¿Se podrá detener el pensamiento? ¿Podrá una fuerza detener la Ola Democratizadora de los nuevos tiempos? ¿Podrá la historia ser detenida? La respuesta es el inexpugnable espíritu libre de los nacidos en estas tierras.
Ante los vientos de guerra, nosotros, los Espíritus Libres andamos por todos los caminos, con la cara al viento proclamando la paz, la concordia, la democracia, el voto y la soberanía nacional que reside intransferiblemente en el pueblo, como expresa el artículo 5 de nuestra Constitución.
Los ojos de los habitantes del mundo han sido testigo de más de 7,7 millones de historias dramáticas que deambulan fuera de nuestra casa. ¿Podrán nuestros países vecinos recibir una nueva y masiva oleada de migrantes precarizados?
Nuestra suerte está echada: ¡Seremos libres! Decidiremos nuestro destino democráticamente. El Bloque Hegemónico en el Poder se sabe sin el favor popular. El hartazgo de los que padecemos este vivir indigno, este grotesco ventajismo y la miserable arrogancia del poder cuando ostentan sus lujos y privilegios; son síntomas que alientan nuestra decisión soberana de cambiar la conducción del Poder Ejecutivo.
El próximo 28 de julio, el Bloque Hegemónico en el Poder y el Status Quo, tendrán un dilema: reconocer el triunfo de las fuerzas democráticas o no. Esta decisión depende de que se impongan en el debate interno del Bloque Hegemónico en el Poder aquellas voluntades republicanas, democráticas, progresistas y constitucionales, que las hay, en especial, en el seno de la organizaciones de base comunitaria, organizaciones sociales, culturales y deportivas. Desde el seno de lo popular, como siempre ha sido en nuestra historia, saldrá la decisión soberana de rescatar la República.
¡La Ola Democratizadora, como la historia y el tiempo, es imparable!… Y a pesar de los espíritus guerrreristas.
Politólogo
