Gloria Cuenca: Rumores, desinformación, falsas noticias

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Pensé, antes de poner el título del artículo, si no sería más adecuado ponerle: “A vacunarse contra la mentira”. De eso se trata: ponerse las pilas, dicho coloquialmente, y estar conscientes de qué, los derrotados y perdedores, son capaces de hacer trampa de cualquier tipo para mantenerse en el poder. Lo primero que quiero expresar es que, el abatimiento, la falta de Fe, la desesperanza, es también un enemigo a derrotar. Recuérdese lo dicho: “La Fe mueve montañas”. Cierto. Aplica, para quienes hemos tenido que enfrentar procesos conflictivos, personales, espirituales y materiales. Poco creíble, para quienes nunca han enfrentado retos y desafíos. ¿Será posible? La vida es así. Me acusaba, Adolfo, mi marido por 49 años, de ser muy “personalista” al escribir. Creía, él, que no debía hablar tanto de mí. ”Parece, que te regodeas en tu historia”, decía, mortificado cuando leía muchos de mis escritos. He sido siempre clara: no hago periodismo informativo, que debe ser imparcial y buscar la objetividad, aun cuando no exista. Expreso opiniones y lo hago con base en mi experiencia vital. A veces buena, a veces mala. Siempre una gran escuela de aprendizaje. ¡A Dios Gracias!

El cuento viene al caso, por cuanto, observo claramente que los del régimen han comenzado a implementar y a desplegar toda la contra información y la brutal propaganda, con cualquier clase de manipulaciones y embustes a su favor.  Nótese, es importante: no tienen nada que presentar como realización en estos 26 años y mucho menos en los últimos 11 años. No hay construcciones, no hay leyes, no hay logros, hospitales y educación destruidos, todo un desastre. No les queda otro recurso que decir mentiras, fabular historias, crear anécdotas falsas, usar la tecnología para modificar situaciones y demás.  Alguien, por allí, dice, ¿sería propaganda? qué informen lo que necesita el pueblo. Si esto no implicara una tragedia de magnitud impresionante, sería para hacer una obra de teatro cómica, por grotesca. ¿Cómo qué no saben que se necesita o hace falta? ¿De dónde viene esta gente? ¿Dónde estaban cuando ocurrió el desastre de PDVSA, de las empresas básicas, del robo multimillonario? ¿Seriamos nosotros, los que gestionábamos la gran empresa petrolera, que una vez fue? Si son bobos y no se dieron cuenta, (¿¡) recuerden, la ley clara y precisa dice: “Nadie puede alegar a su favor, su propia torpeza”. O, tal vez la danza multimillonaria en la que estaban sumergidos, ellos especialmente, les impidió ver la realidad de lo que pasaba. ¡Atención! Los que podemos ser tratados o vistos como bobos, ahora, somos los que queremos el cambio de sistema, de gobierno y de dirigentes. Si no estamos alertas frente a lo que pretenden, autoritarios, totalitarios y ellos si, personalistas, para quedarse en el poder. Sueñan con seguir allí. La mentira, la trampa, está lista.  Aspiran permanecer destruyendo al país, con el socialismo del Siglo XXI. (Sabemos cómo hacen las trampas, con 3 antecedentes: Rosales y Capriles 2 veces, en cada momento electoral)

Circulan, desde el régimen, toda clase de mentiras. Se presentan fotografías de MCM con una bandera de USA. Lo que no tendría nada de particular, en mi opinión.  Pero, eso no ocurrió, no es verdad. Lo qué si es verdad:  ellos instalaron una bandera de un país árabe, en nuestro Ávila. Han llevado símbolos cubanos y retratos de los “jefes revolucionarios” a los cuarteles. Han copiado las consignas inservibles de la revolución cubana y demás. Dice en medio de la avalancha por el cambio en paz, que quieren matarlo. ¡Ah! Es fácil darse cuenta, no tienen nada que presentar como logros. Inventan, de nuestro lado es qué se traiciona a la patria. Típico, “¡Qué fácil ver la paja en el hombro del otro!” y pretender olvidar al verdadero responsable. Obsesionados por el dinero otorgan territorio nuestro, a otros países. Locos, insaciables en sus ganancias, venden a compradores de otras latitudes miles de hectáreas. Destrozan nuestras riquezas naturales. Trafican con nuestra minería: oro, coltán, litio, hierro, bauxita y por supuesto el petróleo, de la manera más vergonzosa. Agreden, torturan, vejan a los disidentes connotados. Además de traición a la patria, hay odio hacia esta patria. No resulta extraño para quien no tiene patria. A estas alturas no ha podido demostrar que nació en Venezuela. Aun cuando ustedes no lo crean: una persona apátrida, inspira lástima. No poder decir al mundo, de ninguna forma: soy de tal país. ¡Es lamentable! A mí, a pesar de los pesares, con todos los problemas que pasan a los venezolanos, me da un gran orgullo decir, “Soy venezolana”. Nada, ni nadie me obligará a renegar de mi país. Repito, ¡qué tristeza tiene que sentir en el alma, (¿será, no tiene alma?) quien no sabe o no lo quiere decir!¡ “nací en tal país”, soy de tal nacionalidad!. Solo Dios en su grandeza infinita nos podrá ayudar en estos tiempos, pero de parte de nosotros tenemos que ponernos rísperos, es decir muy atentos, como dicen en oriente de Venezuela. Pues las trampas, las mentiras, la desinformación y las fakes, no tienen nacionalidad, si ideología. El totalitarismo y la desvergüenza, apoyo de esas aberraciones. No hay que olvidarlo, aquí ha llegado un importante número de seres, provenientes de múltiples países: quieren apropiarse de nuestro país. Lucharemos para que no logren ese propósito, hasta el final. ¡La vacuna contra la mentira es gratis! ¡A votar masivamente!

 

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