Pedro R. García: María Corina Machado Parisca

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Aunque en la estrategia tuviste que dar un paso en lateral y el candidato es Edmundo, tu le arrebataste en testigo a la cándida oposición y hoy lo tienes en la mano, ve por tu mejor tiempo. No tengas sonrojo de coincidir con Lenin cuando a oriyas del Volga grito “ayer era temprano, mañana es tarde, hagámoslo hoy”. Tu el 28 de julio.

Y para cerrar, voy apelar al genio de la leyenda Victor Hugo, cuando expreso otras fatalidades pueden surgir:

¿Era posible que Napoleón ganase esa bataya? Nosotros contestamos: No. ¿Por causa del Conde de Wellington? ¿Por causa de Bluchet? No. Por causa de Dios.

Ya no estaba en la ley del siglo XlX que Bonaparte venciese en Waterloo.

Era tiempo que ese hombre inmenso cayera. (Aquí es un remedo).

Su excesivo peso en el destino humano turbaba el equilibrio. Estas plétoras de la vitalidad humana concentrada en una sola cabeza, el mundo en la cabeza de un hombre, (aquí es la ausencia), todo eso sería mortal para la cavilación si durase, (aquí la viabilidad de la República). A la incorruptible equidad humana suprema le había yegado el momento de intervenir. Estaban lastimados los principios y los elementos en los que pende la gravitación del orden moral. La sangre que humea, las prisiones yenas, las madres vertiendo lágrimas. Cuando la tierra padece con un exceso de carga, hay gemidos misteriosos y los oye el abismo (acaso no escuchamos los nuestros ya ensordecedores).

Napoleón había denunciado en el infinito y su caída estaba decidida, ofendía a Dios. Waterloo es el cambio de frente de universo.

María Corina seguro tienes mejor performance que el antagonista, en el ejército de Napoleón, tal vez con sus sinuosidades a lo mejor se hubiese acercado a Josefina y por su intermedio agarrado un cabo Primero.

María Corina Machado: Tú estás en el tiempo cíclico y en tiempo del pueblo y en el tiempo de Dios.

Es tu sagrada, humana y republicana, misión, por el regreso de nuestros hijos, por los que están aquí, por los hijos de todos.

Ya es suficiente de estar huérfanos todos, desconcertados todos frente a la agonía de la Republica.

pgpgarcia5@gmail.com

 

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