desea poder resolver su situación familiar y personal.
Son diversos los escenarios adoptados por el gobierno, todos abusivos y violadores de la constitucionalidad, y leyes en general. Pero claro está que lo hacen porque pueden; son dueños del poder total, regalado por políticas equivocadas de sus adversarios con la abstención recurrente.
También queda claro, y salta a la vista el hecho de que son desde siempre, políticos sin escrúpulos, ni respeto por el derecho de los adversarios, a quienes consideran enemigos; típico de quienes estimulan el pensamiento único, y la barbarie.
El atropello de que ha sido víctima la defensora de DDHH, Rocío San Miguel, así como sus familiares inmediatos, resulta inaceptable desde el punto de vista procesal. Igualmente lamentable y exagerado ha sido la expulsión de los miembros de la oficina del alto comisionado de las Naciones Unidas, argumentando supuestas agresiones no verificadas, y que solo buscan acallar la actuación contraria a derecho por parte del gobierno de Maduro.
La liberación de los colectivos delincuentes en el Municipio Sucre, por órdenes superiores, y la devolución de las armas, como si se tratara de un organismo regular del Estado, revela la descomposición a que han llegado en su afán por perpetuarse en el poder a cualquier precio.
Pena ajena produce ver al Fiscal General de la República, tratando de dar ¨forma jurídica¨ a semejantes atropellos, justificándolos con la monserga de que ¨el brazo largo de la justicia siempre alcanza a los malos¨! Qué extraño resulta que el Fiscal haya quedado ¨mocho del brazo largo de la justicia¨ para alcanzar a su compañero Tarek El Aisami, quien presuntamente sustrajo 23 mil millones de dólares de PDVSA, y nadie conoce su paradero aparentemente.
El brazo biónico de la justicia del Fiscal General, no alcanza para la captura y enjuiciamiento de los autores materiales e intelectuales del asesinato del Capitán Acosta Arévalo; ni del Concejal Albán, por solo mencionar algunos. Mucho menos para perseguir al ejército de corruptos que se han hecho millonarios a la sombra del poder, con la misma velocidad con la que arruinan la vida de los trabajadores; los servicios públicos, y el buen nombre del país.
Este conjunto de acciones advierte claramente el camino que ha adoptado el oficialismo en este año electoral. Está claro que van a recurrir a todo el aparataje del Estado a su servicio para mantenerse en el poder, aun sin apoyo popular.
Frente a ello no puede haber dudas otra vez. Debemos insistir en la ruta electoral como único camino posible, y en la necesidad de alcanzar un acuerdo de gobernabilidad de todos los factores de oposición, y un candidato de unidad con suficiente jerarquía; experiencia; preparación; capaz de garantizar el equilibrio y la paz; para ganar; cobrar, y gobernar para todos, incluyendo al oficialismo sin revanchas, ni persecuciones contra nadie.
Ya lo hemos dicho antes; la política a los asuntos del Estado, y la justicia a las tareas que le son propias. Ya habrá tiempo para la constitución de un poder judicial autónomo e independiente, de manera consensuada con todas las fuerzas representadas en el parlamento que habrá de elegirse en 2025.
Se trata de alcanzar el poder por vía electoral; no hay otra vía posible, ni deseable, para gobernar la transición democrática que restituya la institucionalidad, y aproveche las ventajas comparativas y competitivas del país para crear las condiciones para el crecimiento económico y el desarrollo, tantas veces postergado.
@romanibarra