La crisis diplomática con España ayuda a Javier Milei a tapar sus frentes internos.
Argentina y España atraviesan la peor crisis diplomática de su historia reciente sin que se atisbe una solución a corto plazo en el horizonte. Puede durar toda la vida porque probablemente las ideas de Pedro Sánchez jamás sean compatibles con las ideas de Javier Milei, aseguró este martes el portavoz presidencial de Argentina, Manuel Adorni. Desde Buenos Aires rechazan que se trate de un conflicto diplomático y lo consideran un tema estrictamente personal, enmarcado en una discusión de ideas que se contraponen. Por ese motivo critican con dureza la retirada definitiva la embajadora española en la capital argentina, María Jesús Alonso Jiménez. Es un disparate propio de un socialista arrogante, respondió Milei al ser consultado sobre la decisión del presidente del Ejecutivo español. El enfrentamiento ha ayudado al mandatario argentino a tapar sus frentes internos, empezando por las dificultades del Gobierno para aprobar en los plazos previstos su ley de desguace del Estado.
Milei pasa al ataque para defenderse de las críticas que ha recibido desde que el domingo tildó de corrupta a la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, en un acto de Vox en Madrid. Sus declaraciones fueron repudiadas por el Gobierno socialista, por los empresarios españoles con los que se había reunido un día antes y también por la oposición argentina. Milei hace oídos sordos. Donde muchos ven un choque diplomático que pone en riesgo la relación de dos países, él ve un problema personal. [Sánchez] es tan fatalmente arrogante que, sobre un problema personal, en una frase que no tenía nombres, se sintió aludido. Entonces el problema es del señor Pedro Sánchez, y a partir de ahí hace una escalada diplomática absolutamente sin sentido, abundó. ¿Acaso él se cree que es el Estado? Eso es bien totalitario, es bien de socialista, continuó Milei.
La canciller argentina, Diana Mondino, ha mantenido la misma línea que su jefe político. Es una anécdota, respondió al ser consultada sobre el conflicto con las autoridades españolas. Buenos Aires rechaza llamar a consultas a su embajador en Madrid, Roberto Bosch, o responder con alguna acción similar. Espera de que España recapacite y dé marcha atrás.
La tensión, en cambio, no amaina y es alimentada a diario con nuevos dardos verbales de Milei. Rechaza pedir disculpas, como le exige Sánchez, por considerarse la víctima y no el agresor: No le voy a pedir disculpas bajo ningún punto de vista. ¿Cómo le voy a pedir disculpas si yo fui el agredido?. El mandatario ultra dice que Sánchez tiene complejo de inferioridad frente a él y lo considera un cobarde: Es tan cobarde que necesitó mandarme a pegar por mujeres, afirmó en referencia a las críticas lanzadas por algunas ministras del Gobierno español contra las declaraciones del dirigente argentino el fin de semana pasado. A última hora del martes, en el cierre de un encuentro empresarial, Milei volvió a dirigirse contra Sánchez: Lo tengo en match point a Pedrito, pese a lo que diga la progresía mediática.
Recesión y protestas sociales
Según Milei, la reacción de Sánchez es parte de una estrategia política para desviar la atención: Tiene problemas en España y necesita polarizar. Referentes opositores argentinos creen que Milei hace lo mismo que critica: usa la pelea con España para tapar la gran recesión económica que atraviesa Argentina —con una caída interanual del 3,2%— y el aumento de la pobreza y el desempleo registrados en el arranque de su mandato.
El enfrentamiento ha hecho pasar casi desapercibida una inédita protesta policial en el noreste argentino. Los uniformados acamparon la semana pasada en medio de una céntrica avenida de Posadas, en la provincia de Misiones, para exigir mejoras salariales. Los intentos de llegar a un acuerdo han fracasado y la protesta no deja de crecer: los cortes de calles se han multiplicado y además de policías se le han sumado empleados públicos, docentes, productores agrícolas y trabajadores penitenciarios.
A diferencia de sus predecesores, Milei viajó a España como presidente sin saludar a Sánchez ni al rey Felipe VI, con quien había tenido una reunión cordial en Buenos Aires en diciembre, cuando asistió a su ceremonia de asunción. El objetivo inicial del viaje fue apoyar el lanzamiento de la campaña de Vox a las elecciones europeas, aunque a última hora se armó una reunión con empresarios españoles.
El analista Carlos Pagni sostiene que los actos de Milei se asemejan más a los del jefe de una facción, La Libertad Avanza (LLA), que a los de un presidente. Él se conduce como parte de una internacional de facciones a apoyar, a un partido y a un líder, Santiago Abascal, que, según dice, lo reconoció cuando nadie más lo hacía. Algo muy constante en el pensamiento de Milei: agradecer a aquellos que lo destacaban o distinguían cuando otros le hacían bullying, escribió Pagni en el diario La Nación. El ascenso de Milei, un economista de 53 años, fue fulgurante. Saltó de los platós de televisión a la política en 2021 y logró una banca de diputado por un partido novel. Solo dos años después, los argentinos lo eligieron presidente en segunda vuelta con el 56% de los votos.
Un Pacto de Mayo frustrado
La pelea con Sánchez ha dado aire al Gobierno argentino, asediado por nuevos obstáculos para aprobar la ley de desguace del Estado que presentó al inicio de su mandato. Milei no podrá celebrar esa victoria legislativa con un gran Pacto de Mayo este sábado, tal y como se había propuesto. Tras obtener el apoyo de la Cámara de Diputados, la iniciativa se ha encallado en el Senado. El oficialismo tiene solo siete de las 72 bancas y se enfrenta a una oposición dividida. El ala más dura, el kirchnerismo, busca votos para el rechazo de la ley; los dialoguistas, en cambio, presionan al Gobierno para que conceda algunas modificaciones.
Milei deja en manos de sus ministros las negociaciones políticas y se muestra convencido de que al final lo conseguirán. No vamos a claudicar en hacer de Argentina el país más libre del mundo, reiteró Milei. Venderá esa esperanza este miércoles en el estadio más emblemático de Buenos Aires, el Luna Park. Allí presentará frente a 5.000 personas su último libro, y al terminar, comenzará un show musical que lo tendrá como cantante y protagonista. No festeja absolutamente nada. Está en un evento que él mismo financia, argumentó Adorni al ser consultado sobre el acto. El mundo mira incrédulo a este presidente de mil caras.
El País de España