Dígala Agamenón o su porquero, Agamenón. -Conforme. El porquero: -No me convence. Juan de Mairena de Antonio Machado.
El título llama la atención sobre la necesidad de decir verdades cuando el escenario electoral está marcado todo por medias mentiras. Hoy la única y dramática certitud es que la oposición en cabeza de María Machado tiene un único canidadato: Manuel Rosales. Que por cierto, paradójicamente, es adeco y no milita en su partido.
Uno se asombra de este desconcertante carnaval de disfrazados y muchas engañifas, más el colmo de proclamar candidata a una doctora en Filosofía, menos mal rápidamente le cortaron la cola a su papagayo y “se fue a la isla” como decían en La Pastora.
Para colmo de extravíos llegan cinco minutos antes de medianoche del cierre del plazo de inscripción de candidatos, habiendo tenido treinta días de plazo para terminar rindiéndose ante la terquedad de la jefa, que no permitía sino que los representara alguien que ella tuviera como su títere.
Es verdad: los partidos de oposición presentaron 12 candidatos, mientras ella no aceptó ninguna fórmula, donde no fuera ella la futura y única mandante. Dramático será que estos grupos, en vista de sus diferencias intestinas, terminen el 28 de julio votando por sus partidos.
Otra verdad es que el CNE le entrega a la persona escogida de cada partido una clave de internet, intransferible, para que inscriba una sola vez al candidato que el grupo defina.
Al momento hay otras verdades, por ejemplo: Biden ha declarado varias veces que ni María Machado ni el bloque opositor, por estar en franca desbandada, cuentan con sus fuerzas para derrotar al gobierno. Biden revela una verdad al descubrir trucos y lloronas de VV que solo llevan a dividir a la oposición y frenar sus negociaciones, y termina viéndose como un caballo de Troya dándose mañas que solo apoyan al gobierno.
Otra verdad, resulta sospechoso y para agravar este escenario, vemos cómo Rosales le coloca subrepticiamente a María Corina, como asesor político, a Omar Barboza, un exmilitante adeco de la IV. Todas estas verdades demuestran de manera clara que el G4 hizo implosionar a la oposición en muchos grupos, llamándolos alacranes, etc. Y la verdad final, la excandidata hace lo que Chávez no pudo. Él, solo tuvo una oposición, mientras que la inhabilitada logra invertir el dinero de la CIA para crear muchas oposiciones contra Maduro, con lo cual la fracciona y le facilita el trabajo al gobierno.