Rocío Márquez: Cultura rosa (III), la tendencia #Barbiecore

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La revolución digital cambió radicalmente las formas de comunicación, las relaciones, la manera de concebir la realidad, la vida cotidiana misma. Estamos en una era donde la inmediatez, la multimedialidad, la hipertextualidad y la interactividad construyen nuestro día a día e influyen en nuestras interacciones con el mundo. También donde el like me gusta, los algoritmos y los temas tendencia convertidos en hashtags dirigen nuestra agenda de conversación.

Temas tendencia: ¿Qué son?

Abres tu cuenta de Instagram, Twitter, TikTok, Facebook, etc., y allí están las tendencias. Son parte de la vida diaria. Pero, ¿qué son?

Son los temas que reciben mayor atención del público y se difunden ampliamente, debido a que acaparan likes y comentarios; y a que alrededor de ellos se tejen redes de relaciones de usuarios que comparten y viralizan.

Antes, nuestros profesores de periodismo hablaban de “temas sobre el tapete” para referirse a los temas del momento. Hoy, los llamamos “temas tendencia” o simplemente “tendencias”. Ser tendencia en esta era de abundancia de información es la panacea de los contenidos.

La vida en rosa: la tendencia #Barbiecore

En 2023, la vida de los miembros de la cultura rosa se volvió rosa, literalmente, con el estreno de la película Barbie y el surgimiento de la tendencia Barbiecore, que alcanzó su punto álgido con la popularidad del mencionado film. La promoción de la película atravesó las redes sociales tiñéndolas de rosa chicle, y las fotos promocionales se viralizaron desde el principio.

La tendencia Barbicore consiste en vestirse de rosa. Forbes Staff (2023) destaca que su hilo conductor “es el color rosa en todas sus tonalidades, desde los pasteles hasta los neón más estridentes”. Lo cierto es que tiene su origen en 2018 —con los anuncios del regreso de Barbie en película— y está basada en la moda de los años 90 y 2000, pero su punto más importante se dio en 2023 y se mantiene este año.

¿Por qué es importante esta tendencia en la cultura rosa?

Se estará preguntado, estimado lector, ¿por qué estamos hablando de la tendencia Barbicore en este texto? ¿Cuál es su importancia?

La revista ecuatoriana Bagre Life (2022) señala que “el Barbie core es una respuesta a la pandemia”. Agrega el medio que: “Después de casi tres años de cuarentena, en los que las propuestas de loungewear de parte de las casas de moda más grandes fueron los colores neutros y cálidos, la sociedad busca liberación, alegría y extravagancia; llevar tacones altos y usar más color, ahora que se puede volver a salir al mundo”.

Asimismo, la revista asegura que, “sobre todo, la sociedad tiene la necesidad de experimentar con la nostalgia (Barbie tiene mucho de eso)”. Como dijimos en el primer artículo sobre la cultura rosa, apelar a las emociones capta la atención del público. No por nada, Jodi Kahn, vicepresidenta de moda de lujo de Neiman Marcus, expresa a FashionNetwork.com que el rosa «es un color que inspira sentimientos positivos y mejora del estado de ánimo”.

Barbiecore: ¿Más allá de vestir de rosa?

El sitio web FashionNetwork.com (Robinson, 2022) registra la opinión de Keith Recker, pronosticador de tendencias, colores y cultura de Thechromosapien.com y autor del libro Deep Color: The Shades that Shape Our Souls. Según el autor, a pesar de ciertos estereotipos y connotaciones, no puede juzgarse el poder del rosa “como tonto e intrascendente”.
De igual manera, Recker plantea: «Tenemos mucho espacio para la moda ruidosa, insistente, vehemente y muy llamativa, ya que Facebook, Instagram y YouTube hacen más difícil que las personas y las pequeñas empresas se hagan notar. Hay hambre de atención”.

En este sentido, cabe preguntarnos: ¿Existe en la cultura rosa una lucha por hacerse notar?

Una mirada a las redes sociales, a los llamados influencers, a la dictadura del like, nos llevaría a responder que sí. Entonces, esta sería una más de las características que agregaríamos a la ya larga lista de aspectos que distinguen a la cultura rosa: la necesidad de hacerse notar.

