Ezequiel Querales Viloria: Trump ¿O la ostentación del ego?

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No podría haber algo más truculento en el escenario político estadounidense, que ver a un millonario presuntuoso como Donald Trump, regodearse de su odiosa arrogancia, ante su país y el mundo.

Ya es un lugar común, apreciar al tan cuestionado aspirante presidencial, utilizar su filosa ironía, para burlarse a placer, de quien se le cruce en el camino, en especial, de sus enemigos y adversarios políticos.

No escapan a sus insultos, sus vecinos del “patio trasero latinoamericano”, a quienes ha llamado  ladrones, y se ha mofado públicamente de ellos.

Al parecer, nadie ni nada lo detiene, cuando se trata de derrochar poder, prestigio y fama. Ni siquiera la robusta y altamente respetada, justicia gringa.

Petulancia, ladina hipocresía y egolatría “made in Trump”, es lo que destila por las pantallas de las redes sociales, el descarado exhibicionismo de su fortuna, por cierto, no tan abultada, como la de un centenar de millonarios coterráneos, quienes nunca hacen gala, del más mínimo parecido, de su vetado egocentrismo.

Un lustroso video, puesto a rodar en las redes, habla por sí solo, de su filosa ironía. Allí se muestra, al magnate muy alegre, dando unos pasitos de “trance music”, o algo parecido, trajeado de levita, abriéndole el telón, a su exótica fortuna, conformada, como el mismo ha dicho, por sus “tres tesoros más valiosos”.

En primer plano, su Jet privado boein 757-200, Trump Force One, un lujoso aparatico volador, totalmente acorde a su modo de vida ostentosa, indicándose, que posee un comedor y dormitorio privados. Se destacan los accesorios de su interior, enchapados en oro, y se señala, que su costo es de 100 millones de dólares.

Acto seguido, surge la suntuosa mansión Mar a Lago State, construida sobre 20 acres, devenida en su club privado y residencia particular, ubicada en la exclusiva zona de Palm Beach, Florida, valorada en 200 millones de dólares. Se informa, que cuenta con 126 habitaciones, incluidas lujosas suites y un gran salón de baile. Igualmente se acota, que  Mar a Lago State, ha servido de retiro presidencial, así como para eventos de alto perfil, “que realcen su prestigio”.

Finalmente, aparece su propiedad más emblemática, la Trump Tower, torre de 58 pisos, ubicada en el corazón de Manhattan, convertida en centro de reuniones VIP, en la Quinta Avenida de Nueva York. Consta de aparto-oficinas y espacios comerciales de alta gama. Está valorada en 300 millones de dólares.

A la hora de ofender, Trump no mide formas, ni gastados escrúpulos sociales, para insultar y humillar a cualquiera, y luego, regodearse de sus desplantes.

¿“Hay algún criminal venezolano en sala”?. Por favor, que levante la mano” , fue “el piropo” lanzado airadamente a los venezolanos, en medio de un acto político celebrado en Arizona. “Graciosa ocurrencia”, que fue celebrada a gritos, por el público presente.

También el senador republicano Marcos Rubio, ha hecho alusión a la incursión delictiva del llamado “Tren de Aragua”, dentro de Estados Unidos, pero con firmeza y altivez, sin tener que rebajarse a la burla y el chantaje orillero, de meter a todo mundo en el mismo saco, como gusta hacerlo el ex mandatario candidato.

Se ha hecho familiar, observar públicamente, su talante desobediente e impulsivo, ausente de virtudes morales, que hasta le han ganado fama de dictador neo fascista, como lo muestra una valla gigante colocada en una céntrica avenida de Miami, que lo compara, face to face, con el “carnicero” Fidel Castro.

Adorador del poder, el dinero, la fama, y de las modelos conejitas-porno, otrora tan de moda en la meca del capitalismo, pero que ya no lo seducen como antes, sino que ahora lo sientan en el banquillo de los acusados, pese a su poderosa influencia, Donald Trump, está muy lejos del arraigado altruismo benefactor estadounidense, y del donaire de colocar la otra mejilla, como acostumbran muchos cristianos de esa gran nación, cuando incurren en acciones pecaminosas. Pero sí, muy cerca, de una irónica y venenosa egolatría que nunca lo abandona.

ezzevil34@mail.com

 

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