El domingo 21 de abril se realizó en Venezuela una Consulta Popular Nacional 2024 por parte del chavismo con muy baja participación.
Este descontento activo implica que la demanda de cambio no es un monopolio de la oposición. Es un paso hacia la unión de los venezolanos y una tendencia que hay que favorecer y fortalecer con una política de amplitud y transparencia.
El gobierno constata que tiene un poder sin votos. Sabe que en una competencia electoral medio competitiva perderá.
Por eso está pasando a su fase de autoritarismo no competitivo, excluyente de todo elemento democrático.
Los escenarios que pueden imaginarse son todos de aumento de la medidas represivas selectivas; temporización, hostigamiento y debilitamiento de los partidos opositores; inducción a la fragmentación, división y abstención para impedir que se exprese la Venezuela que quiere cambio de gobierno en paz y con estabilidad.
La intervención judicial de Primero Justicia forma parte de ese plan. El TSJ tiene también lista la sentencia para eliminar la tarjeta de la manito
Todo esto era previsible y tales arbitrariedades deben convertirse en nuevos motivos para votar.
El objetivo que no se puede abandonar es derrotar por vía electoral a un gobierno que destruye nuestras condiciones de vida.
Votar es cambiar y votar en unidad es triunfar.
Costa del Sol