Un mundo pospandémico rosa

Los millennials y la generación Z abrazaron rápidamente la tendencia Barbiecore, en un efecto de bola de nieve que siguió creciendo en el año 2023, y que parece mantenerse en este 2024.

La millennial Rebecca Cox, entrevistada por ELLE (2022) enfatiza: “La verdad es que el momento es perfecto para un renacimiento de todo rosa. Margot y Ryan no solo les recuerdan a decenas de escépticos que el rosa flúor genera alegría instantánea, sino que el clima sociopolítico y ambiental actual significa que hay una gran necesidad de color”.

Ante estos planteamientos, surgen las preguntas: ¿Por qué no todos notamos esta importancia en la tendencia Barbiecore?, y ¿la tendencia Barbiecore se volvió viral gracias a estos mensajes que develan su esencia?

La viralización del Barbiecore en la cultura rosa

Lo cierto es que Barbie tuvo una campaña de marketing exitosa. Es probable que usted aún no haya visto la película, pero que igual se sienta saturado de ella.

Enríquez (2023), en el sitio web de IEBS Business School, detalla las fases de la estrategia para promocionar la película: 1) conocimiento del público para atraer tanto a las nuevas generaciones como a aquellos nostálgicos que crecieron con la muñeca Barbie; 2) maximización del alcance de la campaña con enfoques digitales y tradicionales —un claro ejemplo era el buscador de Google: cuando escribías “Barbie” o buscabas a los protagonistas de la película, la página se teñía de rosa con destellos; 3) marketing digital en redes sociales, que incluía a Facebook, TikTok e Instagram —en este caso, los posters publicitarios que podían ser personalizados con fotos de los usuarios tuvieron gran atractivo—; 4) colaboración entre grandes marcas para llegar a un público más amplio.

Por supuesto, el color rosa significó un factor clave por su conexión tradicional con la marca. Así que fue convertido en un ícono de la película. De esta manera, el concepto de Barbiecore se extendió. Tanto, que cada persona vestida de rosa, por sí misma, estaba promocionando la película. Sin hablar de helados Barbie, bebidas Barbie, platos de comida rosa que se ponían a tono con el color de moda.

Entonces, ¿la extensión del uso del color rosa en la cultura rosa atiende a la necesidad de un renacimiento alegre? ¿Tiene que ver con el empoderamiento en una sociedad donde persiste la discriminación?

Más bien podríamos decir que la viralización de la tendencia Barbiecore tiene que ver con los contenidos, los canales y la participación activa del usuario para viralizar la información. En la cultura rosa, más que nunca, “el medio es el mensaje” (1967), citando la famosa frase de McLuhan; y, como bien afirma Pedro Sempere (2016): “El medio es el usuario”.

*Doctora en Ciencias Humanas y directora de la Escuela de Comunicación Social, ULA Táchira.

Rocío Márquez*

La revolución digital cambió radicalmente las formas de comunicación, las relaciones, la manera de concebir la realidad, la vida cotidiana misma. Estamos en una era donde la inmediatez, la multimedialidad, la hipertextualidad y la interactividad construyen nuestro día a día e influyen en nuestras interacciones con el mundo. También donde el like me gusta, los algoritmos y los temas tendencia convertidos en hashtags dirigen nuestra agenda de conversación.

Temas tendencia: ¿Qué son?

Abres tu cuenta de Instagram, Twitter, TikTok, Facebook, etc., y allí están las tendencias. Son parte de la vida diaria. Pero, ¿qué son?

Son los temas que reciben mayor atención del público y se difunden ampliamente, debido a que acaparan likes y comentarios; y a que alrededor de ellos se tejen redes de relaciones de usuarios que comparten y viralizan.

Antes, nuestros profesores de periodismo hablaban de “temas sobre el tapete” para referirse a los temas del momento. Hoy, los llamamos “temas tendencia” o simplemente “tendencias”. Ser tendencia en esta era de abundancia de información es la panacea de los contenidos.

La vida en rosa: la tendencia #Barbiecore

En 2023, la vida de los miembros de la cultura rosa se volvió rosa, literalmente, con el estreno de la película Barbie y el surgimiento de la tendencia Barbiecore, que alcanzó su punto álgido con la popularidad del mencionado film. La promoción de la película atravesó las redes sociales tiñéndolas de rosa chicle, y las fotos promocionales se viralizaron desde el principio.

