Cesar Guillen: De pueblo a ciudadano ¡A cobrar!

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A cobrar, y a coronar con éxito toda esta actuación clara y contundente de esa gran mayoría de venezolanos que demostró en cualquier terreno, desde las calles hasta el más lejano rincón de la geografía, que se ha transformado de simple “pueblo socialista” al de “ciudadano democrático”. El venezolano aprendió la lección de una forma amarga y dolorosa como todo aprendizaje de crecimiento social, por eso ahora ese “ciudadano” ratificó valerosamente que perdió el miedo desde hace rato, y está dispuesto a restearse para rescatar a su país.

El venezolano ratificó su inquebrantable voluntad de vivir en libertad y en democracia, y que está dispuesto a defender este triunfo cívico por el honor de los caídos en esta sangrienta lucha contra el castro-comunismo. Su manifiesta decisión, es una muestra de reivindicar la sangre que los nuevos héroes de la patria, dejaron regada en el asfalto y en las cárceles. El protagonista es el ciudadano de todos los rincones del país, ese que ha enfrentado la amarga realidad y que, de forma espontánea, con sus propios recursos y su decisión, ha dicho “presente” para la decisiva confrontación contra la tiranía.

Identificados están, los analistas políticos tendenciosos, los integrantes de la generación de las viejas estructuras partidistas, y los de la “nueva generación”, todos con el cínico disfraz de ser una “alternativa” cuando todos sabemos que son unos alacranes. En ese lote hay que incluir a líderes sindicales que traicionaron a su clase y los empresarios colaboradores que ratificaron que la crisis era por el bloqueo. Toda esta escoria está obligada a cerrar filas incondicionalmente, para pagar los favores recibidos.

No debemos confundirnos, la nueva forma de hacer política debe tomar como base esta amarga travesía histórica, de todas estas experiencias injustas, dolorosas, pero necesarias para un pueblo que vivió siempre a espaldas de la realidad. Ya basta del pueblo inocente que todo lo veía “chévere”. Debemos asumir nuestra realidad presente con madurez y colaborar en los proyectos que están propuesto. Ya basta del líder político tradicional, toda esa generación fracasó estrepitosamente en el momento histórico más importante. La lección no las dio, esta extraordinaria mujer venezolana de nombre María Corina Machado, digna representante del coraje femenino de nuestra tierra.

No más Socialismos, ni nacionalismos patrióticos, no más la asfixia de los partidos políticos enquistados en todo el tejido social del país. Hay que asumir la economía liberal con el apoyo de un estado moderno, descentralizado, de desarrollo regional productivo, con base a las leyes democráticas. Queremos ver de nuevo a los complejos industriales, llenos de trabajadores, de sus familias disfrutando de las compras en donde se le antojen y no sometido a esa denigrante bolsa de comida socialista.

Desarrollar ideas como la de Industrializar el deporte como masiva fuente de empleos y de desarrollo profesional tal como lo es el fútbol en Europa, y el béisbol y basquetbol en Norteamérica. Queremos ver de nuevo los fines de semana, a las madres con sus muchachos en los campos deportivos organizados, y no perdiendo tiempo en esas pendejadas de charlas socialistas en las comunas y las milicias, germen del fracaso y de la manipulación.

Rescatemos el verdadero sentir del venezolano, ese que ha dado ejemplo de nuestras capacidades en el mundo. Tenemos que recuperar los espacios de la economía, que han sido invadidos por grupos extranjeros radicales y perjudiciales al país, cómplices en la destrucción del país. Endurezcamos nuestro espíritu, exijamos trabajo, eficiencia, disciplina, pulcritud. A los países que nos dieron su apoyo, debemos agradecerles y mostrarles que su solidaridad no fue en vano, y que los tendremos en cuenta.

Una fuerza armada institucional profesional, debe emerger con sentido republicano para rescatar la dignidad y el decoro como nación, para proteger al venezolano honrado y de trabajo, a su cultura y a nuestros verdaderos valores, no con milicianos ni comuneros. Debemos apartarnos ya del bodrio ideológico que fue la revolución del siglo 21, pero por sobre todas las cosas no volver al pasado, pues fue el origen de nuestra tragedia actual.

¡Entonces! no hay más remedio que, “echarle testículos” de una vez por toda, Venezuela tiene un gran material humano en todos los segmentos sociales para lograr estos propósitos, pero que requieren ocupar sus espacios, secuestrados por la política profesional y sus apéndices económicos. Los factores sociales no pueden evadir la responsabilidad que deberán asumir ante el reto que se abre en el país, y que no pueden seguir delegando.  Sino, todo habrá sido en vano.

Hoy queda demostrado, que un ciudadano común, y en especial una mujer realmente venezolana sin resentimientos ni complejos sociales, con coraje, preparación, integridad moral y decisión, pudo motivar y hablar de un camino concreto para conducir los destinos de un país, en su más grave crisis histórica, sin necesidad del atalaje tradicional político-partidista a la que se acostumbró la sociedad venezolana.

Se nos agotó el dinero, pero no el tiempo, ni las ganas…Siempre hay tiempo de reconstruir, de volver a empezar, de rectificar y mejorar…pero hay que comenzar a hacerlo…con nuestros mejores talentos. Citterio.

 

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