El pasado jueves 11 de abril del 2024, hace exactamente una semana, publiqué un artículo titulado “El silencio de los legisladores regionales”, cuyo contenido es la continuación de uma serie de denuncias que he venido formulando a propósito de violación de la normativa vigente en la designación de la Directiva del Consejo Legislativo del Estado Sucre (CLES).
No es para menos lo que estoy planteando a la opinión pública. Pues, mientras la mayoría de los dirigentes opositores está enfocada en la estéril diatriba de la Plataforma Unitaria sobre la candidatura presidencial, en Sucre el PSUV aprovecha esa situación para hacer desastre a toda hora en detrimento de las instituciones públicas, donde el parlamento regional no se queda atrás.
El asunto del CLES es tan grave y vergonzoso que todos los actos dictados por ese ente gozan de nulidad absoluta. Hasta ahora no se sabe el estatus de los legisladores Dorina Vidal y José Antonio Martínez, quienes fueron permisados ilegalmente por 6 meses y se ha especulado que renunciaron sin que se haya comprobado tal decisión.
Lo cierto es que una suplente de la referida legisladora es hoy Vicepresidente del ente legislativo y al parecer no ha pasado nada, excepto a una solicitud hecha por su homólogo Miguel Vásquez, el pasado 9 de abril del presente año donde insta al ente a aclarar el estatus de ambos legisladores permisados, es decir, dicha solicitud la hizo dos días antes de que este servidor publicara el artículo “El silencio de los legisladores regionales”.
Lo interesante de este controversial caso es que hace tres días, mientras me preparaba para asistir a una jornada de revisión de tesis de postgrado, recibí la llamada del legislador Miguel Vásquez para informarme de su oportuna solicitud, cosa que desconocía y valoro la iniciativa. Pues, es su deber como parlamentario comprobar si efectivamente se produjo la renuncia por escrito de ambos legisladores del PSUV. Caso contrario, instar al cuerpo legislativo a enmendar el procedimiento viciado y realizar una sesión especial para designar una nueva directiva de manera legal.
Por supuesto, que tal enmienda no va a ser de buen gusto por el PSUV porque se evidenciaría el fraude cometido en la sesión Inaugural del mes de enero y sería un escándalo de marca mayor. Pero es una gran responsabilidad de los legisladores llevar a cabo esa rectificación porque hasta ahora los actos del CLES están viciados y son objeto de demandas ante el Tribunal Superior de la Jurisdicción Contenciosa Administrativa del Estado Sucre.
De manera que ese asunto en el CLES que hasta ahora es un secreto bien guardado puede salpicar a todos los legisladores quienes son responsables por omisión al tener conocimiento de ese adefesio juridico que se cometió al designarse la Junta Directiva del CLES, salvo que aparezca la renuncia escrita de la legisladora Vidal con fecha anterior al 5 de enero del 2023.
Por lo menos, estoy satisfecho que la denuncia que he venido formulando desde principios de año haya tenido eco en la voz del legislador Miguel Vásquez. Esa es una pequeña rendija de luz en ese tortuoso laberinto legislativo que hoy pareciera ser más una institución satélite del Ejecutivo Regional que la caja de resonancia de los verdaderos problemas de los ciudadanos sucrenses. Como dice la popular frase, ¡Amanecerá y veremos!
Politólogo y Secretario General Regional del MAS
