El periodista argentino, Andrés Oppenheimer, señaló que las últimas jugadas de la oposición han sido una ingeniosa reacción para evadir trampas electorales”. Señaló que la presión regional de sus aliados de izquierda también representó un factor que no dejó remedio al Gobierno que dejar inscribir a Edmundo González. La oposición venezolana está luchando una batalla cuesta arriba. Pero Maduro se encuentra en una situación mucho más difícil de lo que muchos pensábamos hace seis meses, dijo
El periodista argentino, Andrés Oppenheimer, aseguró este viernes que al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, las cosas no le están saliendo bien” en su camino a la reelección presidencial el 28 de julio. El también conferencista señala que los últimos acontecimientos generan la duda sobre si podrá salirse con la suya.
Mediante un artículo de opinión, señaló que las últimas jugadas de la oposición, donde se inscribió a Edmundo González Urrutia como candidato presidencial de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), se trató de una “ingeniosa reacción para evadir trampas electorales” del chavismo.
Oppenheimer dijo que Maduro es muy impopular en Venezuela, y sus recientes medidas para inhabilitar a los candidatos opositores han sido tan burdas que provocan un creciente rechazo dentro y fuera de su país. Una encuesta realizada en diciembre por la firma encuestadora venezolana Delphos encontró que solo el 25 por ciento de la gente apoya al partido gobernante de Maduro, contra un 30 por ciento un año antes.
El periodista recordó las previas decisiones del bloque opositor: tras haber inhabilitado a María Corina Machado, decidieron incluir a Corina Yoris, la cual también fue proscrita por decisiones internas del oficialismo, lo que, según Oppenheimer, demuestra la debilidad del oficialismo en este momento.
A principios de este mes, sin embargo, sucedió algo extraordinario: Manuel Rosales, un gobernador que critica a Maduro, pero a quien los líderes opositores consideraban un aliado encubierto del dictador venezolano, anunció que no se postularía para presidente como candidato alternativo de la oposición. En cambio, Rosales se unió a Machado para apoyar a un candidato único de la oposición, el poco conocido diplomático Edmundo González Urrutia, de 74 años, expuso.
En esta situación, todo parece indicar que quien tenga el apoyo de Machado y la MUD podría ganar la mayoría de los votos, escribió. Señaló que la presión regional de sus aliados de izquierda también representó un factor que no dejó remedio al Gobierno que dejar inscribir a Edmundo González. Expresó: “los aliados más importantes de Maduro en América Latina, los presidentes izquierdistas democráticamente electos de Brasil y Colombia, están empezando a pedirle a Maduro que permita elecciones que sean creíbles”.
Reiteró que Lula recientemente elogió como un hecho ‘extraordinario’ que la oposición venezolana se uniera para apoyar a González Urrutia. Petro, quien años atrás sufrió él mismo una inhabilitación para postularse a la presidencia, ha dicho que la decisión de prohibir a Machado fue un ‘golpe antidemocrático’.
Otra situación que podría colocar en jaque al Gobierno venezolano es que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, aumente la presión internacional en su contra.
Sin duda, Maduro no dejará el poder voluntariamente. Podría decidir suspender las elecciones y convertir a Venezuela en una tiranía sin complejos, como las de Cuba o Nicaragua. Pero Venezuela tiene una oposición mucho más organizada que la de Cuba y una economía menos diversificada que la de Nicaragua, lo que la hace más vulnerable a las sanciones petroleras de Estados Unidos, señaló.
Oppenheimer finalizó: La oposición venezolana está luchando una batalla cuesta arriba. Pero Maduro se encuentra en una situación mucho más difícil de lo que muchos pensábamos hace seis meses. Puede pasar cualquier cosa.
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