Los medios relacionan esta caída con el escándalo de los Rolex. Más del 90% de peruanos dice no creer la versión de que los relojes de alta gama eran un préstamo.
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, llegó en abril a su nivel más bajo de popularidad y solo el 7 % de los peruanos aprueban su gestión, frente al 88 % que no la aprueba, reveló una encuesta publicada domingo por el diario El Comercio el domingo (14.04.2024).
El sondeo realizado por Datum Internacional señaló que el dato cosechado por Boluarte solo se compara con otro mandatario en las últimas dos décadas, Alejandro Toledo, quien según la misma encuestadora también alcanzó esta cifra de impopularidad en junio del 2004.
El aumento de la desaprobación de Boluarte pasó del 85 % en marzo al 88 % en abril, mientras que la cifra de este mes en 2023 era del 74 %, cuando tenía un 19 % de respaldo.
Por grupos etarios, la población de 45 a 54 años rechaza más a la mandataria con un 90 % de desaprobación, de 25 a 34 años la cifra llega al 89 %, de 55 a 77 al 88 % y el 86 % es alcanzado por los jóvenes de 18 a 24 años y ciudadanos de 35 a 44.
El sondeo afirma que esta caída de popularidad coincide con la revelación del escándalo de los Rolex, unos relojes de lujo que la mandataria lució en apariciones públicas y no ha declarado, y por los que el Ministerio Público le abrió una investigación preliminar y allanó su domicilio y Palacio de Gobierno.
No creen versión oficial sobre Rolex
Sobre este caso, el 92 % de los encuestados afirma que no cree la versión del origen de estos objetos que Boluarte dio el 5 de abril, cuando dijo que su amigo Wilfredo Oscorima, gobernador del departamento de Ayacucho, se los había prestado.
En cuanto al presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, que juró el cargo a principios de marzo, cuenta con un 70 % de desaprobación, y el ministro de Economía, José Arista, con un 65 %.
Por último, el Congreso tiene un 9 % de aprobación y un 86 % de rechazo, frente al 82 % que tenía hace justo un año.
La encuesta fue realizada a 1.209 peruanos de todo el país del 5 al 8 de abril de manera presencial y tiene un margen de error +/- 2.8 %.
DW
Marco Sifuentes, el periodista peruano que destapó el escándalo de los Rolex: “Nadie cree a Boluarte”
Marco Sifuentes (Lima, 44 años), periodista peruano, lanzó un podcast en 2020 para analizar a los candidatos a las elecciones presidenciales que ganó Pedro Castillo. Lo hacía él solo en su casa, grabándose con un celular, y lo llamó La Encerrona. Era un proyecto breve, como la vida de una mariposa. Pero funcionó muy bien, el programa se volvió influyente y a partir de ahí Sifuentes comenzó a diseccionar a diario la actualidad de su país natal. Lo hace desde Madrid, donde vive, y eso no ha sido un impedimento para poner contra las cuerdas a la presidenta de Perú, Dina Boluarte, al revelar que usa Rolex y otros relojes de lujo cuya procedencia no ha podido acreditar. El reportero Ernesto Cabral cotejó miles de imágenes y pasó semanas investigando. Sifuentes ha convertido La Encerrona en una empresa y ahora mismo tiene contratadas a tres personas, y ha demostrado, de paso, que un podcast también puede ser un vehículo para investigar y hacer periodismo de alto vuelo.
Pregunta. ¿Por qué dice usted que la versión de la presidenta Boluarte de que su colección de relojes son prestados y sus joyas son prácticamente baratijas es inverosímil?
Respuesta. Por varias razones, pero quizá la principal es porque las fechas la convierten en una versión ridícula. Ya está demostrado que el Rolex, el que denominamos reloj N° 9, fue comprado el día de su cumpleaños, el 31 de mayo de 2023 y su primera aparición documentada por nosotros fue el 5 de junio. Publicamos el destape el jueves 14 de marzo, y su última aparición fue el lunes 11 y, de hecho, el martes le enviamos a Palacio algunas preguntas, con lo cual es un préstamo que ocurre apenas se compra el bien y termina un día antes de que la prensa empiece a hacer preguntas sobre ese bien. No tiene ningún sentido como préstamo.
P. Usted ha investigado las fechas, pero también se ha fijado en las propias palabras de la presidenta.
R. Hay varios cambios de discurso. Efectivamente, en algún momento dijo que era de antaño y fruto de su trabajo, luego sus voceros salieron a decir que quizás el Rolex era una imitación, una copia. Luego otro vocero suyo dijo que quizás era el regalo de un “fan enamorado”. Esas fueron sus palabras. El propio Wilfredo Oscorima, el gobernador regional de Ayacucho, que ahora se sabe es el que le dio esos Rolex negó tener algo que ver. Ha habido demasiadas versiones. La presidenta ha dado tres mensajes a la nación sobre este asunto, y nadie le cree.
