Alejo García: Rememoremos el Congreso de Valencia de 1826

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Al transcurrir década y media de años de la declaración de la Independencia de Venezuela del yugo español, comenzó en la patria recién liberada un proceso de separación del sueño y proyecto de El Libertador Simón Bolívar, La Gran Colombia, por unos cuantos líderes patriotas venezolanos. Como consecuencia de las disposiciones aprobadas por la Constitución de Cúcuta en 1821, donde se dispuso la división de ese gran territorio en departamentos. El de Venezuela era gobernado por un Intendente adscrito al Presidente de Bogotá. En el año 1821 es designado jefe superior militar y civil el general Carlos Soublette, y el general José Antonio Páez es nombrado comandante militar del departamento de Venezuela. Los dos cargos mencionados produjeron como consecuencia interferencia en el desempeño de las facultades ejercidas por las personas mencionadas.

En ese sentido el general Páez, quien ostentaba la personalidad de caudillo llanero se consideraba relegado y desmejorado en sus funciones. Por aquel entonces el general Francisco de Paula Santander ejercía las labores de Presidente de la República de La Gran Colombia. El mandatario neogranadino deseaba absolutamente todo el poder para él. Esto originó una serie de problemas. Ante la estadía de El Libertador Simón Bolívar en el Perú y Bolivia, en Bogotá se creó el partido santanderista fiel a Santander y el bolivarista simpatizante de El Líder de América. En Caracas abundaron los paecistas admiradores y creyentes del caudillo llanero y los simpatizantes del Padre de la patria. A partir de 1821 en Venezuela se formó un grupo de la clase política que inició una campaña opuesta al Gobierno de Bogotá, consistente en solicitar la reforma de la Constitución de Cúcuta aprobada recientemente en el Congreso de El Rosario.

A propósito de lo anteriormente expuesto, comenzó una Revolución Separatista de Venezuela de La Gran Colombia. En ese orden, en diciembre de 1821 y en enero de 1822 la Municipalidad de Caracas protestó todo lo aprobado allende de la frontera. En 1826 la Municipalidad de Caracas acusó al General Páez ante la Cámara de Representantes de Bogotá por incumplimiento de una ley de alistamiento militar. Como consecuencia de esto el líder llanero es suspendido del cargo de Comandante militar. El Dr. Miguel Peña, quién fue relevado del puesto de Ministro de la Alta Corte de Justicia, actuó como consejero y partidario de Páez en la rebelión contra el Poder central de Bogotá. Frente a la postura de los personajes despedidos se originó una paralización y conmoción pública, lo que motivó la intervención del Concejo de Valencia de 1826. Ante los tumultos de la población realizados por partidarios del líder llanero, El Concejo de Valencia se reúne de manera tumultuosa el 30 de abril de 1826 y aprueba desconocer la autoridad del Congreso y del Gobierno de La Gran Colombia. Enseguida el Congreso de Valencia decide nombrar a Páez otra vez en el mando. Al aceptar el cargo consumó como líder una acción revolucionaria que culminó por destruir el ideal de Simón Bolívar de consolidar una Gran República hispanoamericana. Frente a la actitud rebelde del líder llanero, Fernando Peñalver, Gobernador Civil de la Provincia, fue incapaz de evitar los acontecimientos y a continuación siguió los pasos de los revoltosos. Semejantes actos violaron el orden constitucional y comenzó definitivamente la disolución de la Gran Colombia.

Frente a la situación difícil para el momento, Simón Bolívar decidió retornar a su Patria. El 31 de diciembre de 1826 arribó a Puerto Cabello. El general José Antonio Páez intenta oponerse a la entrada del hacedor de varias repúblicas. Sin embargo, El Libertador con suma astucia y prudencia logra calmar las intenciones de los revolucionarios.

Para establecer orden, decide por decreto asumir el mando supremo de los departamentos integrantes del territorio venezolano. Ante tal actitud, el caudillo llanero se somete y Simón Bolívar lo designa para desempeñar el cargo civil y militar. En ese sentido los dos jefes patriotas se encuentran el 4 de enero de 1827 y se dirigen juntos a Caracas. Así concluye la posible guerra civil que amenazaba al país para entonces.

Rememoremos el Congreso de Valencia de 1826, el 6 de mayo, como una acción de dificultades que soportó nuestro Líder de América para darnos la emancipación de la otrora colonia española y dejarnos un gran legado de libertad.

 

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