Hemos visto cómo trancan vías, cómo detienen a nuestra gente, cómo amenazan con guerras, todo en demostración de que saben que perdieron, expresó María Corina en una concentración en Maturín. Carlos Casanova, abogado y analista político asegura que más detenciones, anulación de tarjeta o de candidato serían actos desesperados. El avión conocido como La Vaca Sagrada.
Siete días distan a los venezolanos de las elecciones presidenciales. En exactamente 168 horas se marcará una decisión inédita en las urnas. Pero, el camino hacia el 28 de julio parece convertirse en una carretera agrietada y a oscuras: solo la convicción de avanzar permitiría que alguien la atraviese.
Hemos visto cómo trancan vías, cómo detienen a nuestra gente, cómo el régimen amenaza con guerras, cómo dicen que habrá apagones, todo eso es la demostración de que ellos saben que perdieron, afirmó Machado en una concentración en el estado Monagas.
Sus declaraciones vienen luego de que la ONG Foro Penal denunciara 102 detenciones arbitrarias a personas relacionadas con el transporte, alimentación, hospedaje o militancia a favor de Edmundo González o de la propia líder opositora.
Sobre esto, el abogado y analista político Carlos Casanova lamenta que la represión podría incrementar a medida que se acerca el día de los comicios. “Es posible que existan más detenciones, anulación de la tarjeta, inhabilitación del candidato, pero serían actos desesperados que van revelando que ellos se sienten finalmente perdidos”, expuso.
Al analizar el “modus operandi” del oficialismo, el especialista afirma que le hace recordar “a los días finales de Pérez Jiménez”, donde la dictadura empezó un proceso de represión contra los dirigentes opositores y por supuesto, posteriormente, el hecho electoral que no les gustó y terminó en más contención.
Esto es una importante diferencia que existe en relación a los tiempos de la democracia: en tiempos de democracia a nadie se le detenía por razones de orden electoral, menos aún por estar apoyando a un candidato. Nunca se detuvo a alguien porque se comió una empanada en casa de alguien, estas circunstancias violan el Estado de derecho”, alertó.
No obstante, el analista expone que estas aprehensiones “son improductivas porque cuando ya hay una decisión mayoritaria de cambio, nada la va a detener por mucho amedrentamiento que puedan provocar” y resaltó que esto solo “crea un sentimiento contrario: convicción del porqué hay que salir a votar.
¿Fuerza o espontaneidad?
En paralelo al amedrentamiento hacia la oposición, el mensaje de María Corina este sábado 20 de julio no deja de estar orientado a la participación activa en las elecciones. “Todos listos, organizados, haciendo lo que nos toca, preparados”, dijo la dirigente durante su acto de campaña en Maturín.
Pese a los cercos impuestos por el Gobierno, la estrategia de Machado ha sido permanecer firme como su emblema “hasta el final”, mostrándose así como la alternativa de cambio junto a Edmundo González. El presidente Maduro, en cambio, se las “ingeniará” en estos últimos siete días de oportunidades para acercarse a los votantes.
El politólogo Ricardo Ríos opina que Maduro buscará mostrar toda su fuerza política y presupuestaria en esta semana crucial. “Vamos a ver intensificación de actividades de calle, teniendo a Caracas como objetivo principal por la simbología del poder y ser la ciudad más grande en términos políticos”, explicó en su cuenta de X.
Veremos intensificación del gasto público: Es 99 % seguro que Maduro decretará un aumento de pensiones y suelte esa plata antes del 28”, manifestó.
Ríos estima que el oficialista continuará aprovechando el empleo de recursos del Estado en promesas de campaña. Esto, en un intento apresurado por “contentar” a una parte importante de sus electores, que son las personas de la tercera edad.
Va a tener un impacto político muy favorable para él, porque va a incidir en la preferencia de votación de un segmento. Obviamente no todo el que lo reciba va automáticamente a apoyarlo, pero si tiene una ventaja ser Presidente y candidato y usar los recursos públicos para la campaña. Eso se traduce en apoyo a su opción, aseguró.
No obstante, Casanova opina que la campaña chavista ha sido “costosa” en términos de traslado de simpatizantes para actos “multitudinarios”, entrega de bonos y acción social previo a la elección. Esto, a diferencia de las movilizaciones voluntarias de los ciudadanos con María Corina Machado.
Las campañas han sido completamente distintas, la oficialista ha sido basada en los funcionarios del Gobierno y el 1X10, mientras que la campaña de Edmundo González y María Corina ha sido en la calle. La diferencia en la cantidad de personas que los siguen paso a paso de forma espontánea es evidente, destacó Casanova.
Por este motivo, el analista aproxima una “medición de fuerzas” el próximo 25 de julio en Caracas, una fecha en la que se cerrará la campaña presidencial y cada bando convocó a movilizaciones en distintas zonas de la capital. “Candidato que no haga acto, es candidato que no está en el corazón de la gente”, reiteró.
Decisión tomada
En más de una ciudad que ha recorrido Machado junto a González le han llegado carteles de ciudadanos que expresan “Nos quitaron tanto que también nos quitaron el miedo”, una frase que enmarca la motivación de los electores a ejercer su derecho al voto pese al riesgo que esto represente.
A juicio de Casanova, “hay una realidad, al ciudadano lo mueve el querer un cambio”. “Esa tendencia está marcada en la sociedad. Nada puede cambiar esa convicción”, sostuvo.
Esta campaña es completamente atípica porque antes de iniciarse, las tendencias ya estaban definitivamente marcadas (y eso) se evidencia en las manifestaciones de respaldo a las candidaturas que mayoritariamente tienen ventaja, como la Edmundo González, afirmó.
En cifras, el candidato de la unidad tiene un 59 % de los votos, de acuerdo con una encuesta publicada por la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), mientras que Nicolás Maduro tiene cerca del 30 % del electorado.
Casanova explica que los chavistas también ven la persecución política y experimentan la necesidad de una calidad de vida, como cualquier otro ciudadano. “El Psuv no es un partido de masas, solo es un cuadrado creado desde el aparato de Gobierno, es lo único con lo que cuentan (…) Una persona que votó por Hugo Chávez hoy no vota por Maduro”, afirmó.
El analista Casanova expuso que, para esta fecha, “las cartas ya están echadas” y “nada de lo que haga el gobierno esta semana cambiará el rumbo electoral”.
Con tanto tiempo en la política uno sabe cuándo va a perder y cuándo no. El gobierno debe saberlo y no debe actuar contra la historia, debe propiciar que la voluntad del venezolano sea escuchada, aun cuando no los acompañe. Hay que proceder con el civismo y abandonar los discursos del baño de sangre, porque aquí lo que viene es un baño de votos. Hay que tener el coraje para aceptar la derrota, así como la humildad para aceptar la victoria, concluyó.
Versión Final