Es un acto de impotencia observar cómo se ha venido a menos la majestad del Consejo Legislativo del Estado Sucre (CLES). Ya dejo de ser la caja de resonancia de los problemas sociales de nuestra entidad para convertirse en una entidad satélite del Ejecutivo Nacional. Los legisladores están desparecidos de la verdadera misión que deben cumplir.
El parlamento regional, si es que podemos llamarlo así, no ejerce ya la actividad de control político a las instituciones que funcionan en el estado ni a los recursos que se manejan de manera indiscriminada por altos funcionarios públicos y que no se reflejan en la calidad de vida de los sucrenses. Desde hace un buen rato los flamantes legisladores no interpelan a nadie, sólo tratan de seguir las instrucciones dadas por el gobernador del estado, venido de otros lares por la magia del PSUV.
En estos días nos enteramos que los legisladores vitoreaban por haber aprobado la reforma a la Ley de Tasas Portuarias del Estado Sucre porque, supuestamente, redundará en mayor desarrollo para la región. El descaro es mayor al vociferar que ya Sucre no aguanta más desidia. ¡Que contradicción más grande! En qué sano juicio puede haber cabida que, en este desorden administrativo en la región, un ajuste de las tasas portuarias traerá beneficios y calidad de vida para los sucrenses.
Eso va a ser igual que lo sucedido con los benditos peajes. A mayor ajuste de las tasa mayor será el costo del transporte y se recarga al usuario. Así que aumentarán los precios en los pasajes en el ferry y la lancha a Margarita, se incrementarán los precios en los bienes importados por vía marítima y, por supuesto, habrá más dinero en manos de los altos funcionarios que se benefician con ese ajuste de tasas.
El CLES, ya lo hemos denunciado, es un fraude para los sucrenses. Todos sus actos son nulos de toda nulidad. Su junta directiva fue designada violándose la normativa jurídica. La vicepresidente, una legisladora suplente, fue designada sin que haya renunciado su legisladora principal. Esta última, junto a otro legislador principal, está disfrutando de unas vacaciones prolongadas. Aún no entendemos porque ambos legisladores del PSUV no se han reintegrado a su curul.
Esto solo pasa en el estado Sucre con la complacencia de la bancada opositora, salvo el legislador Miguel Vásquez que ha advertido tal hecho. Es la cruda realidad del parlamento regional donde se supone debe reinar el respeto al Estado de Derecho y el cumplimiento de las obligaciones que se derivan de allí. Pero, estamos frente a un triste papel de una institución que más responde a las directrices del gobernador que a los genuinos intereses de nosotros los sucrenses.
Politólogo y Secretario General del MAS Regional Sucre-Cumaná