La tendencia Barbicore consiste en vestirse de rosa. Forbes Staff (2023) destaca que su hilo conductor “es el color rosa en todas sus tonalidades, desde los pasteles hasta los neón más estridentes”. Lo cierto es que tiene su origen en 2018 —con los anuncios del regreso de Barbie en película— y está basada en la moda de los años 90 y 2000, pero su punto más importante se dio en 2023 y se mantiene este año.

¿Por qué es importante esta tendencia en la cultura rosa?

Se estará preguntado, estimado lector, ¿por qué estamos hablando de la tendencia Barbicore en este texto? ¿Cuál es su importancia?

La revista ecuatoriana Bagre Life (2022) señala que “el Barbie core es una respuesta a la pandemia”. Agrega el medio que: “Después de casi tres años de cuarentena, en los que las propuestas de loungewear de parte de las casas de moda más grandes fueron los colores neutros y cálidos, la sociedad busca liberación, alegría y extravagancia; llevar tacones altos y usar más color, ahora que se puede volver a salir al mundo”.

Asimismo, la revista asegura que, “sobre todo, la sociedad tiene la necesidad de experimentar con la nostalgia (Barbie tiene mucho de eso)”. Como dijimos en el primer artículo sobre la cultura rosa, apelar a las emociones capta la atención del público. No por nada, Jodi Kahn, vicepresidenta de moda de lujo de Neiman Marcus, expresa a FashionNetwork.com que el rosa «es un color que inspira sentimientos positivos y mejora del estado de ánimo”.

Barbiecore: ¿Más allá de vestir de rosa?

El sitio web FashionNetwork.com (Robinson, 2022) registra la opinión de Keith Recker, pronosticador de tendencias, colores y cultura de Thechromosapien.com y autor del libro Deep Color: The Shades that Shape Our Souls. Según el autor, a pesar de ciertos estereotipos y connotaciones, no puede juzgarse el poder del rosa “como tonto e intrascendente”.
De igual manera, Recker plantea: «Tenemos mucho espacio para la moda ruidosa, insistente, vehemente y muy llamativa, ya que Facebook, Instagram y YouTube hacen más difícil que las personas y las pequeñas empresas se hagan notar. Hay hambre de atención”.

En este sentido, cabe preguntarnos: ¿Existe en la cultura rosa una lucha por hacerse notar?

Una mirada a las redes sociales, a los llamados influencers, a la dictadura del like, nos llevaría a responder que sí. Entonces, esta sería una más de las características que agregaríamos a la ya larga lista de aspectos que distinguen a la cultura rosa: la necesidad de hacerse notar.

Un mundo pospandémico rosa

Los millennials y la generación Z abrazaron rápidamente la tendencia Barbiecore, en un efecto de bola de nieve que siguió creciendo en el año 2023, y que parece mantenerse en este 2024.

La millennial Rebecca Cox, entrevistada por ELLE (2022) enfatiza: “La verdad es que el momento es perfecto para un renacimiento de todo rosa. Margot y Ryan no solo les recuerdan a decenas de escépticos que el rosa flúor genera alegría instantánea, sino que el clima sociopolítico y ambiental actual significa que hay una gran necesidad de color”.

Ante estos planteamientos, surgen las preguntas: ¿Por qué no todos notamos esta importancia en la tendencia Barbiecore?, y ¿la tendencia Barbiecore se volvió viral gracias a estos mensajes que develan su esencia?

La viralización del Barbiecore en la cultura rosa

Lo cierto es que Barbie tuvo una campaña de marketing exitosa. Es probable que usted aún no haya visto la película, pero que igual se sienta saturado de ella.

Enríquez (2023), en el sitio web de IEBS Business School, detalla las fases de la estrategia para promocionar la película: 1) conocimiento del público para atraer tanto a las nuevas generaciones como a aquellos nostálgicos que crecieron con la muñeca Barbie; 2) maximización del alcance de la campaña con enfoques digitales y tradicionales —un claro ejemplo era el buscador de Google: cuando escribías “Barbie” o buscabas a los protagonistas de la película, la página se teñía de rosa con destellos; 3) marketing digital en redes sociales, que incluía a Facebook, TikTok e Instagram —en este caso, los posters publicitarios que podían ser personalizados con fotos de los usuarios tuvieron gran atractivo—; 4) colaboración entre grandes marcas para llegar a un público más amplio.

