Tras el rezo del Ángelus, el Papa invoca de nuevo la paz, especialmente con vistas a los Juegos de París, donde espera que «los atletas sean mensajeros de paz» y signo de una sociedad inclusiva. Reza por la martirizada Ucrania, por Palestina, Israel, Myanmar y los países en conflicto.
Siempre bajo la bandera de la paz son las palabras del Papa tras el rezo del Ángelus desde la Plaza de San Pedro. Mira hacia los próximos Juegos Olímpicos de París, que comenzarán la próxima semana, y a los que seguirán los Juegos Paralímpicos. Y no olvida los escenarios mundiales, las regiones donde aún reina la destrucción de las guerras.
Los atletas sean mensajeros de la paz
Para las competiciones previstas del 26 de julio al 11 de agosto, llegarán a la capital francesa 11.475 atletas de 205 delegaciones (rusos y bielorrusos competirán como neutrales). Se trata de la 33ª edición de la era moderna, la primera sin las severas restricciones provocadas por el Covid-19, la pandemia que obligó a aplazar un año la edición de Tokio en 2020. El orgullo de Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, es el equipo olímpico de refugiados. Para este esperado acontecimiento mundial, el Papa renueva su esperanza:
El deporte tiene también una gran fuerza social, capaz de unir pacíficamente a personas de diferentes culturas. Espero que este acontecimiento pueda ser un signo del mundo inclusivo que queremos construir, y que los atletas, con su testimonio deportivo, sean mensajeros de paz y buenos modelos para los jóvenes. En particular, según la antigua tradición, los Juegos Olímpicos deberían ser una oportunidad para establecer una tregua en las guerras, demostrando un sincero deseo de paz.
Antonella Palermo – Ciudad del Vaticano