El quinismo antiguo, el primario, el agresivo, fue una antítesis plebeya contra el idealismo. El cinismo moderno, por el contrario, es la antítesis contra el idealismo propio como ideología y como mascarada. El señor cínico alza ligeramente la máscara, sonríe a su débil contrincante y le oprime. C´est la vie. Nobleza obliga. Tiene que haber orden. […] El cinismo señorial es una insolencia que ha cambiado de lado. Ahí no es David quien provoca a Goliat, sino que los Goliats de todos los tiempos […] enseñan a los Davides, valientes, pero sin perspectiva, dónde es arriba y dónde es abajo. Peter Sloterdijk, Crítica de la razón cínica.
Fluye la campaña electoral viendo a Caracas y otras ciudades del interior en un contraste revelador; de un lado, vallas y pinturas de muros y paredes por doquier mostrando al candidato del continuismo acompañado de ofertas relativas a programas políticos y públicos por venir y del otro, modesto y sobrio, Edmundo que, sin embargo, suele reunir multitudes espontaneas acompañado de esa líder indubitable que es María Corina Machado y donde se entremezclan las emociones que van de la alegría que despierta la esperanza de un cambio que se ve en el horizonte, a la fatiga de aquellos que deben para conservar su empleo, sus bonos de miseria y su bolsa CLAP simular apoyo al fracaso mismo que por sí solo representa Nicolas Maduro.
El chavomadurismomilitarismocastrismoideologismo ha hecho de la mentira su tema de campaña, de la presentación falaz de conquistas por venir para el pueblo su mensaje, de la extorsión a quienes dependen del gobierno de una manera u otra. Me decía un conocido en Fuerte Tiuna que una mesa electoral colocada en esos predios tenía dificultades de encontrársele testigo para Edmundo porque, la amenaza de desalojo proferida además con insultos se había hecho patente. Es vergonzoso a lo que ha llegado en su desesperación el régimen.
Simultáneamente cabe observar un peligro que, impúdico, se pasea por las calles, el narcisismo del candidato Maduro y su discurso autorreferente que hace juego con el contenido de los mensajes publicitarios que pregonan que son el gobierno del pueblo y que ahora transformaran al país favorablemente. Falaces los susodichos y no por repetidos acá y allá, más impactantes y penetrantes. Mejor sería gastar ese dinero que sin dudas proviene de la hacienda pública en insumos para hospitales y dispensarios que están, por cierto, en la carraplana.
Las corrientes y ya no tan subterráneas de la opinión pública, transportan no obstante y cada día, una convicción del colectivo coterráneo que, tomó hace tiempo ya su decisión y solo esperan el momento de expresarlo ante la urna electoral. Se hace evidente una tendencia irreversible que hace a Edmundo, como se oye decir, el escogido por todo el mundo.
El pueblo, a ratos, socarrón, comenta que ha llegado el momento de poner sin embargo atención en los detalles porque presiente que, “el que se va a morir se estira,” queriendo advertir de las acciones, triquiñuelas, trampas, manipulaciones que vendrán en estos días y especialmente a lo largo y ancho de la jornada electoral y temiendo que el mismísimo plan república, luego de escuchar el discurso de Padrino López en Carabobo, se preste para cualquier cosa.
Al respecto conviene señalar que, también la fuerza armada sufre, padece, expía el desastre corrupto que ha significado esta revolución de todos los fracasos y, a pesar de los pesares, el patriotismo no se ha agotado entre sus efectivos y particularmente en su tropa y en sus mandos inferiores.
No puede inferirse otra cosa si apreciamos que más de la mitad de los presos políticos son militares y que ellos saben que varios de sus colegas y compañeros de armas, han sido torturados e incluso se sabe de asesinatos. También la familia militar quiere y necesita, recuperar su orgullo y su respeto por la institución. ¡Están hartos de vivir con miedo!
Corajuda y admirada, por otra parte, sigue María Corina recorriendo esta comarca y recibiendo por doquier, el respaldo, el aliento, el apoyo, para Edmundo que con humildad va y viene también en una rutina diaria de contacto y empatía con todos los sectores de la sociedad. Venezuela ya hizo clic con Edmundo González Urrutia.
Afuera, los nuestros que se han ido, uniéndose espiritualmente a sus familiares y amigos en un sentimiento unificador, ligan a Edmundo. La diáspora está atenta, porque sabe que el cambio y la recuperación de Venezuela dependen del resultado del 28 de julio próximo y si bien, no se les permitió participar y votar, desde todas las latitudes donde obran, van a acompañarnos en el proceso que transcurre por el bien de esta desfigurada patria venezolana.
EL 28 de julio y 29, 30, 31 de julio y todo lo que haga falta, debe el bravo pueblo respaldar en la calle y con valentía su voto. Sin ingenuidades, además, pero, con la esperanza de que todo se tramitará dentro de la constitucionalidad. No hacerlo así, constituiría una traición a todo lo que significa ser y sentirse venezolanos.
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