P. ¿Quién es Wilfredo Oscorima y qué se puede entender por esta ‘relación especial’ con la presidenta?
R. Wilfredo Oscorima es alguien que por tercera vez es gobernador regional de Ayacucho. En la segunda ocasión su mandato se interrumpió por una orden de detención en su contra. Él estuvo prófugo algunos meses. Según la policía, cuando lo detuvieron él les ofreció 100.000 soles (27.000 dólares) para evitar ser capturado. Al final ocurrió y pasó un tiempo en prisión. Antes de eso, en su primera postulación hubo una denuncia sobre la que él ha sido bien ambiguo: él le regaló unos Rolex al presidente del Jurado Electoral de su región. Es una persona con mucho dinero al que se le ha investigado por lavado de activos y vinculaciones con el narcotráfico. Él, por supuesto, asegura que todo proviene de sus negocios legales que son casas de apuestas, casinos, que están agrupados bajo el nombre legal Oscorp. Esto es divertido, es el mismo nombre legal de las corporaciones del Duende Verde, el super villano de Spiderman.
P. En la última conferencia de Boluarte no quedó claro si Oscorima solo le prestó un Rolex o los 17 relojes. Y lo otro: ¿quién compra un reloj de alta gama para prestarlo durante más de un año?
R. Lo único claro es que no ha quedado nada claro en toda esta situación. La presidenta ha mostrado una caja de joyas, supuestamente baratas, que dice tener desde hace ocho años, pero ya se ha demostrado que esa marca de joyas baratas en esa época no incluía esa caja. Hildebrandt en sus Trece, una publicación local de investigación, aseguró la semana pasada que ella estaba buscando réplicas, tanto de las joyas como de los relojes. Parece que fue muy difícil encontrar réplicas exactas de los relojes, porque los Rolex son altamente personalizables. Eso es algo que he aprendido en estos días en los que me he vuelto un experto en Rolex. Se personaliza el color, la correa, el borde, el fondo, todo. Un mismo modelo puede tener decenas de combinaciones. Ante la imposibilidad de encontrar una réplica, todo indica que la presidenta ha optado por esta salida.
P. ¿De cuántos Rolex finalmente estamos hablando?
R. Fuimos muy cuidadosos, sobre todo teniendo en cuenta que los Rolex son los relojes más imitados del mundo. En nuestra investigación inicial solo aseguramos un Rolex. Luego otros medios detectaron dos, tres, hasta cuatro. Ya después de ver más fotografías y consultar con más expertos nos decantamos por tres Rolex. Efectivamente, la presidenta ha admitido que son tres.
P. Las redes sociales no son el termómetro más exacto de una sociedad, pero sí un indicador. Por lo que ha podido leer y observar, ¿cómo ha tomado la población peruana lo dicho por Boluarte?
R. Absolutamente nadie le ha creído. Creo que para todos está claro lo que está sucediendo. Hay que decir que Boluarte es una presidenta muy impopular que se mantiene en el poder porque le sirve a quienes gobiernan realmente, que es esta coalición a la guatemalteca en el Parlamento. De hecho, en el Perú se habla de dictadura congresal. En la medida que ella sea funcional a nivel formal para esta dictadura congresal la van a seguir apoyando. Varios de los representantes de los partidos salieron en los primeros días firmes y contundentes a exigir que la ´presidenta dé explicaciones, pero apenas vieron que esto se salía de control y la Fiscalía —que ahora es independiente— entró a la casa de la presidenta, allí todos los partidos que controlan el Congreso salieron a decir: “hasta aquí nomás. Nosotros apoyamos a Boluarte”. Su permanencia no se explica por su popularidad o impopularidad, sino porque es funcional a la gente que de verdad está gobernando el país.
P. Sin embargo, el Rolexgate no ha encendido la chispa de la protesta, no ha habido un brote contundente de indignación en las calles.
R. Ha habido protestas en varios sitios, pero pequeñas. Y tiene que ver con las masacres impunes perpetradas en este Gobierno. Casi un año y medio después, no hay ni una sola persona presa. Ni siquiera los mandos más bajos. Lo que hay es un policía prófugo y ya está. Hay una sensación de impunidad y de miedo.
P. El primer ministro, Gustavo Adrianzén, dijo en CNN que le extrañaba que una crisis de Gobierno fuera desatada por un asunto como este. ¿Por qué cree que el Rolexgate no es una frivolidad?
R. Estamos hablando del desbalance patrimonial de una presidenta. En ningún lugar del mundo eso es una frivolidad. No estamos hablando solo de relojes, sino de joyas con un valor bastante alto.
P. Algunos han cuestionado su trabajando diciendo que fue una filtración.
R. No fue una filtración. A nosotros nadie nos dio un documento donde decía que la presidenta tiene un Rolex. Nos dieron un dato, ciertamente, pero luego Ernesto Cabral revisó durante semanas 10.000 fotografías de alta resolución que estableció en una base de datos y ordenó en una línea de tiempo. La línea de tiempo es crucial porque los relojes de alta gama recién aparecen cuando ella ya es presidenta. La línea de tiempo la desmiente completamente.
