1 millón 900 mil venezolanos están en Colombia. Deben regresar a votar, son ustedes la retaguardia que sellará definitivamente el triunfo ciudadano en las elecciones previstas para el 28 de julio. “Vuelvan caras” es la sorpresa que se llevará la revolución cuando los venezolanos en Colombia asuman el sacrificio de venir a votar como la contribución mayor para sumar junto a los que estamos en suelo patrio la liberación de Venezuela del socialismo internacional que hoy la tiene secuestrada.
Es al grito de José Antonio Páez al que deben responder 205 años después de pronunciar este llamado que fue victorioso, “volver cara al adversario” que es el responsable de que 8 millones de venezolanos, incluidos ustedes que están en Colombia se encuentren fuera del país, en una expulsión inducida por falta de condiciones que el Gobierno no proporciona de calidad de vida digna y de trabajo.
La pobreza, la riqueza o la migración se producen por decisiones que los gobiernos toman. La migración venezolana es producto de las decisiones económicas tomadas por el gobernante, de hecho somos la población migrante más grande en el mundo por razones de políticas económicas que deja al ciudadano en condiciones mínimas de vida, sin posibilidades de prosperidad.
Con la migración desaparece el reclamo social de condiciones de vida y les permite a los revolucionarios reducir la población electoral, dando por descontado que el que se fue no regresa. Esto por ejemplo sucede en Cuba, el ciudadano no tiene nada que hacer regresando a la isla, ya que su presencia no cambiará el modelo marxista de gobierno.
Aquí la diferencia con el caso venezolano, en Cuba no hay elecciones salvo las del PCC. En Venezuela, que no es un país democrático sino autocrático se realizan elecciones, sin los estándares de transparencia requeridos, pero existen elecciones. Existe la posibilidad de manifestar el rechazo al modelo impuesto.
Venezuela vive un proceso de liberación del socialismo marxista que nos impusieron agendas internacionales, la calle en todas sus expresiones es de respaldo abrumador a Edmundo González Urrutia y a María Corina que es su animadora y propulsora.
La revolución continuista de esta pobreza hace y se prepara para lo que sabe hacer, evitar que se vote con facilidad, pondrá trabas de todo tipo: cambio de centros de votación para las casas de misiones para amedrentar al ciudadano, y pare de contar.
Esta es una oportunidad de oro. Por primera vez no existe polarización, el reto es disminuir la abstención para que la revolución no tenga posibilidad de jugar con esos algoritmos, por ello los venezolanos en el exterior deben regresar a votar, a sumar el esfuerzo del cambio pero coadyuvar al esfuerzo de sus familiares que aún se mantienen en el país.
Tenemos que luchar por Venezuela, por ser nuestra patria, de donde no hubieran emigrado si no es por las políticas del socialismo. Ahora bien, las políticas de migración en los países están cambiando, se anuncian deportaciones masivas, solo en New York se habla de un millón para deportar. En México les dejarán a los capos de los carteles de droga la responsabilidad de despejar a los migrantes, Panamá cerrará el paso por la selva, Colombia inicia un proceso de carácter socialista de donde ya existen colombianos abandonando Colombia.
Venir a votar los que están por fuera y particularmente los que están en Colombia, es contribuir en la recuperación del país para los venezolanos, se requiere un cambio de timón en las riendas del Gobierno para que el venezolano retorne a su país.
Es al llanto de sus abuelas, madres y padres, al llanto de sus hijos que deben escuchar y responderles, es la patria democrática que está levantada en todas las calles apoyando un cambio y requiere de la retaguardia no esperada por los revolucionarios se haga presente.
Usted que está en Colombia, cierre los ojos y escuche a la lanza mayor de Venezuela, al General José Antonio Páez, diciéndole “Vuelvan caras”.
Venezuela será Carabobo el 28 de julio.
Dios bendice a los venezolanos.