El fiscal de la Corte Penal Internacional de La Haya Karim Khan anunció este lunes que solicitó a dicho tribunal la emisión de órdenes de arresto internacionales contra los jefes de Hamas y contra el Primer Ministro y el Ministro de Defensa de Israel, lo cual desató una tormenta en Israel, donde tanto figuras de gobierno como de oposición y juristas independientes calificaron su comunicado de absurdo, tendencioso e inaceptable.
Lo primero que resalta es la equiparación que se desprende de la forma en que fue planteado el tema, entre una organización terrorista como Hamas y las autoridades del Estado de Israel. Es válido señalar que se trata de autoridades democráticamente electas, pero ese no es el punto principal, ya que gobernantes electos en las urnas pueden llegar a hacer cosas terribles, tal cual la historia nos ha enseñado. Ese no es el tema. Lo que subleva, al escuchar o leer las “explicaciones” del fiscal, es la serie de crímenes que atribuye a Israel, afirmando que han sido totalmente intencionales.
Para entender dónde está el problema, resumamos, aunque sea difícil leerlo.
Para poder rebatir, hay que conocer las acusaciones.
El fiscal Karim Khan sostiene que el Primer Ministro Biniamin Netanyahu y el Ministro de Defensa Yoav Gallant cometieron crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, dice que provocaron hambruna entre la población palestina como método de guerra, que causaron intencionalmente un gran sufrimiento a la población, que provocaron a propósito daños graves a la gente y su salud y actuaron en forma cruel, que asesinaron o causaron intencionalmente la muerte de civiles, que dirigieron con intención explícita ataques contra la población civil, que persiguieron a la población y cometieron otros actos inhumanos.
Todo esto según el fiscal de la Corte Penal Internacional, al que hace muchos años se le pidió tomar medidas contra Nicolás Maduro de Venezuela, contra los Talibanes de Afganistán, que no emitió orden de arresto contra ninguna autoridad de Irán a pesar de sus crímenes, ni contra el carnicero de Siria Bashar el-Assad que ya ha matado a centenares de miles de personas…y tanto más. No ha hecho nada de esto, pero ahora considera que lo justo es lanzar esas acusaciones contra las autoridades de Israel.
El tema en discusión aquí no es si hay palestinos muertos en la guerra. Claro que los hay. No se trata de alegar que no hay civiles muertos o que no hay sufrimiento. Israel lo sabe y no lo niega. Es así en todas las guerras y esta guerra que Hamas le impuso a Israel al atacarle,no podía ser la excepción. El problema es distorsionar la realidad, hacer caso omiso de las distintas medidas que toma Israel para librar la guerra de acuerdo a las reglas de conflictos bélicos determinadas por el Derecho internacional y en lugar de ello, alegar que Israel las viola intencionalmente para asesinar palestinos.
Es más: atribuirle a Israel la intención de matar civiles, es hacer caso omiso total de la implantación de toda la infraestructura armada de los terroristas en medio de la población de Gaza como si fuera posible destruirla sin que haya muertos. Debería también tener claro que cuando un espacio civil es usado con fines militares, se convierte – según el propio Derecho internacional- en un blanco militar legítimo.
Las afirmaciones del fiscal son una presentación absolutamente retorcida de la realidad. En la práctica, en el terreno, Israel ha desplegado y sigue desplegando enormes esfuerzos para reducir al mínimo la cantidad de civiles muertos, avisando por distintas vías antes de atacar, evacuando población a zonas humanitarias, además de introducir ayuda humanitaria a Gaza en cantidades enormes, ayuda que Hamas roba y revende porque lo que le guía no es el bienestar de su población. Y en lugar de verlo y confirmarlo, aunque hay múltiples pruebas de ello, el fiscal Khan opta por atribuirle a Israel las peores intenciones.
Es imposible que el fiscal no sepa que Israel ha tomado medidas para reducir el riesgo a la población palestina y para proporcionarle ayuda humanitaria, que no se han visto en ningún otro conflicto bélico. Absolutamente ningún otro ejército actúa como lo ha hecho y sigue haciendo Israel, a pesar de la dimensión de la amenaza a la que se enfrenta. Karim Khan lo sabe, es imposible que no lo sepa. Pero opta por distorsionarlo totalmente, mentir sobre la realidad y atribuirle a Israel intenciones prácticamente demoníacas.
Anunciar que pidió órdenes de arresto internacionales contra Netanyahu y Gallant junto con Yehia Sinwar, Ismail Haniye y Muhamad Def de Hamas, agiganta la dimensión del pecado de Karim Khan. Es que los pone a unos y otros al mismo nivel y al incluir a Israel en sus acusaciones, da un premio a Hamas. Sinwar no tiene seguramente planes de viajar a ningún lado. Sigue escondido en los túneles de Gaza rodeado de secuestrados israelíes cuyas vidas corren peligro minuto a minuto, usados como escudos humanos así como Hamas usa a sus propios civiles. A él no le importan las órdenes de arresto internacionales que tanto merece. Pero ver que quieren emitirlas contra Netanyahu y Gallant es darle ínfulas y hacerle sentir que él tendrá recompensa por sus crímenes.
Con su presentación de los hechos, e inclusive habiendo detallado también los crímenes de Hamas, Karim Khan traiciona a los familiares de los secuestrados y sobrevivientes de la masacre con los que se encontró meses atrás al visitar Israel. Es cierto que quiere demandar también a Hamas. Pero al mentir sobre lo que hace Israel en la guerra, vacía prácticamente de contenido las órdenes de arresto internacionales que pidió emitir contra los jefes terroristas.
Si Karim Khan cree que con esto aporta algo al bienestar palestino, está totalmente equivocado. Por el contrario, fortalece a los terroristas. Las figuras públicas palestinas, claro que festejarán. Pero el pueblo no gana nada de esto, porque esta actitud, fortalece a Hamas.
Directora Semanario Hebreo Jai