A pesar de la grave situación que presenta el sector salud, las enfermeras y enfermeros que laboran en el estado Táchira, continúan sin desmayar gracias a su vocación, pues los bajos salarios no garantizan cubrir las necesidades básicas del profesional, llevando al gremio a migrar, o buscar alternativas laborales para combatir la precariedad económica.
Hoy 12 de mayo, Día Internacional de la Enfermería, prevalecen en sus funciones con responsabilidad ética y moral al derecho a la salud y la vida, a pesar de los desafíos, la tristeza y la incertidumbre que arropa sus labores para ejercer adecuadamente sus trabajos.
La enfermera Eugenia Ramírez (los nombres fueron cambiados a solicitud de los voceros y por seguridad) cuenta que tiene pocos años de estar ejerciendo y que los desafíos que enfrentar a la hora de ejercer sus funciones, es no contar con insumos, o medicamentos. Son tantas la cosas que incluso el material de bioseguridad, que es necesario para atender a los pacientes, es poco en los centros de salud.
Entre tantas cosas, sufren al tener que solicitar los materiales a familiares; “es triste ver como familiares o pacientes deben buscar absolutamente todo, lo poco que llega de insumos y medicamentos, son para situaciones de extrema emergencia, pero aquí hasta el adhesivo deben traer los pacientes, y más lamentable cuando ocurren situaciones donde la familia no tienen el dinero ni para comprar una inyectadora.
Señala que, a pesar de la situación económica del país, se mantienen ejerciendo por completa vocación. El sueldo no es suficiente para la responsabilidad que se tiene, la vocación es la que nos motiva a seguir adelante.
Verónica Soto señala que con más de 20 años trabajando, se encuentra laborando en el centro de salud por plena vocación, pues se niega a renunciar debido a que el sector no tiene suficiente personal. La situación económica es fuerte, y la escasez de personal es lamentable, hay enfermeras que cubrimos un ala y son hasta 40 pacientes, todos con diferentes tratamientos, lo que implica que las enfermeras que viven lejos del centro de salud no puedan costear el transporte y sus necesidades.
Las enfermeras en el sector público trabajan tres días a la semana, y buscan otros trabajos, sea en su profesión u otros oficios, para poder cubrir sus necesidades básicas. Nadie puede vivir con un salario mínimo tan insuficiente para solo llenar la despensa de alimentos, por eso rebuscarnos los días que no trabajamos, es la mejor manera para no abandonar la profesión y los centros de salud.
Anteriormente, comenta la enfermera jubilada María Contreras, la profesión tal vez podría no ser muy bien pagada, pero alcanzaba para lo necesario. Alcanzaba para comprar los alimentos, pagar los colegios de los niños e incluso para pagar servicios, pero ahora no alcanza ni siquiera para cubrir por completo una buena alimentación.
Marlyn Pernia – La Prensa del Táchira.