P. Henry Shimabukuro, uno de los asesores de Pedro Castillo, ha asegurado que durante la campaña Boluarte usaba relojes de plástico.
R. Sí, y ella misma dijo que no tenía recursos y que su campaña había sido pundonorosa, esforzada y sufrida. Que la gente colaboró con su economía porque era una candidata del pueblo. Pero está claro que hay una diferencia notable entre la Dina Boluarte de la campaña y la Dina Boluarte presidenta. Una diferencia que no se explica con el sueldo presidencial que es bastante reducido.
P. Más allá de este blindaje desde el Congreso y el apoyo de las Fuerzas Armadas, ¿son los días más vulnerables de la presidenta?
R. Yo creo que ya se ha visto vulnerable. Creo que los peruanos, que estamos súper acostumbrados a los escándalos políticos, nunca hemos visto que con una comba le rompan la puerta a la casa de la presidenta. Eso es nuevo incluso para nosotros.
P. ¿Cuánto resistirá una presidenta que en las encuestas no llega ni al 10% de aprobación?
R. Aquí van a entrar los cálculos de los partidos. La coalición partidaria que gobierna el Perú ahora mismo, lo que llamamos dictadura congresal, ha cambiado la Constitución hace muy poco. En marzo cambió 50 artículos de la Constitución. Algunos dicen superficialmente, pero no. Ha cambiado la estructura misma del Estado peruano. Casi ha convertido a nuestra Constitución en una nueva, donde el legislativo tiene un peso desproporcionado. Entonces, puede ser que hagan la evaluación y digan: “ya no la necesitamos”. Tenemos el suficiente poder ahora mismo, como para no necesitar a esta señora tan débil. Boluarte siempre ha sido débil: no tiene bancada. Llegó con Pedro Castillo al poder y se peleó con él casi al término de su régimen, y renunció al que era el partido de gobierno. Ella depende de la coalición actual para continuar. El otro lado de la ecuación es que esta coalición partidaria ha sufrido un golpe muy duro a fines del año pasado cuando cayó la exfiscal de la nación Patricia Benavides, que era su aliada y que era la principal persecutora de los opositores. Es lo único que explica que la Fiscalía actual haya podido actuar en este caso y romperle la puerta a Boluarte. En la medida en que el Congreso decida hasta cuándo Boluarte les es útil y en la medida que la Fiscalía que ahora es independiente pueda seguir avanzando, no sé si vaya a caer. Pero está viviendo días muy difíciles.
P. ¿Qué dice del argumento del Gobierno de que hay que pasar la página del Rolexgate para no ahuyentar la inversión extranjera?
R. No tiene mucho sentido. Todos los aliados del actual Gobierno se pasaron petardeando a Castillo y tratando de hacerlo caer. Uno puede estar de acuerdo o no con Castillo, pero eso es objetivo. Desde el día uno se planteó su vacancia y él tampoco se abstuvo de generar escándalos. Ellos trataron de bajárselo y Castillo dio un golpe de Estado inaceptable para todos. Pero entonces esa excusa es absurda viniendo de ellos. Peor desde el fujimorismo. Desde el 2016 ellos han apoyado siete intentos de vacancia presidencial. De pronto la inestabilidad que ellos han generado desde el 2016 recién les importa en el 2024.
P. ¿Este pacto con el Congreso qué tanto se fortaleció con la excarcelación de Alberto Fujimori?
R. La decisión última de excarcelar al dictador Fujimori fue de este Gobierno. Recayó en el INPE, el organismo que administra las cárceles que es parte del Ejecutivo. A cambio, Fujimori en su única declaración desde que está en libertad fue: “el fujimorismo ha decidido que Dina Boluarte se quede hasta el 2026″.
P. Acerca de la realidad nacional, el politólogo Alberto Vergara ha dicho: “La mayoría del país no milita en el proyecto político del Rolex y la bala. Pero no tiene voz, no está en la mesa de negociación”. ¿De qué manera los intereses del pueblo pueden volver a estar en esa mesa? ¿Cómo rescatar al Congreso?
R. El actual Congreso a vista y paciencia de todo el mundo ha dado leyes que benefician a las mafias de la minería ilegal, a las mafias de la educación, tanto básica como universitaria, a las mafias del transporte informal. La lista es larguísima. Es importante que esto lo entienda el público no peruano: no es una coalición ideológica. Estamos hablando de una coalición mafiosa. Una serie de mafias que controlan una serie de bancadas y hacen intercambios entre ellos. Es bien difícil rescatar a este Congreso. Incluso las reglas de juego electorales las han alterado para seguir en el poder. El Perú va a seguir cayendo hasta que comencemos a recuperarlo, porque el nivel de destrucción institucional que ha habido desde el gobierno de Castillo, va a hacer que la reconstrucción sea bien lenta, prolongada y dolorosa.
El País de España