Petróleos de Venezuela (Pdvsa) tuvo la suerte de recibir ingresos extraordinarios durante la primera década del presente siglo pero también tuvo la tragedia, que esos recursos no hayan evitado una drástica caída en la producción petrolera en la capacidad de refinación y en otros factores clave de sus eslabones productivos.
Los precios petroleros subían, pero la compañía cada día tenía menos producción, menos activos y más deudas. Con los altos ingresos, las capacidades de otros tiempos salieron por la ventana y el manejo que se dio a los petrodólares provenientes de la industria evidenció irregularidades, corrupción, sobreprecio y malversación.
Pdvsa es el claro ejemplo de una gran industria venida a menos, gracias a los malos manejos gerenciales, a los cuales se suman las políticas petroleras equivocadas en los últimos hasta hoy,
Cómo vender activos clave, despedir al personal que no le fuera políticamente fiel y, sobre todo cargar a Pdvsa de funciones no esenciales. Queda entonces, una petrolera que muestra grandes números, pero en lo negativo.
Viniendo de un pico de producción de 3,7 millones de barriles diarios logrados con los gobiernos democráticos antes de 1999- la empresa llegó a contar con un promedio de 3 millones de barriles diarios de producción entre 2004 y 2013, en un escenario en el cual los precios del crudo en el mercado internacional alcanzaron los 150 dólares. Esta verdadera “borrachera petrolera” como muchos llegaron a llamarla generó una muy fuerte resaca en la economía del país, hoy en día envuelta en una recesión y una hiperinflación jamás vista en la historia venezolana.
Asesor Petrolero