Yvette Alt Miller: 6 datos que debes conocer sobre Ebrahim Raisi

Compartir

 

El fallecido presidente de Irán, conocido como el “carnicero de Teherán”, deja un legado de dolor, sufrimiento y muerte.

La muerte del presidente Ebrahim Raisi en un accidente de helicóptero el 19 de mayo, sumergió a Irán en cinco días de luto oficial. El vicepresidente Mohammad Mokhber asumió el liderazgo interino en la República Islámica.

Los elogios a Raisi surgieron desde todos los rincones del globo. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, escribió que a él y su esposa Cilia los “embarga un gran dolor por tener que despedir a una persona ejemplar, un extraordinario líder del mundo como lo es y será para siempre nuestro hermano Ebrahim”. El presidente de China, Xi Jingping, dijo que Raisi era “un buen amigo”. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, elogió la “invaluable contribución personal de Raisi al desarrollo de las relaciones amistosas entre nuestros países”. Otras naciones, incluyendo a Francia, los Estados Unidos y la Unión Europea, también enviaron condolencias oficiales.

Sin embargo, Raisi, así como su sucesor el presidente Mokhber, difícilmente pueden ser descritos como “bastiones de estabilidad”. Ellos son parte de un agresivo intento iraní de fomentar la violencia en el Medio Oriente, desarrollar armas nucleares y borrar a Israel del mapa. Aquí hay seis datos con conexión judía sobre el presidente Raisi y su sucesor.

El Carnicero de Teherán

Raisi era un joven estudiante de teología de 18 años durante la Revolución Islámica de Irán. Rápidamente él se unió a la revolución, convirtiéndose en juez y dispensando justicia a los disidentes políticos. Aquellos que lo conocieron lo describen como “cruel”. Él parecía disfrutar dictaminando duras sentencias a quienes se oponían a los nuevos líderes de Irán.

Raisi ascendió en los rangos revolucionarios, llegando a convertirse en juez en grandes pueblos. A los 24 años ya era juez en Teherán, la capital de Irán, capaz de influir en miles y miles de casos políticos. En 1988 tuvo un rol clave en un “comité de muerte” establecido por el líder religioso Ayatola Ruholla Khomeini para torturar y asesinar a los miembros (la mayoría de ellos adolescentes) de Mojahedin-e-Khalq, un grupo disidente. Raisi tuvo parte supervisando las torturas y personalmente fue testigo del asesinato de más de 5.000 disidentes, ganándose el apodo “el carnicero de Teherán”.

A pesar de que luego Raisi declaró que “como fiscal” estaba “orgulloso de ser un defensor de los derechos humanos y de la seguridad y la comodidad del pueblo”, los prisioneros políticos no lo ven de esa manera. Iraj Mesdaghi, uno de los pocos prisioneros políticos de ese período que ha sobrevivido, recuerda haber visto a Raisi visitando la prisión donde él estaba preso para presenciar ejecuciones. En esa época, Raisi vestía ropa normal. Posteriormente comenzó a usar túnicas largas y un turbante negro, reservado sólo para los musulmanes que argumentan poder rastrear su historia familiar directamente hasta el profeta Mahoma. Con el paso del tiempo, Raisi fue ocultando cada vez más su crueldad con los ropajes de la religión.

La negación del Holocausto

La negación del Holocausto es una de las principales preocupaciones del régimen iraní. En el 2006 el país organizó una gran conferencia con el objetivo de refutar el Holocausto. El ministro de asuntos exteriores Manouchehr Mottaki, desempeñó un papel importante en esa conferencia, explicando que Irán no podía confirmar ni negar que el Holocausto hubiera tenido lugar.

Raisi también trató de sembrar dudas respecto a que el Holocausto hubiera ocurrido alguna vez. En una aparición en el programa “60 minutos” de la CBS durante una visita a los Estados Unidos en el 2022, dijo que “hay algunos indicios de que ocurrió”, y que “si es así, deberían permitir que se investigue y se aclare”. Raisi despertó criticas por estas escandalosas declaraciones, pero él ya había conseguido lo que se proponía: introducir ante millones de espectadores de todo el mundo la idea de que tal vez todo el Holocausto era un engaño.

Borrar a Israel del mapa

Raisi manifestó abiertamente su odio hacia Israel. Se negó a llamar a Israel por su nombre, refiriéndose a él en cambio como el “régimen sionista” o el “régimen ilegítimo”. Irán no mantiene relaciones diplomáticas con Israel. Raisi declaró que “si un estado da la mano al régimen sionista, entonces son cómplices de sus crímenes”.

