Jesús Alberto Castillo: La agudeza política es lo que cuenta

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La fiebre electoral comienza a arropar a todos. Los problemas sociales se agudizan, pero el fervor electoral tiende a superarlos. Candidatos van y vienen, aunque dos logran polarizar: Edmundo González Urrutia y Nicolás Maduro. El primero de ellos luce favorito; sin embargo, tendrá que sortear varios obstáculos que se perfilan en el horizonte. Así es la política, apasionante y cruda.

María Corina aparece en medio de esta tormenta recorriendo el país, aunque no es la candidata. Muchos todavía creen que sí. Se ha convertido en una especie de Juana de Arco para muchas almas esperanzadas en un cambio. Mueve masas, exalta pasiones colectivas y es el motor de la campaña de Edmundo González, el diplomático y promotor de la transición.

El gobierno desesperado no encuentra cómo levantar la imagen de su candidato. Tiene alto rechazo, los números no le dan y el tiempo se agota. No le funcionó fabricar candidaturas a su medida ni, mucho menos, torpedear a María Corina. La victimizó, la ha convertido en una salvadora de la multitud y ahora no encuentra cómo contenerla.

Por eso aplica una nueva táctica. Vender en las esperanzadas almas que puede torcer ese deseo de cambio con componendas tras bastidores. Todo es posible en este impredecible y duro batallar de la política. Se trata de conservar el poder a cómo de lugar. Razón de Estado, como lo llamó Nicolás Maquiavelo en su célebre obra “El príncipe”, y que muchos políticos no tienen idea o no han querido comprender.

Es tiempo de agudeza política. De actuar con gran cautela y estudiar diversos escenarios.  Hoy es mucho más importante usar un discurso electoral conciliador que pueda blindar al candidato favorito. Es una tarea muy dura que solo puede ser puesta en escena por políticos agudos, expertos y astutos en negociación. El oficialismo, gran adversario de Edmundo, está entrampado, pero no vencido. Sabe jugar duro, aunque no es tonto para provocar una situación que le genere un elevado costo político.

El gobierno buscará negociar con Edmundo si éste le garantiza una salida honorable. Mientras tanto, amenazará para provocar esa transacción donde ambas partes tendrán que ceder algo. No sabemos qué será, pero así está el tablero político en Venezuela. Es cuestión de mesura, agudeza y tiempo. Mientras tanto, las manecillas del reloj siguen andando.

Politólogo y profesor universitario

 

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