Luis Bravo: A veces tienen razón, pero no tanta. Bueno es cilantro…

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Así fue mi muerte, por Agustín Blanco Muñoz. Recibido por correo e. de ABM el 02-06-24.

Está bien que la experticia en educación y en los restantes órdenes del conocimiento socio-cultural tengan palabras sensatas respecto a lo que pasa o deje de pasar en materia de política. Y que las escriban donde les parezca, sin concesiones al qué dirán quienes piensen y actúan distinto. Lo decimos porque la libertad de expresión pública no debe tener medida alguna más allá de las leyes terrenales de la democracia, distintas a las leyes y subjetividades que regulan el más allá, si acaso lo hay.

Pero, resulta hoy imperdonable que en encrucijadas como las que vivimos, se utilicen, esas percepciones hechas expresión rotunda e inoportuna,   como “palos a todo el mundo”. Misiles vengadores por el maltrato (de uno y otro lado) a las élites de poder que han sido. Desestimando el enorme esfuerzo que se ha hecho para construir una opción con mucho potencial para generar los cambios que reclama un país intolerablemente postrado. Los cambios que se vienen reclamando desde 1999, exigidos por gente respetable y académicamente solvente.

Lo cierto es que esta en la calle una opción que sintetiza muchas voluntades y que grita por ser comprendida en su complejidad, pero con menos vanidad e imprudencia, que la que se muestra en los acertados análisis de algunos paladines de la razón.  Vamos a empujar la historia para que esa opción pueda razonablemente cumplir las importantes expectativas que está levantando en el votante promedio, por supuesto, respetando la alergia política que produce la sed de venganza con el vencido que exudan ciertas prácticas todavía marginales.  Sigamos retando la imaginación creadora y la experiencia labrada en conocimiento sistemático, para valorar lo que está pasando en educación y en la sociedad toda cuando se impone la búsqueda de posibilidades para salir del colapso que tiñe todo lo que tiene que ver con la Gestión y Política Pública que lacera profundamente la historia del país desde 1999. Acumulemos energía crítica (bien documentada) para los necesarios debates (académicos y populares) que vendrán después del 58J.

Revista Nº 1008 Memoria Educativa Venezolana, paso a paso

 

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