Él no ocultó su deseo de ver el fin de Israel, afirmando que “la única solución (al conflicto árabe-israelí) es un estado palestino desde el río hasta el mar” (es decir, en todo el territorio ocupado actualmente por Israel, Cisjordania y Gaza). También amenazó con destruir ciudades israelíes como Haifa y Tel Aviv.

Al convertirse en presidente de Irán en el 2021, Raisi heredó un sólido programa de armamento nuclear. Él aceleró el calendario nuclear iraní, apresurándose y enriqueciendo uranio para construir un arsenal de armas nucleares. The Economist calcula que, tras haber estado tres años en el poder, Raisi le posibilitó a Irán construir siete bombas nucleares con unas pocas semanas de antelación.

Financiamiento a los terroristas

En el 2019 el gobierno de los Estados Unidos impuso sanciones a Raisi por su apoyo al terrorismo y otras ofensas. El actual presidente, Mohammad Mokhber, fue sancionado por los Estados Unidos en el 2021.

El fiscal general de los Estados Unidos, Merrick Garland, presentó recientemente pruebas de que Irán, bajo la presidencia de Raisi, financió directamente y ayudó a coordinar algunas de las organizaciones terroristas más temibles del planeta, incluyendo al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (IRGC), Hamás, Hezbolá, las milicias chiitas en Irak y el grupo terrorista Houthi que controla gran parte de Yemen. (El lema del grupo terrorista Houthi, apoyados por Irán, es “muerte a Norteamérica, muerte a Israel, maldición para los judíos”). “Irán utiliza el producto de sus ventas de petróleo en el mercado negro para financiar sus actividades delictivas”, informó el fiscal general Garland, “incluido su apoyo al IRGC, Hamás, Hezbolá y otros grupos terroristas alineados con Irán”.

Raisi estaba en estrecho contacto con Hamás, Hezbolá y otros líderes terroristas. No está claro si él sabía la fecha exacta del brutal atentado terrorista de Hamás del 7 de octubre, pero sin duda sabía que el grupo terrorista al que apoyaba con tanto entusiasmo planeaba una gran ofensiva. Raisi también estaba orgulloso de su inversión en Hezbolá, el ejército cuasi gubernamental que controla gran parte del Líbano. Hezbolá cuenta con un arsenal de más de 150.000 misiles sofisticados. Desde el 7 de octubre del 2023, Hezbolá ha lanzado más de 3.000 cohetes contra Israel.

La construcción de un “eje de resistencia”

Uno de los legados duraderos de Raisi es la creación de estrechas relaciones con Rusia y China, una nueva alianza a veces apodada como el “eje de la resistencia” a los intereses occidentales.

La nueva cercanía de Rusia con Irán contribuye a dar a este país mayor legitimidad en la escena mundial y nuevos mercados para su petróleo. En enero del 2022, Raisi visitó al presidente ruso Vladimir Putin. Cuando Putin invadió Ucrania un mes más tarde, Irán exportó a Rusia armamento avanzado para aviones no tripulados, los que fueron desplegados contra las tropas ucranianas.

Todavía más importante para Irán fue la estrecha relación que Raisi ayudó a forjar con China. Un informe reciente del gobierno de los Estados Unidos señala que Irán está exportando cantidades récord de petróleo, su principal producto de exportación, y que vende “casi todo” a China. A principios del 2024, Irán exportaba a China casi 2 millones de barriles de petróleo por día, lo que permitía eludir efectivamente las sanciones impuestas por el occidente.

El asesinato de cientos de manifestantes iraníes

En septiembre del 2022, la policía iraní arrestó en Teherán a una joven mujer kurda llamada Mahsa Amini por mostrar parte de su cabello debajo del hiyab. Amini luego fue asesinada en prisión. Su asesinato movilizó a Irán. Las mujeres comenzaron a quitarse el pañuelo (obligatorio de acuerdo con la legislación iraní) y a llevar la cabeza descubierta.

Raisi ordenó una represión brutal. La “policía de la modestia” arrestó a miles de mujeres y hombres que protestaban contra el draconiano código de vestimenta iraní. Más de 500 manifestantes murieron bajo custodia. En vez de dar marcha atrás, Raisi celebró su férreo gobierno de ley islámica. En el momento de su muerte, era considerado como un posible sucesor del supremo líder religioso de Irán, Seyed Ali Hosseini Khamenei.

Aunque parte de Irán y del mundo llora por la muerte de Raisi, hay informes de fuegos artificiales en Teherán, con muchas de sus víctimas celebrando su muerte y el fin de su brutal y asesino liderazgo.

 

Traducción »