Lo rodearon unos pastores de esa fe arraigada en muchos hogares del país apretando los ojos y orando por él. A estos líderes de la comunidad cristiana-evangélica hay que decirles que han prestado su imagen para un ritual que antes ha tenido como protagonista a Sai Baba. Cuba estuvo al frente para introducir en Miraflores y otras instituciones, incluyendo militares, los rituales babalwos. Trajeado de blanco paz, rostro afligido y hablando, dijo, desde el arrepentimiento.
Esa es la imagen de Nicolás Maduro en Miraflores para vender su reelección a la comunidad cristiana-evangélica venezolana.
Lo rodearon unos pastores de esa fe arraigada en muchos hogares del país apretando los ojos y orando por él.
Pero entonces sacó su bandera electoral, la del arrepentimiento. El propio Maduro usó el nombre de Cristo para hacer campaña.
El tema es que Maduro, igual que Chávez, usaban el nombre de Jesús para acercarse a sus fieles, eso sí, cuando convenía.
A estos líderes de la comunidad cristiana-evangélica hay que decirles que han prestado su imagen para un ritual que antes ha tenido como protagonista a Sai Baba, el gurú indio que se presentaba como el dios Vishnú reencarnado.
Y hay que recordarle, a los fieles de esa iglesia, que destacados periodistas de investigación expusieron la afinidad a la santería, tanto de Chávez, como de Maduro. Y que Cuba estuvo al frente para introducir en Miraflores y otras instituciones, incluyendo militares, los rituales babalwos.
El propio triste y célebre Hugo “El Pollo” Carvajal, ex jefe de inteligencia y contra-inteligencia militar del Gobierno, que terminó traicionándolos, aseguró en una carta publicada en Twitter (x) que el propio Maduro habría practicado jornadas de santería cubana por la que habría llegado a pagar 500 mil dólares…
Y aún con el historial a cuestas, Maduro usa el nombre de Cristo. ¿Qué pensará la gran mayoría de la comunidad cristiano-evangélica venezolana del arrepentimiento de Maduro?
¿Creerán en el arrepentimiento cuando arrodillaron a Venezuela a punta de hambre, sangre y fuego?
¿Confiarán en ese arrepentimiento que encarcela a los contrarios políticos, que asesinó por centenares a jóvenes en 2014 y 2017?
¿Tendrán fe en el resarcimiento cuando ya casi llegamos a los nueve millones de venezolanos desperdigados por el mundo, con sus familias rotas?
¿Creerán en la oración de los saqueadores, o de los que dejaron saquear a toda una sociedad, de los que aplastaron el sueldo, la salud, la educación y la dignidad?
¿Confiarán en lo arrepentido que están de su enriquecimiento ilícito y que estos cambiarán para hacer el bien desde el 28 de julio?
La mayoría de las iglesias lo tienen claro. Por ejemplo, la Iglesia Católica acaba de despedir a uno de los referentes que más frontal fue con Chávez y Maduro y les exigió no inmiscuirse en los temas de la fe… Sí, era monseñor Roberto Lückert, el combativo arzobispo que fustigó la hipocresía y la destrucción y la utilización de la figura de Jesús por los representantes de un modelo que se burla de la fe.
Chávez llegó a decir que Cristo fue el primer socialista de la historia.
Al final lloró implorándole vida.
Con la fe no se juega. A usted Sr. Maduro, solo lo salva Dios y usted, con sus actuaciones, está bastante distante de Él.
Su obra así lo registra y el 28 de Julio el pueblo de Dios juzgará.
Presidente Editor – Versión Final