Mata el alacrán abuelita
Mátalo con una escopeta
Y si no revienta el cartucho
Mátalo con una chancleta
(El Alacrán,cran,cran)
Una mañana, tras un sueño intranquilo, Gregorio Pérez se despertó convertido en un monstruoso bicho. Estaba echado de espaldas sobre un duro caparazón, y, al alzar la cabeza, vio su vientre convexo y oscuro, surcado por curvadas callosidades, y al final de su cuerpo vio una cola estrecha y segmentada formando una curva hacia delante y rematada por un aguijón que parecía moverse con vida propia.
¿Qué me ha ocurrido? Se preguntó azorado, mientras numerosas patas adheridas a sus costados se agitaban sin concierto y sin permiso. No, no estaba soñando, era su habitación-estudio, allí estaban su MacBook Pro y su Apple Iphone 15 Pro Max, titilando insomnes toda la noche, y la pantalla de su Samsung Smart TV 98” emitiendo noticias 7/7.
Y de la pared colgaba un afiche – modernamente encuadrado- de una mujer con la testa bordeada por una aureola, las manos unidas sobre una banda tricolor en el pecho, y una sonrisa misericorde que abarcaba el mundo. ¡Sí! Era ella, se dijo Gregorio Pérez desde la incómoda posición en la que había amanecido. ¡Estoy guarnecido!
Repasó sus últimas actividades, sus campañas en contra de los artrópodos arácnidos depredadores, los elogios que recibió por ellas en la Pequeña Venecia, lo implacable que fue en sus comentarios, no le había temblado ni el pulso ni la voz para denunciarlos: ¡Alacranes contad con la muerte, aun siendo indiferentes! Y ahora esto, esta envoltura de… y apagó el pensamiento, lo canceló, como había cancelado a tantos otros combatientes. Mejor hacer memoria… se dijo.
Y le vino una epifanía, un escalofrío le recorrió el exoesqueleto, recordó su declaración más reciente: Estamos seguros que la líder máxima, electa por casi cuatro millones de votantes en las primarias, secundarias y terciarias, en su magnificencia, sabrá dar un paso al lado, sacrificar ella misma su opción electoral, para escoger personalmente a quien sea su sucesor/a para ganar las venideras elecciones y establecer un brevísimo gobierno de transición, cuya primera medida será realizar elecciones para que ella las gane libremente como se merece y el pueblo ha decidido.
La pantalla de su Samsung Smart TV 98” se iluminó, y apareció algo similar a un expolítico, con cara angustiada y respiración alterada, declarando a los medios: Desde la Pequeña Venecia nos reportan la expansión de una plaga de alacranes de todo tipo, les queremos decir que los tenemos pillados, que no se hagan los tontos. Tenemos identificadas más de dos mil quinientas especies divididas en veintidós familias políticas existentes. Ya lo saben, el que vea o haya visto Succession es un traidooooor.
Solo entonces, Gregorio Pérez, militante ejemplar, comprendió su destino de alacrán por naturaleza. Como pudo saltó de la cama, patinó con sus nuevas extremidades sobre las losas del cuarto, intentó esconderse a campo abierto, cuando la sombra de un chancletazo lo aplastó para siempre. Traidor, creyó escuchar, en el más allá de los arácnidos…
@jeanmaninat