No hay duda del inmenso deseo de cambio de la gente. Eso se respira por todos lados. Con ello también va a cambiar la forma de hacer la política en Venezuela. Edmundo González Urrutia es el más palpable ejemplo de esa tendencia. Un candidato outsider, una cara nueva con edad avanzada y excelentes credenciales para ocupar la silla de Miraflores. Su figura, hasta hace poco desconocida en el espacio público, crece vertiginosamente y atrae el interés de los esperanzados electores, según las últimas encuestas.
En su reciente inicio de campaña en La Victoria dejó un claro mensaje a tres destinatarios. El primero, a los diversos actores políticos a prepararse para convivir en la alternancia política. El segundo fue dirigido al país, el cual no le queda otro camino que ajustarse a una transición política para garantizar el restablecimiento institucional del Estado de Derecho y la recuperación económica del país. El tercero, quizás el más certero, a la Fuerza Armada. Ella está obligada a respetar la voluntad soberana de los ciudadanos y a cumplir con el resguardo del orden institucional y democrático de la nación, tal como está consagrado en la norma constitucional.
Con un lenguaje de altura pero firme, propio de un buen diplomático, González Urrutia comienza a hablar de una forna distinta a la que hemos estado acostumbrados en lo que va de siglo sobre los asuntos públicos. Con papel en manos y sin adorno alguno, expresó lo que viene para Venezuela. Un proceso de diálogo, negociación y convivencia, tan necesario para reinstitucionalizar al país y permitir el regreso de muchos conciudadanos migrantes que tendrán la oportunidad de contribuir con la Venezuela que comienza a levantarse.
El próximo Presidente de la República no es un improvisado. Es un hombre aplomado, con una visión amplia del nuevo orden mundial y surgido de las circunstancias. Su perfil se adapta perfectamente a los tiempos de crisis donde se requiere tomar decisiones acertadas y trascendentales para apostar al desarrollo de un país con grandes potencialidades económicas y oportunidades para sus hijos. Para ello debe dejar claro que será el Comandante en Jefe de la Fuerza Armada para garantizar la Seguridad de la Nación y el restablecimiento de la democracia como forma de vida de los venezolanos.
Edmundo González Urrutia es un nuevo cambio de paradigma en la política, un oficio que requiere de hombres y mujeres con formación gerencial, instruidos, éticos e idóneos en valores ciudadanos. Eso lo está percibiendo la gente a la hora de evaluar el perfil de sus representantes políticos, según los más recientes estudios de opinión pública. Es la nueva Venezuela que comienza a visualizarse en el amplio horizonte. Es tiempo de profesionalizar la política por el bien colectivo y dignidad de este hermoso país.
Politólogo, periodista, abogado y profesor universitario
