El socialismo no puede ser realizado sin el uso de la fuerza para suprimir la voluntad de las personas de buscar sus propios fines. Ludwig Von Mises.
El régimen impone por vía de una muy opaca Ley de Protección de Pensionados, un nuevo tributo para el ya muy maltrecho sector privado del país. De esta manera busca un válvula para ocuparse de los pensionados, un sector vulnerable de la sociedad al cual han dejado sin ninguna protección, frente a esta terrible crisis multifactorial que aún nos sigue golpeando.Esta contribución, de acuerdo al artículo número 7 de la Gaceta Oficial 6806, tendrá una alícuota de hasta el 15% sobre el total pagado por cada contribuyente especial a sus trabajadores, en base al ingreso mínimo nacional. Este término destruye el concepto de salario mínimo. Así este artículo establece:
Artículo 7º. El monto de la contribución especial prevista en esta Ley será de hasta el quince por ciento (15%) del total de los pagos realizados por el contribuyente a las trabajadoras y trabajadores por concepto de salario y bonificaciones de carácter no salarial. En ningún caso la base del cálculo de los pagos realizados a cada trabajadora o trabajador será menor al ingreso mínimo integral indexado definido por el Ejecutivo Nacional… omissis…
La voracidad fiscal como respuesta a la corrupción
El trasfondo estrictamente positivista de la norma reduce de nuevo a la ratio técnica, del saber hacer, un problema estructural de fondo y de carácter ontológico y axiológico de la realidad económica del sector privado.
El régimen requiere encontrar o hacerse, mejor dicho, de la escasa rentabilidad del sector privado, ubicado en la rama comercial, la cual de facto no contribuye con el PIB, para honrar un compromiso que es de su estricto ámbito de acción.
Así sobrecargando al sector privado del país lo minimizarán para evitar los ratios de capacidades en términos de libertad que han demostrado. En estos últimos trece años, la empresa privada se mostró “antifragil, es decir logra equilibrio en medio del desorden o la entropía” (Taleb, 2013).
Esa independencia económica es una antinomia para la tozuda y brusca planificación centralizada. Es decir, va en contra del medio por el cual se logran aproximar las tiranías de izquierda a la economía para destruirla, haciendo realidad la máxima de Von Mises “ El socialismo es incompatible con el cálculo económico” (Von Mises, 1989).
La carga tributaria se presenta en un guarismo que relativamente asciende al 50% del beneficio del sector privado. Este lidia con impuestos regresivos, como el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF). Este último es inflacionario, pues grava a toda la cadena de producción y prestación de servicios.
Las funciones del IVSS
Esta carga tributaria, que viene a explanarse como de naturaleza parafiscal, pone en interdicción las funciones del Instituto Venezolano de la Seguridad Social ( IVSS), en el desastre para el manejo de la nómina del sector privado a través del sistema patria.
Los funcionarios públicos son sujetos de descuentos del IVSS, INCES, Ley de Política Habitacional y sistema de previsiones. Estos recursos no son enterados a las instituciones receptoras de las prenombradas obligaciones parafiscales. Es decir, el propio Estado incumple con lo dispuesto en la gaceta 6806.
Impuesto silente
Es necesario acotar que la empresa privada se tiene que enfrentar al tema de la inflación, aún muy elevada sobre el 65%, según datos del Banco Central de Venezuela. Este es un impuesto silente que se aplica a toda la población.
Aparte de todo lo anteriormente expuesto, los costos de transacción medidos por las continuas fallas del sistema eléctrico nacional tornan improductiva cualquier jornada laboral. En cada apagón diario se pierden horas de productividad, en la economía y en la vida cotidiana.
Finalmente este régimen festeja el mes de mayo, dedicado a los trabajadores, con la eliminación del salario y la posibilidad de cierre técnico del muy vulnerable sector privado. De nada valen los llamados de Fedecámaras para la revisión de esta nueva carga, decretada con el puño zurdo, que nos golpea el estómago, la cara de la dignidad y hace imposible la vida cotidiana.
Es esta sin duda la más fracasada de las revolucione. Como todas deviene en tiranía y atropello a la dignidad, además de una connatural propensión hacia la corrupción.
Referencias:
Taleb, N. N. (2013). Antifragil: Las cosas que se benfician del Desorden. Paidos: Barcelona.
Von Mises, L. (1989). La acción Humana. Buenos Aires: Planeta.