La experiencia actualmente comprobada en el crecimiento de algunas economías del sudeste asiático, muestran a la actividad naval como un sector estratégico en el proceso de desarrollo. Es por ello que sus gobiernos han adoptados reglas claras y las medidas de apoyo necesarias para el crecimiento de dicha industria. Por lo tanto, se debe analizar el rol del Estado en nuestras regiones, con problemas recurrentes y hasta endémicos de pobreza y desempleo, en el impulso definitivo de este polo de desarrollo.
Evaluar las experiencias y las estrategias de los países líderes en ese sector es necesaria, de allí que la literatura califica de estados desarrollados, a aquellos en los que existe una visión clara sobre la diversificación económica de la nación. Los países con un sector naval próspero adoptan políticas específicas de crecimiento sectorial, dentro su estrategia general de desarrollo.
El mecanismo comprobado para alcanzar dicho objetivo es el de un estado promotor y regulador dentro de un mercado dinámico de libre iniciativa, que asuma riesgos y que por tanto obtenga los beneficios que de ello se derivan. En ocasiones, el estado debe participar directamente en tanto se produzcan fallas del mercado, déficits de recursos financieros, y de condiciones coyunturales en la economía mundial.
En los países de crecimiento exitoso, la acción estatal es un elemento central de dicho éxito, al adoptar estrategias definidas en la estructura productiva del país. La política de un estado promotor debe fijar con claridad y orientar en conjunto con los actores de la economía y del trabajo, los cambios en las metas y los objetivos así definidos.
Las altas tasas de desempleo y precariedad social en la región, deben motivar a la acción de un Estado proactivo en impulsar la producción, la diversificación y el financiamiento en áreas que son necesarias para el crecimiento del empleo productivo. Así como el sistema económico evoluciona en el tiempo, las políticas públicas también deben ir modificándose para dar respuesta a las oportunidades del entorno.
Es necesario señalar, además, que el exceso burocrático y de control del estado, reduce las funciones del emprendimiento privado en la economía, por lo que este evoluciona hacia un sistema centralizado de la producción, cuyos resultados son ya conocidos.
Se espera entonces, que las políticas públicas se adapten a las condiciones, sin modificar los objetivos, a través de la redefinición de las necesidades reales, de allí la importancia estratégica del sector naval, que puede avanzar en paralelo con la inversión en los recursos tradicionales de carácter energético.
Finalmente, un enfoque actual en línea con la visión del sector naval, es la del Desarrollo Endógeno, que reconoce la existencia de defectos en la relación entre los actores que componen el sistema productivo, y en consecuencia, acepta ciertas formas de participación del Estado en la dinámica del desarrollo. Las mismas deben estar orientadas a apoyar el crecimiento de las actividades auxiliares y conexas, coadyuvando al crecimiento de tecnologías propias y del empleo de personal de alto valor agregado.
Consultor de Seguridad Naval. (IPIN)