Julio César Hernández: El CNE debe respetar resultados electorales

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Las situaciones por el derecho

En semanas anteriores, la ciudadanía ha visto un hecho que, desde el punto de vista ético, político y jurídico, no tiene ningún valor o efecto; fue que un conjunto de candidatos presidenciales, sin mayores posibilidades de triunfo el venidero 28 de julio, se hicieron presentes en el CNE para firmar un acta de respeto a los resultados electorales, la cual fue redactada por esa autoridad electoral, sin que se haya sabido públicamente que adversarios del gobierno participaron en su confección, por lo que dijo el Dr. Edmundo se trata de un documento impuesto, con una velada intención hegemónica. Con este Gobierno, se debe tener presente, el viejo dicho de “piensa mal y acertarás” que podría configurarse, en caso de una manipulación al resultado electoral y que, seguramente esgrimirá, para acallar reclamos, que fue firmado por estos creyentes candidatos, para regocijo del candidato a la tercera reelección, sin ponerle peros, como lo demuestra la declaración de un firmante, que pidió incluir a última hora, la garantía de que no habrá persecución política, con lo cual queda claro, que confían en la “palabra” de un gobierno al cual se le hace fácil, con cualquier excusa incumplir lo que firma, como ocurrió con el Acuerdo de Barbados.

Esa imposición del CNE, impidió que dos de esos candidatos, acudieran al CNE a firmar tan raro documento, que por lo demás no está previsto en el ordenamiento jurídico electoral venezolano, que, si prevé, la presencia de testigos electorales, y la emisión de actas de escrutinio y totalización, en donde se plasmarán los resultados, de cada mesa, suscritas por los miembros respectivos, los cuales, si le dan un verdadero valor ético, político y jurídico al resultado electoral, independientemente de lo que digan o hagan, quienes pretendan escamotear el resultado que se vislumbra para la elección presidencial. El CNE, entonces está obligado a respetar el resultado de la elección presidencial, y para ello su actuación institucional en el proceso electoral, debe encarrilarse de manera ágil, efectiva y transparente, por ser este un mandato legal, que lo obliga a que sus pronunciamientos sean ser rápidos y llevando al ánimo de los electores, la certeza de que actúo con probidad; y que dejó ese show de empezar a emitir resultados, después de la medianoche, lo cual le resta transparencia y confiabilidad al proceso, a pesar de que demagógicamente dicen que, es el mejor sistema electoral del mundo, sobre lo cual hay bastante discernimiento.

El CNE, de otra parte, al admitir la candidatura del Dr. Edmundo González Urrutia, por cumplir con todos los requisitos legales, debe ser diligente y oportuno para llamar la atención de algunos dirigentes del Estado-partido, que al referirse al mismo, lo irrespetan con expresiones despectivas, que para nada llevan al seno de la sociedad venezolana, sosiego o tranquilidad, pues así las cosas, la campaña electoral se coloca en un  plano de hostilidad o tensión, que lejos de representar una fiesta democrática, se convierte en un permanente enfrentamiento entre las fuerzas en contienda. Enturbia el CNE, institución rectora del proceso electoral en curso, el clima político cuando su Presidente de manera irresponsable, señala que, los no firmantes quieren desestabilizar el país, atribuyéndoles un supuesto poder que no tienen, ni menos aún, describiendo las circunstancias de modo, tiempo y lugar, por la cual hace públicas tan graves declaraciones, las cuales en realidad nacen, de ese espíritu beligerante, que siempre anima sus intervenciones, pues lejos de practicar el diálogo y acuerdos con sus más enconados adversarios, lo que sería lo ideal, convocan a sus amigos de la “oposición sumisa”.

Debe entender el CNE y el gobierno que, para garantizar la paz electoral, el primero debe ser modelo en la conducción del proceso, que hasta ahora no lo ha sido, pues la mayoría de los ciudadanos percibimos que el órgano rector es conducido tras bastidores, por el Presidente de la Asamblea Nacional, a quien una vez se le ocurre una cosa, se la comunica al Presidente del CNE para que la cumpla, y quien de paso en algunas ocasiones olvida que, dirige un órgano colegiado y por ende deliberante, pues ha sido señalado de tomar decisiones de manera unilateral, las cuales no serán declaradas nulas, por los tribunales competentes, aunque lo sean, por tener el suficiente poder para imponerlas. El CNE, órgano rector del proceso electoral presidencial, debe decirle públicamente a la Nación venezolana, si está dispuesto a reconocer el triunfo del Dr. Edmundo González Urrutia, y por tanto a proclamarlo Presidente de la República, para el período (2025-2031) y si intervendrá apegado a derecho, para ponerle de una buena vez, un detente a las declaraciones de los voceros oficiales, contra éste, que lleva al entendimiento de sus seguidores de que a pesar de que gane, no le será entregado o traspasado el poder, como sería lo normal en este tipo de situaciones.

¿Qué hace el CNE, para frenar estos excesos verbales? primero hay que decir que, aunque convoque a un acto bizarro de respeto al proceso electoral, es esa autoridad la llamada a conminar a los voceros oficialistas, para que cesen en sus mensajes de crispación, pues éstos parecieran no estarse dando cuenta que, se encuentran en la arena electoral, dirimiendo las diferencias políticas acumuladas por años, y que tal vez, por la costumbre del gobierno de inhabilitar, perseguir o encarcelar a sus adversarios, se había diferido por años este debate, con el agravante para ellos, de que su larga permanencia en el Gobierno los desgastó y llevó a cometer un conjunto de excesos, que hoy en día la mayoría desaprueba y así lo hace saber con su presencia en las calles y avenidas de Venezuela. Tampoco es cierto  que la infundada acta de respeto de resultados electorales, salvaguarde el voto, como algunos cándidos políticos de la oposición concordante con el gobierno lo declararon, pues si no, se llega al acto de votación, por un proceso previo de igualdad, respeto, honestidad y libertad, su emisión no será todo lo libre o cristalino que se desea, porque es tanto como aceptar que los abusos, presiones, ventajismos o manipulaciones de todo el régimen de gobierno, no existieron previamente, lo que no es cierto, porque la última denuncia contra el CNE, radica es que está realizando inconsultamente miles de traslados de centros de votación.

De tal manera que, cuando se escribe en el subtítulo de esta opinión, que las situaciones por el derecho, lo que se quiere significar con ello es que el CNE es el único organismo que podría irrespetar los resultados electorales presidenciales, antes que los candidatos presidenciales, que, así como firmaron el cronograma electoral, propuesto por Jorge Rodríguez, hoy firman, sin sentido crítico alguno, un acuerdo que seguramente, llegado el momento, no tendrá ningún valor para el gobierno, ni menos aún, este los tomará en cuenta para tomar una decisión sobre el resultado electoral, en caso de resultarles desfavorable, pues solo los convoca cuando los necesita. Por último, y a fin de imprimirle transparencia y mayor credibilidad al proceso electoral en curso, que pertinente sería que el CNE, a través de su página web, mostrara a las personas que son integrantes de la Comisión Nacional de Totalización, pues es este un mandato constitucional, dada la altísima responsabilidad que tienen encomendada en este tipo de procesos, pues no puede seguir siendo una caja negra, el conocimiento del perfil y trayectoria de las mismas, máxime que como funcionarios están al servicio de los ciudadanos y deben totalizar en un plazo de 48 horas, lapso que en comparación a otros países es muy largo.

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