Ezequiel Querales Viloria: El país que queremos…

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Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo usurpador, que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente.

Sabia y lapidaria reflexión histórica, emanada del siempre vigente ideario bolivariano, indecorosamente mancillado, y  alevosamente distorsionado, por una “turbulenta furia bolivariana”, para perseguir, torturar, aterrar, y encarcelar, a quienes adversan, a la roja tiranía, enlodando su mensaje.

El País Que Queremos, no resiste un año más, de truhanes y alacranes politiqueros, en el poder. Que se siga arrebatando, impunemente, las ejemplares lecciones, de Moral y Luces, impartidas, por el auténtico e impoluto, Ideario Bolivariano, dejado por el padre Libertador.

El País Que Queremos, no soporta un apagón más. Ni el miserable salario, que devengan empleados públicos, jubilados, pensionados, y clase trabajadora.

Cada vez, son más peligrosas y humillantes, las colas para surtir  gasolina, como insufrible se ha vuelto, la crisis del transporte público en toda Venezuela, irónicamente, en un país, con las mayores reservas petroleras del mundo.

El País Que Queremos,  se rehúsa, a promover la “floreciente industria del narcotráfico”, que de facto, busca imponer, el clan cívico militar, desde el poder.

El venezolano de a pie, no termina de definir, si tildar de mezquino, chantajista, o simple injusticia social, el cuestionado reparto del hambre, que se realiza a través de los Clap, camuflado dominio, copiado de las despreciables tarjetas de racionamiento castristas.

Es obvio, que Venezuela toda, se sacudió, los “deberes y enseñanzas esclavistas y babalaos”, traídas desde la Sierra Maestra y el “mar de felicidad”, para hacer más soportable a los venezolanos, las duras penurias vividas y sufridas, por su pares cubanos.

El País Que Queremos, se niega a ser parte del infame invento del “Hombre Nuevo”, castro comunista, que transforma a los seres humanos, en mansos rebaños de  “sumisos funcionales”, para manejarlos y explotarlos, a su antojo.

Como mancha de agravio vergonzante, contra nuestro indefenso gentilicio en tierras extrañas, tremolan en los cielos de América, las alarmante voces que denuncian en cada país por donde pasa, las terribles fechorías del bodrio penitenciario, “Hecho en Socialismo”, salido de las catacumbas carcelarias de Aragua, ampliamente conocido, como el Tren de Aragua. Inaceptable afrenta, que deben soportar  afuera, los migrantes venezolanos de bien, que van en busca, de un nuevo porvenir y mejor calidad de vida.

El balance de país en ascuas, haciendo aguas por todos lados, no puede ser más desolador, para que el pueblo soberano, se sacuda de una vez por todas, la oprobiosa tiranía socialista: 25 años de dictadura en retroceso, miles de venezolanos perseguidos, torturados, encarcelados, o asesinados. Ocho millones de compatriotas desterrados, abandonados a su suerte. Y como guinda, la infeliz Cubazuela.

Aunque resulte cansón, de cuando en cuando, es pertinente volver la mirada, al desastre de los servicios públicos, la debacle de PDVSA y empresas del Estado, la fragmentación institucional y criminalización de la FAN, el deterioro de la salud, la educación, y la voraz e impune corrupción, que consume al país, hasta en la “médula”, para que no sea sepultada en el olvido, como quisiera el régimen.

No en vano, ha germinado en toda Venezuela, el más profundo e impetuoso sentimiento de cambio, robustecido, a partir las ejemplares lecciones de civismo y democracia, de más de 2 millones y medio de venezolanos, en las tan boicoteadas primarias del 22 de octubre 2023, tanto por el régimen, como por la falsa oposición.  Que afortunadamente, resultó ser, un evento trascendental, que se ha querido ignorar, y desaparecer del imaginario nacional, a toda costa.

Aunque con los ojos cansados de tanto mirar, la luz al final del túnel, y ver en vano, que nada cambia, El País Que Queremos, ha puesto ahora la brújula, a marcar el rumbo cierto de Hasta el Final, en mancomunado esfuerzo, que sin duda, abrirá todas las puertas de la esperanza, y de la vida.

ezzequevi34@gmail.com

 

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