Solo como recordatorio
Nota: Este trabajo fue publicado inicialmente el día 9 de enero del año 2022 y actualizado hoy 20 de julio del 2024. Lo más grave de este análisis, es que la situación es prácticamente la misma de hace 2 años y medio, por ejemplo, el salario mínimo sigue sobre de 3.50 dólares por un día. Los bonos de la opresión siguen siendo utilizados como métodos de tortura y la diaspora continua con un crecimiento constante y sostenido.
El hambre
¿Qué es el hambre? Propongo comenzar leyendo lo que nos dice la Real Academia de la lengua española y la cual expresa dos significados distintos.
1. f. Ganas (deseo) y necesidad de comer. Cuando se refiere a la necesidad individual
2. f. Escasez de alimentos básicos, que causa carestía y miseria generalizada, cuando se refiere a esta necesidad en forma colectiva. Ahora veamos qué nos dice la FAO, Food and Agriculture Organization de las Naciones Unidas como definición de ese vocablo:
3. f El hambre es una sensación física incómoda o dolorosa, causada por un consumo insuficiente de energía alimentaria. Se vuelve crónica cuando la persona no consume una cantidad suficiente de calorías (energía alimentaria) de forma regular para llevar una vida normal, activa y saludable”.
Es el caso que hoy nos ocupa
¿Cuántas proteínas debe ingerir un adulto de peso promedio de 75 kg para que los principios de una sana alimentación se adecuen a la condición humana?. La respuesta la encontramos en la Organización Mundial de la Salud (OMS). En concreto, y según lo establecido desde esa organización, deben consumirse diariamente entre 0,8 gramos y 1.2 gramo de proteína por cada kilogramo de peso para una persona adulta sana, dicho en otras palabras unos 90 gramos de proteínas diariamente.
Ahora veamos, siempre según la Organización Mundial de la Salud, cuántas proteínas debe consumir la población infantil y es aquí cuando la situación se convierte en una especie de oscuro túnel con tantas curvas que es imposible no pensar el futuro poco promitente para esos pobres venezolanos, hijos del 94 % de los habitantes de la tierra de Gallegos, de Rómulo, de Jóvito Villalba y de Luis Herrera. La OMS y el Comité de Nutrición de la Academia Americana de Medicina Food and Nutrition Board recomienda un consumo de 1,6 g/día de proteínas o 20 g/día en los bebés de entre 6 y 12 meses de edad.
Ahora bien, desafortunadamente, y gracias a un puñado de aspirantes a titiriteros, ignorando que ese sitial ya estaba ocupado por el mayor manipulador contemporáneo universal, si ese que se llamó en su perversa vida Fidel Castro Ruz y a un pueblo manso y crédulo, que en el año 1999 se inició esta hecatombe que ha traído como consecuencia la caótica situación alimentaria en la que Venezuela se encuentra y hundiéndose rápidamente en lo que parece que sean las profundas aguas de un desconocido océano y sin tierra firme a la vista.
Entonces veamos la situación donde se encuentra el 80 % de la población venezolana, ya que el restante 20 % es lo que se conoce como la gente de Miraflores y de los bodegones y un pequeño componente de la desaparecida clase media, Ese es el componente social del cual Maduro alardea cuando afirma que en Venezuela se está produciendo un proceso de transformación de la economía venezolana. Sí claro en las Mercedes y en Fuerte Tiuna.
Parte de este 20 % de la población, es un segmento el cual vive alrededor de los centros de poder caraqueños. Algunos de ellos visitan los restaurantes donde se cocinan además de las chuletitas de cordero importadas de Nueva Zelandia, todos los guisos que usted amigo enchufado podrá degustar en los mejores restaurantes del mundo.
Ahora bien, pero ¿por qué me refiero a mi tierra, a mi país, a Venezuela como una nación que languidece por hambre? La respuesta la tenemos en los números. Los italianos tienen un dicho que se adapta a esta situación: Los números no son una opinión. Según el último estudio realizado por la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, (2022) estos números han empeorado en los últimos 2 años. La organización humanitaria británica Oxfam publicó una angustiosa nota de alerta sobre «el virus del hambre», en la que Venezuela figura como uno de los diez principales «puntos críticos» y la cual titula “Hambre en Venezuela: los alarmantes niveles de desnutrición entre los niños venezolanos que se agravan por la pandemia. Incluso antes de la pandemia, más de la mitad de la gente con hambre en América Latina ya estaba viviendo en Venezuela», recordó Oxfam. (BBC Mundo 15 de julio del 2020).
En la presentación de la encuesta Encovi 2020, el investigador y profesor de la UCAB, Luis Pedro España, explicó que el crecimiento de la pobreza ya ha llegado «a lo que podría ser el techo» de 94.5% y dudó de que esta vaya a crecer más. Menos mal, digo yo.
¿Qué características antropológicas tendrá nuestra población dentro de unos 15 años? si hoy nuestros infantes solo consumen el 17 % de las proteínas y valores energéticos con un déficit del 83% de los requerido? (año 2022).
La formación del cerebro y todas las capacidades cognitivas se forman durante los primeros años de vida, por lo tanto el nuevo venezolano tendrá peso y estatura fuera de los valores normales y serán, se calcula que un 20 % más pequeños de estatura, que sus iguales desarrollados en países donde su dieta sea equilibrada y adaptada a sus necesidades.
Pero no solo seremos más pequeños de estatura y más débiles físicamente, y aquí es aún más grave la cosa, intelectualmente tendrán varios niveles por debajo de los jóvenes de sus mismas generaciones. Agreguemos que es muy probable que esta, nuestras futuras generaciones tengan características más adaptadas a países que han vivido largos periodos de sequías, como el caso de las naciones al sur del Sahel. Por lo que probablemente será una población compuesta en buena parte,, no obstante su juventud, con enfermedades típicas de la tercera edad, a saber, hipertensión arterial, diabetes, osteoporosis, enfermedades renales y del corazón y evidentemente reducida capacidad de concentración.
Dicho más simplemente, los hijos de ese, mínimo, 76 % de la población, que está en situación de hambre crónica, serán menos inteligentes, ya que sus cerebros serán más pequeños que lo normal “debido al reducido crecimiento dendrítico, la reducida mielinización y la producción de menos glía, células de apoyo en el cerebro que siguen formándose después del nacimiento y son responsables de producir mielina”.
La población, elemento fundamental en el reconocimiento de los países como naciones soberanas, en Venezuela está desapareciendo por dos vías: por la diáspora y por la hambruna. Si Maduro insistiera, obviamente que con métodos criminales, de permanecer en la oficina de la tesorería de la nación, la diáspora se dispararía exponencialmente y el clima de violencia que se desarrolla podría convertir ese manso país en un torbellino difícil de controlar.
Anfi del Mar el 20 de julio del año 2024 y escrito inicialmente el 9 de enero del año 2022.