Carlos Casanova: Venezuela y dos visiones

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En tiempos democráticos, la campaña electoral, para los candidatos, suponía el ejercicio de contraponer sus programas de gobierno, fundados en la Constitución. Así su presentación consistía en propuestas programáticas en el desarrollo y mejor prestación de servicios vinculados a los derechos ciudadanos.

Así se presentaban propuestas de cómo mejorar el servicio de salud con mayor eficiencia y a menor costo, la educación en la promoción de escolaridad y estímulos al docente, cómo rendir mejor el dinero y no endeudarse sino por razones de obras de envergadura.

Esta corta introducción la hago en razón de que hoy en la campaña electoral no es este el dilema por descifrar por parte de los ciudadanos. No, es todo lo contrario a donde usted tiene que fijar una posición definitiva.

El candidato Edmundo González propone una transición para regresar a la Constitución; el candidato de la revolución, sin decirlo, apuesta por el estado socialista que está lejos de la Constitución votada y aprobada por los venezolanos.

En la Constitución no está escrita ni por error de tipo la palabra socialismo. Usted apreciará dos visiones: el que propone el regreso a la Constitución democrática y el otro que desobedeciendo el mandato del referendo del 2007 y sin consultarle a usted impone lo que se rechazó y quiere seguir implantando el socialismo comunitario.

Edmundo González propone regresar al trabajo asalariado como medio para elevar su calidad de vida, el otro, eliminó el trabajo y el salario lo sustituyó por bonos y con ello acabó la calidad de vida.

Ganando Edmundo la Presidencia, regresarán 8 millones, donde se cuentan sus hijos, nietos y hermanos. Si sigue el otro, se estima que la migración continúe y se calcula en 3 millones de venezolanos que emigrarían, para ser una nación de 11 millones en el mundo.

Con Edmundo, los docentes tendrán aumento de salario digno y el retorno a clases diarias para sus nietos e hijos. Con el otro seguirá viendo clase un solo día, hasta que se cierren por ausencia las escuelas y liceos.

Con Edmundo, los poderes públicos serán realmente autónomos e independientes, cargos que serán ocupados por mérito, con condición de idoneidad y sin militancia partidista. Con el que está, los poderes públicos seguirán siendo ocupados por sus militantes.

Con Edmundo González, se implantarán medidas preventivas para combatir la corrupción antes de que se produzca, regresarán los controles fiscales, judiciales y políticos; con el actual, por sus resultados, seguirá la corrupción, no se evitará.

Con Edmundo, la industria petrolera será manejada por expertos. Con el actual, por los resultados casi todos están siendo señalados de corrupción.

Con Edmundo, la planificación para el restablecimiento del servicio eléctrico es una prioridad. Para el actual es prioridad no resolverlo; en los mismos términos el servicio de agua.

Con el candidato de la sociedad mayoritaria democrática, regresan los bancos, los créditos y préstamos, reaparecerá el ahorro individual. Con el actual, por los hechos, no existirá sistema bancario al servicio ciudadano.

Con el Doctor González Urrutia, retornaremos al uso del leguaje sin descalificaciones, sin grosería, sin insultos, regresamos al discurso de respeto.

Con Edmundo volveremos a tener el internet más rápido de América, la industria se verá rápidamente actualizada en los procesos tecnológicos y en producción, al igual que el agro y el comercio. Con el candidato a continuar, por los resultados seguiremos paralizados y en regresión del tiempo.

Con Edmundo González no habrá sanciones ni personales ni a las empresas extranjeras para que hagan negocio con el país. Con el candidato de la revolución, por los hechos que se viven las sanciones seguirán, ya que son impuestas por la violación de derechos humanos.

Con el Embajador Edmundo, no habrá presos políticos, todos quedarán en libertad. Con el actual, ya sabemos.

Con Edmundo, dejaremos atrás ese sentimiento de duelo cuando despedimos amigos y familiares, por la alegría de saber que pronto los veremos; volveremos a sonreír, miraremos el horizonte con optimismo. El otro nos trajo a la vida resignada de pobreza, de la que debemos salir.

Rezar y sumarse a las tareas que comportan estar de testigos en mesas, póngase a la orden de los comanditos para que sume su esfuerzo y la victoria, que aún no podemos cantar, y entonces producto del trabajo de la Venezuela unida.

Dios con nosotros.

 

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