Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando, se decía en tiempos de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón para indicar que ambos eran importantes. Ese reinado conjunto, sin mayores desavenencias, permitió que unas tres décadas más tarde, bajo el reinado de su nieto, Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, se dijera que bajo sus dominios no se ponía el sol. Desde luego que ni María Corina, ni Edmundo pretenden ser reyes, mucho menos pareja, pero abusando del símil, lo que pretendemos expresar es que ambos son necesarios para ganar la elección y después lograr la gobernabilidad, satisfacer las necesidades de los ciudadanos y recuperar la economía de nuestro país.
María Corina es el motor que ha permitido movilizar a la población. Su discurso consistente y lleno de esperanzas caló en todos los estratos sociales. La gente votará por Edmundo porque no puede votar por ella. Ante el veto cobarde que decretó Maduro a la candidatura de María Corina, acertadamente ella propuso a Edmundo González. Ambos deberán trabajar al unísono y los grupos que giran alrededor de ellos deben contribuir a que sea una labor armónica.
María Corina es sin duda la líder de la actual oposición democrática. Bajo sus directrices se formuló el Plan de Gobierno Venezuela Tierra de Gracia que le corresponderá ejecutar a Edmundo. Ambos deberán enfrentar una reacción muy fuerte y sucia de quienes serán desplazados del poder el 28 J por corruptos e ineficientes. Además, deberán lidiar con los grupos que giran alrededor o que se les aproximarán para intentar obtener una cuota de poder. Eso los obligará escoger a los mejores, entendiendo que hay una nueva generación, pero sin descartar a valiosos compatriotas ya no tan jóvenes.
María Corina, con su liderazgo, deberá mantener encendida la llama de la esperanza, ya que no todos los problemas se podrán resolver a corto plazo. Edmundo, con su experiencia diplomática, tendrá que tender puentes con los desplazados. El PSUV deberá tener un espacio político, como lo tuvo Cruzada Cívica Nacionalista, el partido del dictador Pérez Jiménez. El tiempo y la gente decidirán su futuro, aunque sería deseable que se deslastrara de los corruptos y de los que no tienen un talante democrático. Es deseable la participación de actores de diferentes tendencias en una nueva Asamblea Nacional, para que ejerzan vigilancia sobre la gestión del Ejecutivo y legislen a favor de los intereses del país.
Desde luego, nadie puede pretender que haya un cogobierno María Corina-Edmundo, sino que ellos y sus equipos entiendan que ambos no solo se necesitan, sino que Venezuela los necesita y que de su relación armoniosa depende el futuro de nuestro país. La candidatura de Edmundo no existiría sin el aval de María Corina. La presidencia de Edmundo es imprescindible para recuperar la democracia en un ambiente de paz. Ambos deben cuidarse de los adulantes, de los ineptos, de los corruptos y de los chismosos sembradores de cizaña.
Como (había) en botica: le deseamos pronta recuperación a Eduardo Fernández, quien por cierto tuvo una excelente intervención en entrevista que le hicieron tres partidarios del régimen. Sigue la arremetida en contra de quienes apoyan las giras de María Corina. Ello evidencia que están en modo pánico. Esta vez le tocó el turno a Ricardo Albacete, detenido por alojar a María Corina en su casa en San Cristóbal; multaron a los dueños del camión con equipo de sonido que apoyó la concentración en Anzoátegui. Felicitamos a nuestros compañeros de Gente del Petróleo y de Unapetrol que estuvieron presentes con pancartas en la concentración en Anzoátegui. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
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