Contra la privatización de Pdvsa y de la educación se pronunció Edmundo González Urrutia en “Rumbo Electoral”. Cortesía de Fredy Millan UPEL-Maturín.
Rod Lewis, el multimillonario petrolero que restaurará campos de Pdvsa. -El Pitazo.
Los chavistas trataron de sabotear la marcha de los trabajadores en la Plaza Venezuela y fueron repelidos por los opositores. El Pizarrón de Fran. Costa del sol FM 93.1.
Nadie en su sano juicio se pronunciaría, mucho menos un candidato con posibilidades electorales ciertas, respecto a la posibilidad formal de transferir la propiedad de Pdvsa y la Educación Oficial cuando falta tan poquito para el 28J. Cuando sabemos que ambas cosas forman parte de la politiquería electorera que ha manejado el poder, cinismo brutal en mano. Sería abrir una brecha por donde el estatus quo recuperara espacios perdidos en la voluntad del trabajo en dos de los sectores más empleadores (y jubiladores) de la nación.
También porque hoy es absolutamente improcedente, porque a Pdvsa hay que liberarla de unas discrecionalidades e intereses mafiosos estrictamente privados, que han dominado. Desde el 2002 se inició un devastador proceso intervención política de secta que hay que revertir. En contrario a la privatización mágica que algunos anuncian, primero hay que resintonizarla con los grandes intereses y necesidades de la nación. Es preciso nacionalizarla en términos reales, retomar el control social de ella, constitucionalizarla, a la vez que buscar las vías más procedentes para hacerla más partícipe en el difícil negocio petrolero internacional, generador de la más importante renta de origen productivo, con que contamos objetivamente todos los venezolanos. Una empresa hábil dentro del cada vez más competido mercado de la energía. Una empresa nacional, pero no un monopolio en manos de un sector social incapaz de velar por los intereses de todos.
La privatización de la educación, amén de no ser posible, tampoco forma parte de la Alternativa Educativa. Otra cosa es que los actores fundamentales negocien democráticamente cómo hacer para administrar las limitaciones estructurales del financiamiento del conjunto del Sistema Educativo escolar Venezolano. Como se hizo seriamente en ocasión del Plan País. Sin afectar las precisiones constitucionales al respecto y dando urgente solución a las contradicciones que puedan existir respecto a los asuntos propios de la calidad de vida de quienes o trabajan o están jubilados, como una forma precisa y concisa de incrementar y mejorar la calidad del servicio educativo escolar y universitario que presta el Estado. Mejorar la inclusión educativa, mejorando las condiciones de trabajo en el conjunto del Sistema Educativo escolar. Eso lo entiende Edmundo González y quienes se preocupan y ocupan de la alternativa nacional, quienes en la brevedad del caso habrán de poner en la calle un atractivo Manifiesto Electoral que respete los mandatos explícitos de la constitución nacional. Otra cosa, bien importante y urgente, es ir pensando en un Programa De Gobierno que oriente los años que dure la transición, donde se busquen fórmulas dentro de la constitución para aliviar y hacer más eficiente el gasto y la inversión estatal en educación. En buena medida porque la educación oficial es la mejor opción institucional, al lado del trabajo productivo, para la inserción de las mayorías en una sociedad que realmente apunte al crecimiento y al desarrollo económico y social.
Revista Nº 1002 memoria Educativa Venezolana, paso a paso