El Piloto que volvió a nacer.
El 23 de julio de 1979, mientras cubría la ruta Chichiriviche – Valencia, a causa del mal tiempo, y al presentar falla mecánica el avión Césna 172; una vez reportado a los aeropuertos de Valencia y Puerto Cabello, procedió como una Operación de Emergencia a caer sobre una zona boscosa, ubicada entre Canoabo y Las Trincheras.
El capitán Ospino pudo realizar un exitoso Arborizaje, (caída sobre las copas de los árboles). Sin perder el conocimiento, permaneció cuatro noches y cinco días, pernoctando en la avioneta que quedó a dos metros de altura.
En ese tiempo, no consumió alimentos, tan solo tomaba agua de un riachuelo.
El capitan Ospino a pesar de haber sufrido heridas leves, de día se movilizaba por los alrededores en busca de auxilio.
Pudo llegar a una hacienda conocida como Guaremal, donde incendió neumaticos con gas oil, para producir el humo que facilitara la orientación por parte de los dos helicópteros con personal de salvamento.
Fue trasladado al aeropuerto de Valencia, de allí a una clínica privada, donde pudo recuperarse en pocos días.
Sus compañeros de trabajo se alegraron al tener noticias de su milagrosa aparición, y con buen estado de salud.