Por supuesto, el color rosa significó un factor clave por su conexión tradicional con la marca. Así que fue convertido en un ícono de la película. De esta manera, el concepto de Barbiecore se extendió. Tanto, que cada persona vestida de rosa, por sí misma, estaba promocionando la película. Sin hablar de helados Barbie, bebidas Barbie, platos de comida rosa que se ponían a tono con el color de moda.

Entonces, ¿la extensión del uso del color rosa en la cultura rosa atiende a la necesidad de un renacimiento alegre? ¿Tiene que ver con el empoderamiento en una sociedad donde persiste la discriminación?

Más bien podríamos decir que la viralización de la tendencia Barbiecore tiene que ver con los contenidos, los canales y la participación activa del usuario para viralizar la información. En la cultura rosa, más que nunca, “el medio es el mensaje” (1967), citando la famosa frase de McLuhan; y, como bien afirma Pedro Sempere (2016): “El medio es el usuario”.

*Doctora en Ciencias Humanas y directora de la Escuela de Comunicación Social, ULA Táchira.

La tendencia #Barbiecore

Rocío Márquez*

La revolución digital cambió radicalmente las formas de comunicación, las relaciones, la manera de concebir la realidad, la vida cotidiana misma. Estamos en una era donde la inmediatez, la multimedialidad, la hipertextualidad y la interactividad construyen nuestro día a día e influyen en nuestras interacciones con el mundo. También donde el like me gusta, los algoritmos y los temas tendencia convertidos en hashtags dirigen nuestra agenda de conversación.

Temas tendencia: ¿Qué son?

Abres tu cuenta de Instagram, Twitter, TikTok, Facebook, etc., y allí están las tendencias. Son parte de la vida diaria. Pero, ¿qué son?

Son los temas que reciben mayor atención del público y se difunden ampliamente, debido a que acaparan likes y comentarios; y a que alrededor de ellos se tejen redes de relaciones de usuarios que comparten y viralizan.

Antes, nuestros profesores de periodismo hablaban de “temas sobre el tapete” para referirse a los temas del momento. Hoy, los llamamos “temas tendencia” o simplemente “tendencias”. Ser tendencia en esta era de abundancia de información es la panacea de los contenidos.

La vida en rosa: la tendencia #Barbiecore

En 2023, la vida de los miembros de la cultura rosa se volvió rosa, literalmente, con el estreno de la película Barbie y el surgimiento de la tendencia Barbiecore, que alcanzó su punto álgido con la popularidad del mencionado film. La promoción de la película atravesó las redes sociales tiñéndolas de rosa chicle, y las fotos promocionales se viralizaron desde el principio.

La tendencia Barbicore consiste en vestirse de rosa. Forbes Staff (2023) destaca que su hilo conductor “es el color rosa en todas sus tonalidades, desde los pasteles hasta los neón más estridentes”. Lo cierto es que tiene su origen en 2018 —con los anuncios del regreso de Barbie en película— y está basada en la moda de los años 90 y 2000, pero su punto más importante se dio en 2023 y se mantiene este año.

¿Por qué es importante esta tendencia en la cultura rosa?

Se estará preguntado, estimado lector, ¿por qué estamos hablando de la tendencia Barbicore en este texto? ¿Cuál es su importancia?

La revista ecuatoriana Bagre Life (2022) señala que “el Barbie core es una respuesta a la pandemia”. Agrega el medio que: “Después de casi tres años de cuarentena, en los que las propuestas de loungewear de parte de las casas de moda más grandes fueron los colores neutros y cálidos, la sociedad busca liberación, alegría y extravagancia; llevar tacones altos y usar más color, ahora que se puede volver a salir al mundo”.

