Desde mayo del año 2022, las ofertas de trabajo en Estados Unidos, sin incluir las agrícolas, están disminuyendo. Para ese mes, el indicador JOLTS, alcanzó un máximo histórico de 11,55 millones de puestos disponibles. A principios de junio de este año, el último reporte da cuenta de 8,06 millones. Esto indica que el mercado laboral norteamericano se comienza a equilibrar, buscando los niveles registrados antes de la pandemia de Covid-19.
El dato anterior coincide con recientes anuncios de parte de la Casa Blanca, de ser más restrictivos con el ingreso de emigrantes a EE. UU. El enfriamiento del mercado laboral norteamericano es una de las metas de la Reserva Federal, para reducir la inflación. Acción que se lleva en conjunto a todo el proceso de apertura con la producción petrolera venezolana, para que haya un mayor flujo de petróleo y una distensión entre Caracas y Washington.
Por otra parte, el petróleo ruso sigue fluyendo a pesar de las sanciones contra Rusia y la guerra en Ucrania. A través de Kazajistán, Europa compra gas y petróleo, en medio de un comercio que viola las sanciones, pero que surte al mercado europeo y permite que el precio se mantenga a raya sin poder superar la tasa de 95 dólares desde septiembre de 2023. De esta manera, los demócratas avanzan hacia las elecciones que son en cinco meses.
Para muchos venezolanos que aspiran todavía salir del país para enrumbarse a EE. UU., las circunstancias serán más difíciles. Más aún, pasado el evento electoral del 28 de julio, independientemente de los resultados. El presidente de la FED y el mismo presidente, Joe Biden, están logrando contener la inflación y al mismo tiempo evitando una recesión fuerte. Uno de los fundamentos de ese logro tiene que ver con la mano de obra barata que aportan los emigrantes, además de hacer los trabajos que los norteamericanos no desean.
Además, la Casa Blanca avanza en su propósito de contribuir con la estabilización de Venezuela, con el único fin de que un país más estable, permitirá más flujo petrolero de manera segura. En ello centran esfuerzos en que las divisas de origen petrolero entren al sistema financiero, mientras el petróleo de Guyana y el de Venezuela, comienzan a surtir las SPR, sin alterar los precios en el mercado.
Empresarios: Desde factores políticos opositores, se hacen fuertes señalamientos contra gremios empresariales que aparecen en actos del gobierno. Atrás quedaron los años, en que Fedecámaras, Consecomercio, Conindustria, Fedenaga y otros, eran parte de una coalición política, en el marco de la llamada “sociedad civil” que se propuso sustituir los partidos políticos sin éxito. Tras un giro pragmático del gobierno, los sectores empresariales están en su propósito de producir, después de casi dos décadas y media, en un rol político opositor.
Alivio: Venezuela entró al Acuerdo de Facilitación del Comercio Internacional de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Esto supone una reducción de 14 % en costos de comercio exterior, lo que beneficia a productores y exportadores venezolanos de rubros como cacao, café, carne, camarones, aluminio, entre otros.
Fe de errata: La cantidad de nuevos inscritos en el REP para las elecciones del 28 de julio, es de 394.371 nuevos electores y no de 651.000, como involuntariamente se informó en la entrega anterior.
Desacuerdos: Hubo diferencias en los sectores de oposición respecto al acuerdo que se firmó en el CNE, para aceptación de resultados electorales. Un sector que apoya la candidatura de Edmundo González, estaba de acuerdo con la firma, el otro sector, de línea más dura, no estuvo de acuerdo y prevaleció este último.
Diálogo: La instalación de una mesa de diálogos entre el gobierno colombiano y la Segunda Marquetalia que dirige Iván Márquez, en la ciudad de Caracas, es parte del intercambio que se hace entre Bogotá y Caracas, para mantener un lobby en favor de que las sanciones contra Venezuela se reduzcan por parte de EE. UU. El nuevo grupo irregular logró expandirse a 300 municipios de Colombia y tiene 1.751 combatientes entre mujeres y hombres.
Difícil: La situación de activistas venezolanos en Florida, es bastante adversa. Los cubanos mantienen un férreo control y rivalizan con venezolanos en cuanto a la lucha contra los gobiernos de sus países. El gobierno de Biden mantiene presiones sobre quienes asumen posturas radicales al gobierno venezolano, lo que incide en permisos de trabajo y otros beneficios. Esto último, además de no poder votar, tiene a la comunidad de venezolanos en ese estado de EE. UU., con mucha apatía respecto a la campaña presidencial.
@alexvallenilla