Ezequiel Querales Viloria: El síndrome del cambio

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Los 25 años más perversos del devenido socialismo fascista y corrupto padecido por el pueblo venezolano, han sido más que suficientes, para sembrar en el imaginario nacional, un síndrome de cambio, que resuena a lo largo y ancho del país, como un grito de libertad. ¡De Cambioooo, Yaaa!

Una larga penuria, en que la estructura de un régimen de oprobio y de hambre, al típico estilo castro-comunista, del miedo, del terror y l odio, que inmoviliza, con el despótico vasallaje CDR, (comités de defensa de la revolución),  no solo generó la más cruel e inhumana diáspora de casi 8 millones de venezolanos, sino que maceró en los corazones de quienes sobreviven a duras penas en el país, la más gallarda y latente irreverencia, de rechazo total.

Es un desprecio general, que se aprecia a simple vista, en los rostros, gestos, ademanes, y expresiones de la mayoría de compatriotas, que se suman a las multitudinarias convocatorias para la transformación del país, que proclama, la “Dama de Hierro”, María Corina Machado, con la fórmula presidencial, de “Edmundo para todo el mundo”.

Se corrobora igualmente, en todo tipo de comentarios de la gente de a pie, que acude a los mercados populares, centros comerciales, panaderías, clínicas, y lugares públicos, tanto en Caracas, como en ciudades del interior del país.

Es un hartazgo general contra el régimen y sus líderes, que se refleja en todas las encuestas independientes, que ubican a Edmundo González Urrutia, con más de 20 puntos sobre Maduro y su autoritaria oligarquía. “Una ventaja, que  será difícil de remontar durante la corta campaña comicial.  Y en medio de una tensa tendencia a seguir creciendo, hasta el mismo 28 de Julio”, aseguran los analistas.

El síndrome del cambio, llegó y le va a estallarle en la cara “a la odiada oligarquía gobernante”, el día de las elecciones, coinciden en señalar, los especialistas en sondeos de opinión electoral.

Agregan que es un fenómeno social muy atípico y complejo, que generan como producto de los maltratos a la población, y sus acumuladas crisis políticas, económicas, sociales, así como con la pérdida de valores, éticos, y de descomposición general.

Algunos historiadores y analistas políticos,  son de la opinión, de que la audaz e inédita forma de hacer política impuesta con perseverancia y tesón por la líder opositora  María Corina Machado,  también ha contribuido a impulsar este atípico síndrome de cambio, que ahora se iza, como bandera de libertad.

Convienen en asegurar los expertos, que ahora el cambio se ha hecho “arrolladoramente indetenible, que está a punto, de darle una sacudida  a las maltrechas estructuras funcionales del país, a impulsar y restablecer, un nuevo orden institucional, con un modelo, político, económico y social, a seguir.”

Sin duda alguna, la atípica y azarosa forma de hacer política, impuesta por María Corina, para poder competir en la desigual y aparatosa campaña electoral, ha impuesto a su vez, un nuevo paradigma político electoral en el país, que mantiene en vilo al régimen.

Sacando el contexto positivo, de la polarizada contienda electoral 2024, vemos que al final del tira y encoge comicial, Maduro y su poderosa maquinaria de Estado, al menos, no compite con uno, o varios partidos de oposición, sino contra  toda una sociedad venezolana hastiada, que obviamente, lideran Edmundo González Urrutia, y la  destacada dirigente política del momento, María Corina Machado.

Todo lo cual se refleja, en una voluntad de cambio que concentra sus preferencias de votantes, en el candidato Edmundo González Urrutia. “El síndrome de cambio, también cambiará a Venezuela”

ezzevil 34@gmail.com

 

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