Amadeo Leyba: Diplomáticos y política

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Parece que el dicho: «La historia se repite» , cobra vigencia en los momentos políticos actuales. Ha sido frecuente que en momentos de conflictividad para relevo presidencial se recurra a reconocido embajador diplomático.

La probable sustitución de Medina Angarita, gozó de acuerdo de gobierno y oposición con la denominación por las partes del diplomático Diógenes Escalante, embajador en ese momento en USA.

A la muerte de Delgado Chalbaud la Junta de Gobierno, ante el comentario que el magnicidio tenía que ver con ellos, designó para la presidencia a nuestro Embajador en Perú Dr. German Suárez Flamerich, por cierto cuñado del colega y profesor Miguel Pérez Carreño.

En situación que era difícil la unión de algunos partidos de oposición durante gobierno de Acción Democrática, se recurrió a la figura de Miguel Ángel Burelli R, embajador para el momento en Inglaterra.

Creo que estás selecciones en momentos difíciles de la nación son acertadas, ya que el diplomático está formado para la tolerancia, negociaciones, acuerdos y sobre todo para el servicio.

 

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