Manuel Barreto Hernaiz: El péndulo electoral

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…La ley del péndulo surge de la psicología de las masas, donde se exageran las reacciones de miedo o esperanza, por el hecho de verse acompañadas por la potencia de la irresponsabilidad colectiva… Antonio García-Trevijano.

Galileo Galilei describió en «Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo» las leyes del péndulo, al observar tal fenómeno en una lámpara que oscilaba en la Catedral de Pisa.
300 años después, Bernard León Foucault, un físico francés construyó un péndulo esférico, que, como sistema físico, puede oscilar bajo la acción de una fuerza, libremente, en cualquier plano vertical durante muchas horas, instrumento éste que fue utilizado para demostrar tanto la rotación de la Tierra, como el efecto Coriolis.

Fue en 1851 cuando produjo su experimento más célebre, prueba indudable del movimiento de la Tierra. De la cúpula del panteón de París, mediante un cable de 67 metros de largo suspendió una bala de cañón de 26 kilogramos que rozaba el suelo con una aguja en el extremo inferior. Al hacerla oscilar observó que los trazos en el suelo evidenciaban un giro del plano de oscilación, en el sentido de las manecillas del reloj (puesto que la Tierra gira al revés).

Sirva esta breve introducción astrofísica para realizar cierta analogía con el movimiento pendular de las decisiones electorales de la ciudadanía.

A todo movimiento brusco hacia un lado le sigue otro de fuerza equivalente hacia el otro. Esa es la ley del péndulo social. En física lo tienen claro, sin embargo, tanto en sociología como en política es igualmente aplicable; por aquello de la acción-reacción.

Le cuesta mucho a los científicos sociales dar con cierta exactitud una explicación racional a las reacciones populares. La movilidad electoral responde en gran medida a las circunstancias del momento.

¿Por qué se da la ley del péndulo en política? ¿Acaso muchas de esas franelas rojas, no eran blancas o verdes en otra época?

¿Será que realmente somos un país pendular y vamos de un extremo a otro? Luego, ese movimiento pendular nos ha dificultado completar ciclos y procesos, con la sempiterna ilusión que siempre podemos empezar de nuevo y mejor.

El facilismo inercial condujo a nuestro país, de manera reiterada, a procurarse, en pos de una esperanza que nunca llegó, al votar por un régimen que no cumplió, simplemente, porque no pueden… ni podrán, pues no están capacitados para gerenciar al país -a pesar de la incomparable e inimaginable montaña de millones de dólares que han dilapidaron-, empeñados en igualar por lo más bajo, de sustituir la calidad por la cantidad, de habilitar a los peores y apartar a los mejores.

Sin embargo, los paradigmas políticos señalan que después del desorden y la anomia, la ciudadanía añora el orden sociopolítico, luego de la incontrolada corrupción se anhela la honestidad, después del disparate gubernamental, se espera por correctivos en la administración de la cosa pública.

Ya la oscilación del péndulo nos muestra una ciudadanía que anhela paz, y seguridad; un trabajo estable en lugar de una dádiva; es lo que clama una ciudadanía saturada de tanta discordia y resentimiento, tanta injusticia, tanta torpeza y tanta corrupción. Ya han transcurrido 5 lustros alimentando la engañosa ilusión de un mejor porvenir, maquillando los desastres que ha provocado, doblegando, persiguiendo y apresando a quienes noblemente le adversan, adulterando la verdad, y auspiciando el terror. Ya es notorio el repudio hacia la soberbia del régimen, el superficial encanto que suscitó en los primeros tiempos el régimen ha desaparecido por completo. Este gobierno ha hecho daño, y cada día que pasa, eso se evidencia con mayor claridad. Sin embargo, ya falta menos para que se cumpla la ley del péndulo.

Las encuestas de opinión pública, determinan que la gran mayoría de los venezolanos se muestran frustrados en sus expectativas laborales, económicas y sociales. Ahora contamos con Edmundo y María Corina para que se pueda rescatar el control del péndulo que hoy manipula este alocado régimen, lo que lograremos mediante nuestra voluntad hecha voto el próximo 28 de julio.

 

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