Luis Enrique Vizcaya: La resurrección de la Universidad

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Más allá del esplendor y recogimiento de sus templos, los fieles del pueblo de Dios constituyen la Iglesia.

A su semejanza, la Universidad trasciende el Campus Universitario. Su destino está tejido al de la Sociedad.

La Universidad modela, conforma, los líderes de una nación. Insufla, destila, las grandes ideas políticas, sociales, culturales, económicas y espirituales, sobre las cuales descansa y se levanta una gran nación. Allí se difunden, aprenden y se cultivan los nortes de un país.

No es desproporcionado ni fallido afirmar que el hundimiento de la Universidad conlleva al hundimiento del país. Y no al revés como piensa mucha gente, incluyendo  universitarios.

La universidad venezolana está uncida a la historia de nuestra fundación, libertad e  independencia. Ya en  la Batalla de La Victoria (1.814) universitarios y seminaristas de Caracas, socorrieron al Gral. José Félix Rivas,determinando la victoria contra el macabro Boves representante del Imperio español.

Contra la tiranía de Gómez, fueron universitarios de la Generación del 28  quienes encendieron ideas de Democracia y Libertad. Sin DDHH ni medios de comunicación para la denuncia.

En el año 58 fue  la Universidad  quien rompió el candado del terror Perejimenista. Abrió los grandes horizontes de libertad y democracia. Una nueva sociedad de oportunidades que, gracias a la universidad, conformó la gran clase media venezolana quien sostuvo los cimientos político-administrativos de la nueva nación. Así como los ideales de la Educación toda, ideas económicas ávidas de prosperidad, Justicia, Medicina y Salud, y una ambiciosa red de servicios de electrificación, agua y vialidad.

La cultura política de la abundancia petrolera, condujo al abandono de las grandes ideas políticas, sociales y culturales, el pragmatismo utilitario politiquero, financiado con los dineros públicos, convirtieron la Universidad en una nueva parcela de poder, de partidos y grupos electoreros. El academicismo  se desentendió del papel político y social de la Universidad, con el alegato de estar concentrado en los grandes intereses de la ciencia, la tecnología, mirando hacia otro lado mientras el país y su futuro se hundía.

El régimen se ha valido de aliados, beneficiarios, de la misma universidad  para depredar y destruirla moral y materialmente.

Solo  sombras, hasta murciélagos hay, centros laborales, donde se expiden títulos y sólo se lucha por la supervivencia y las luchas salariales.

Aprovechemos el cambio para la resurrección de la universidad y conformar el nuevo liderazgo de la nación.

 

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