Asimismo, la revista asegura que, “sobre todo, la sociedad tiene la necesidad de experimentar con la nostalgia (Barbie tiene mucho de eso)”. Como dijimos en el primer artículo sobre la cultura rosa, apelar a las emociones capta la atención del público. No por nada, Jodi Kahn, vicepresidenta de moda de lujo de Neiman Marcus, expresa a FashionNetwork.com que el rosa «es un color que inspira sentimientos positivos y mejora del estado de ánimo”.

Barbiecore: ¿Más allá de vestir de rosa?

El sitio web FashionNetwork.com (Robinson, 2022) registra la opinión de Keith Recker, pronosticador de tendencias, colores y cultura de Thechromosapien.com y autor del libro Deep Color: The Shades that Shape Our Souls. Según el autor, a pesar de ciertos estereotipos y connotaciones, no puede juzgarse el poder del rosa “como tonto e intrascendente”.
De igual manera, Recker plantea: «Tenemos mucho espacio para la moda ruidosa, insistente, vehemente y muy llamativa, ya que Facebook, Instagram y YouTube hacen más difícil que las personas y las pequeñas empresas se hagan notar. Hay hambre de atención”.

En este sentido, cabe preguntarnos: ¿Existe en la cultura rosa una lucha por hacerse notar?

Una mirada a las redes sociales, a los llamados influencers, a la dictadura del like, nos llevaría a responder que sí. Entonces, esta sería una más de las características que agregaríamos a la ya larga lista de aspectos que distinguen a la cultura rosa: la necesidad de hacerse notar.

Un mundo pospandémico rosa

Los millennials y la generación Z abrazaron rápidamente la tendencia Barbiecore, en un efecto de bola de nieve que siguió creciendo en el año 2023, y que parece mantenerse en este 2024.

La millennial Rebecca Cox, entrevistada por ELLE (2022) enfatiza: “La verdad es que el momento es perfecto para un renacimiento de todo rosa. Margot y Ryan no solo les recuerdan a decenas de escépticos que el rosa flúor genera alegría instantánea, sino que el clima sociopolítico y ambiental actual significa que hay una gran necesidad de color”.

Ante estos planteamientos, surgen las preguntas: ¿Por qué no todos notamos esta importancia en la tendencia Barbiecore?, y ¿la tendencia Barbiecore se volvió viral gracias a estos mensajes que develan su esencia?

La viralización del Barbiecore en la cultura rosa

Lo cierto es que Barbie tuvo una campaña de marketing exitosa. Es probable que usted aún no haya visto la película, pero que igual se sienta saturado de ella.

Enríquez (2023), en el sitio web de IEBS Business School, detalla las fases de la estrategia para promocionar la película: 1) conocimiento del público para atraer tanto a las nuevas generaciones como a aquellos nostálgicos que crecieron con la muñeca Barbie; 2) maximización del alcance de la campaña con enfoques digitales y tradicionales —un claro ejemplo era el buscador de Google: cuando escribías “Barbie” o buscabas a los protagonistas de la película, la página se teñía de rosa con destellos; 3) marketing digital en redes sociales, que incluía a Facebook, TikTok e Instagram —en este caso, los posters publicitarios que podían ser personalizados con fotos de los usuarios tuvieron gran atractivo—; 4) colaboración entre grandes marcas para llegar a un público más amplio.

Por supuesto, el color rosa significó un factor clave por su conexión tradicional con la marca. Así que fue convertido en un ícono de la película. De esta manera, el concepto de Barbiecore se extendió. Tanto, que cada persona vestida de rosa, por sí misma, estaba promocionando la película. Sin hablar de helados Barbie, bebidas Barbie, platos de comida rosa que se ponían a tono con el color de moda.

Entonces, ¿la extensión del uso del color rosa en la cultura rosa atiende a la necesidad de un renacimiento alegre? ¿Tiene que ver con el empoderamiento en una sociedad donde persiste la discriminación?

Más bien podríamos decir que la viralización de la tendencia Barbiecore tiene que ver con los contenidos, los canales y la participación activa del usuario para viralizar la información. En la cultura rosa, más que nunca, “el medio es el mensaje” (1967), citando la famosa frase de McLuhan; y, como bien afirma Pedro Sempere (2016): “El medio es el usuario”.

Doctora en Ciencias Humanas y directora de la Escuela de Comunicación Social, ULA Táchira.

 

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