El presidente de Colombia, Gustavo Petro sostuvo que la solución para frenar la migración radica en eliminar los bloqueos económicos y mejorar la economía del sur. Los alambres de púas en la selva solo (sic) traerán ahogados en el mar, aseveró. Las estrategias del Gobierno panameño incluyen bloquear tres pasos no autorizados utilizados por los migrantes irregulares, ubicados en las costas del Pacífico y del Caribe, así como un paso terrestre que da acceso al sector del Hito de Chucurti.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, criticó la decisión del gobierno de Panamá de cerrar al menos tres de los pasos utilizados por migrantes para cruzar el Darién, que marca la frontera entre ambos países, advirtiendo que esta medida solo resultará en ahogados en el mar.
El mandatario reaccionó a un comentario del expresidente colombiano Ernesto Samper, quien afirmó que el gobierno panameño adoptó la política estadounidense de bloquear a los migrantes en las fronteras del sur para evitar que lleguen a la frontera norte de México y Estados Unidos.
Los alambres de púas en la selva solo (sic) traerán ahogados en el mar, aseveró.
Petro sostuvo que la solución para frenar la migración radica en quitar bloqueos económicos y mejorar la economía del sur.
El Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de implentó medidas para controlar la migración irregular masiva, dirigiendo el flujo migratorio hacia Bajo Chiquito, el primer poblado que los migrantes alcanzan tras atravesar la selva del Darién.
Estas estrategias incluyen bloquear tres pasos no autorizados utilizados por los migrantes irregulares, ubicados en las costas del Pacífico y del Caribe, así como un paso terrestre que da acceso al sector del Hito de Chucurti, el cual ha sido cerrado con barreras perimetrales.
El Gobierno panameño también planifica el lanzamiento de una campaña denominada Darién, con el objetivo de garantizar un clima de paz y tranquilidad en la región.
El nuevo presidente, José Raúl Mulino, ya había anunciado el mes pasado, durante una visita a la zona antes de su investidura, la instalación de cercas de serpentinas y el aumento de la presencia policial en algunas zonas de la selva para canalizar el flujo migratorio por un único camino.
En lo que va de año, más de 195.000 personas, en su mayoría venezolanos, cruzaron la peligrosa selva, mientras que en 2023 la cifra superó los 520.000, un récord según datos oficiales del país centroamericano.
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