“Mama gallo y tira cohetes”, dicen los chamos de mi pueblo, al desnudar ante todos, el comportamiento extraño y burlón, de alguno de los panas del grupo.
Algo parecido, se habrá sentido, a lo largo y ancho de la patria, con el nuevo llamado a “Diálogo Nacional entre todos los sectores del país”, formulado por Maduro. Y lo más insólito, a realizarse, después del 28 julio, tras las más viciadas, ventajistas y controladas, elecciones presidenciales, que se hayan celebrado en nuestra historia republicana.
Lo peor, es que se da entender a la nación, que el bodrio electoral del 28-J, es solo un mero trámite legal del régimen, para mantenerse en el poder.
Han transcurrido 25 años de chavismo en el poder, y su línea política engañosa se mantiene. No es importante proteger al pueblo de las enfermedades, dotando en lo posible, a hospitales y centro de salud, de los insumos mínimos necesarios.
Lo relevante ahora para ellos, es el lascivo manejo de sus tretas políticas, para ganar tiempo, y buscar el momento oportuno, de convertir sus vergonzosas derrotas, y desastrosos fracasos, en apabullantes victorias, y en medias verdades, como siempre le ha resultado, para seguir indefinidamente, en el poder.
Sin al menos hubieran comenzado por homologar los infames salarios de hambre que devengan los docentes, y trabajadores de todo el país. O bien, liberado a Rocío San Miguel, a Dinorah Hernández, y a tantos dirigentes políticos, periodistas y sindicalistas, encerrados injustamente, con juicios amañados.
O tal vez, hubieran honrado los tan burlados Acuerdos de Barbados, el serio compromiso, aún vigente, pautado con el aval del Reino de Noruega, para buscar una solución deseable a la crisis del país, y garantizar en lo posible, unas elecciones creíbles. “Otro gallo cantaría”, como se dice coloquialmente.
Pero todo eso, para ellos es mera ficción, de la que hay que pasar la página. Y volvemos a ver “la película” de un régimen absolutista, en rol de recién llegado, como si no arrastraran 25 largos años ocasionando calamidades desde el poder, imponiendo su escalada represiva, de corruptelas, saqueos, despilfarro, para volver a insistir, con el tan trillado “Diálogo Nacional”.
Dantesco y aterrador, por decir lo menos, es la terrible situación de ciudades y pueblos enteros del interior del país, y hasta en muchas zonas de Caracas, donde sus sufridos habitantes, viven de mengua y pasando roncha, por los eternos apagones, la escasez y racionamiento de agua y gas, el pésimo transporte, y como si fuera poco, la carencia de gasolina.
Pero lejos de dar muestras de recomponer el país, para garantizar la paz nacional, como se anuncia a través del nuevo encuentro, lo que se aprecia por todas partes, es más acoso y persecución, contra el candidato de la unidad, Edmundo González Urrutia, y el equipo de líder opositora, María Corina Machado.
Queda al descubierto, que el trasfondo del llamado a garantizar la paz del país, no es otro, que buscar a como dé lugar, decantar el peso de la indetenible fuerza telúrica, de hastío y rechazo popular, contra el régimen, que arrolla todos lados, y pugna con furia, por la salida del chavismo del poder.
Ni el “trillado diálogo”, para proteger a la población y garantizar el crecimiento económico y social del país, ni el revelador seminario internacional, pedido a gritos para rescatar los valores morales de la familia y protegerla de “la perdición de la cultura occidental”, y de la voracidad de las redes sociales, podrán detener la sed colectiva e incontenible de libertad, que se ha despertado en toda Venezuela, y a nivel continental, vaticinan los observadores políicos.
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