En el primer trimestre de 2024, el precio del dólar en Venezuela apenas avanzó 1 %, por lo que la hiperinflación quedó atrás. Entre los factores que están permitiendo que los precios comiencen a estabilizarse se encuentran varios. Desde la reforma del uso de divisas en el sistema de pagos, la flexibilización de los precios de bienes y servicios, la caída de monetización de pérdidas de Pdvsa por gasolina subsidiada, hasta la flexibilización de sanciones financieras y petroleras de Estados Unidos.
El dólar abrió en enero de este año en Bs 35,84, según los datos del Banco Central de Venezuela (BCV) y cotizó en Bs 36,19, a finales de marzo. Desde 2014 no se había visto una estabilidad como la vista en este trimestre que terminó.
Este proceso de estabilización de la economía venezolana se produce en medio de un amargo debate político nacional. El mismo todavía tiene peso contra un crecimiento económico más dinámico.
No se apoyan las sanciones
Como se informó en entregas anteriores, lo crucial está en la situación petrolera mundial y los conflictos geopolíticos. Washington pudo detener la caída de las Reservas Petroleras Estratégicas (SPR) y ahora comienza a acumular crudo de nuevo. Para la Casa Blanca es una necesidad estabilizar Venezuela, para que aumente el flujo petrolero de manera segura y constante. Esto implica que las divisas de operaciones petroleras, que se desarrollan desde la flexibilización de las sanciones, alimentan al mercado local, lo que está ayudando a estabilizar al bolívar y con este la inflación.
Desde octubre de 2023, cuando Washington otorgó las licencias, el dólar apenas avanzó 3,80 %. Esto sugiere que las sanciones petroleras y financieras contra Venezuela, desestabilizan la economía venezolana, reconocido por congresistas norteamericanos. En ello, ahora entra el aspecto político y es que más de la mitad de la población venezolana no apoya que se apliquen sanciones nuevamente, como lo expresan desde algunas facciones políticas, como parte de la presión que se dice ejercer contra Miraflores.
Estabilizar a Venezuela
En el caso venezolano, el problema del flujo petrolero, conlleva el problema político. No es solamente resolver la situación económica, que a la vista está que, en apenas tres meses, sin los efectos de las sanciones, los signos de estabilidad son claros. Es obvio que en esto ayuda Washington, como parte de sus acuerdos con Caracas.
El problema político se fundamenta en quién será el próximo presidente.
Para que exista una relación petrolera más arraigada entre Venezuela y Estados Unidos, se debe resolver la situación política. Ello conlleva que debe haber nuevas elecciones para poder dar por legal, en el mundo, al próximo gobierno. Actualmente, después del “interinato” planteado por opositores en 2019 y apoyado por 50 países, el actual gobierno es señalado de “ilegítimo”. Entonces, para liberar al país de sanciones, debe hacerse nuevas elecciones y crear otras condiciones.
Pero las circunstancias políticas son más complejas que las económicas, por lo menos en el marco de las narrativas actuales.
Sobrevivencia
Las posiciones de los principales contendores se están extrapolando y el camino hacia una transición negociada o acordada entre las principales facciones opositoras y el gobierno, luce bloqueado. Aquel discurso del “todo o nada”, terminará revirtiéndose a quien no podarse con todo.
Maduro prefiere que las sanciones vuelvan, antes de perder el poder, frente a la dirigente María Corina Machado, cercana a los republicanos. Se trata de un asunto de sobrevivencia, a pesar de la baja popularidad del mandatario. Todavía están frescas las imágenes del 11 y 12 de abril de 2002, cuando voceros del chavismo eran detenidos por turbas y golpeados frente a medios de comunicación, en una persecución desatada cuando perdieron el control del poder por unas 72 horas. Incluso si la estabilidad reciente se pierde, en Miraflores se mueven por si acaso las sanciones vuelven.
Por el lado de María Corina Machado, la situación también tiene que ver con sobrevivencia política. Después de años de enfrentamientos dentro de la MUD, Machado logra liderar a ese sector de oposición. Quien llegue a derrotar al chavismo-madurismo y reciba el poder, se llevará los laureles de una narrativa de “rescate de la democracia” y “recuperación de la libertad”. Sobre la base de esta premisa, no es fácil, para Machado, tener que ceder el testigo a otro candidato, debido a que no puede postularse por la inhabilitación. Si lo hace otro nombre, entonces ese será quien reciba los honores. Así que Machado podría preferir seguir siendo la líder de la minoría opositora más grande, antes de que se corone a otro distinto.
Sin embargo, volver a llamar a la abstención y pedir que se apliquen sanciones nuevamente, puede ser contraproducente para quienes lo hagan. La enorme mayoría se está expresando que quiere salir a votar masivamente, en vista de que los llamados a boicoteo electoral, en todos los años que se hicieron, resultaron en un rotundo fracaso. Pero el venezolano está viendo también la estabilidad económica, aunque frágil aún, que surgió tras la distensión de las sanciones, así que la mayoría no aprueba estas medidas de nuevo. En este último sentido, a los problemas de división en la oposición, se suman nuevos problemas y esta vez es el de discursos políticos basados en el boicot electoral y las sanciones extranjeras.
Entonces, Maduro quiere sobrevivir de perder el poder. Machado quiere sobrevivir en su liderazgo. El pueblo venezolano quiere sobrevivir en su situación económica.
@alexvallenilla