Los atletas, entrenadores, dirigentes, médicos, empleados, obreros, padres y representantes vinculados al sector deportivo manifiestan, en sus conversaciones, que, van a estar presentes este 28 de julio participando activamente en la elección presidencial. Cumplirán con su deber con la misma fuerza con la que reclamamos el respeto a nuestros derechos. El voto es un derecho constitucional que nos permite en este momento la búsqueda de una alternativa para la reconstrucción moral, cívica, cultural, económica y social del país.
Una de las más importantes características de los veinticinco años del gobierno «Revolucionario del Siglo XXI» es, sin lugar a dudas, el elevado nivel de corrupción. Esa grave desviación de la ética pública tuvo su origen en el inmenso desorden administrativo que se impuso en dicho gobierno por expresa voluntad del presidente de la República y líder fundamental de la mal llamada Revolución bolivariana.
Desde su propio inicio, se observó que existía un marcado interés en destruir todos los elementos de control que exigen obligatoriamente las Finanzas Públicas, para de esa manera lograr comprometer a los funcionarios públicos, por encima de la lealtad normal que debe existir con un gobierno, y al mismo tiempo permitir que los dineros públicos se manejaran, sin ningún control, para poder ser utilizados con absoluta libertad por el régimen en sus objetivos políticos.
En el sector deportivo quienes han pasado por los cargos administrativos: Ministerio del Deporte, presidencia del Instituto Nacional de Deporte y el Comité Olímpico Venezolano han implantado y desarrollado una política que bien podemos caracterizarla como «El saqueo de los recursos presupuestarios». Diferentes encargados de los puestos burocráticos han permitido en sus gestiones que los dineros del deporte hayan sido malversados o apropiados indebidamente a favor de una minoría corrupta.
Cientos de denuncias han salido a la luz pública sin que los organismos contralores o judiciales hayan hecho nada al respecto. Se limitan a ver hacia otro lado para que así pueda continuar el «Festín de Baltazar». Poe ejemplo, se pueden citar, entre otros, los casos de cuantiosas entregas de divisas a la dictadura de los hermanos Castro en Cuba a través de contrataciones fraudulentas de «entrenadores» o de los Juegos del Alba, las construcciones de instalaciones deportivas sobre preciadas y sin terminar, la Copa América de Futbol, la eliminación de los procesos de licitación, la tramitación fraudulenta de divisas en Cadivi, la militarización de los Juegos Universitarios, la condena a muerte de los entrenadores al eliminarles los seguros HCM, los maletinazos al estilo Antonini Wilson para comprar el apoyo de los atletas, la violación de los contratos colectivos de los trabajadores, la no homologación de salarios, pensiones y jubilaciones, la no entrega de los recursos a las Cajas de Ahorro, la violación a las autonomía de las federaciones y la suspensión de los Juegos Nacionales.
El deporte merece dejar de ser un antro de corrupción. No solo lo merece, lo demanda. Solo con el cambio del régimen autocrático, corrupto y totalitario se podrá lograr un cambio para el país. Por ello, nos incorporamos activamente como voceros de la Unidad a las tareas necesarias para la búsqueda del voto y la consolidación de la maquinaria electoral. El apoyo que hoy expresamos lo hacemos en función de que el país reclama un cambio político que de respuestas a las exigencias por las cuales hemos venido luchando.
En tal sentido queremos expresar que, la candidatura de Edmundo González Urrutia es el medio para alcanzar una transición que abra las puertas a un gobierno democrático que permita alcanzar «Un deporte mejor en una sociedad mejor».
Ponerle un parao a la vertiginosa caída del deporte requiere un cambio de gobierno, planes y programas para restituir integralmente los Juegos Nacionales, un programa de Asistencia Social para los atletas y entrenadores, acabar el flagelo de la corrupción, fortalecer la autonomía del sector deportivo federado, recuperar nuestras instalaciones deportivas, una ley de deporte que limite la dualidad de cargos en las organizaciones, que elimine la reelección indefinida, que prohíba la elección de funcionarios públicos de libre nombramiento y remoción en la dirigencia deportiva, un acuerdo con el sector universitario para la formación de entrenadores, el manejo transparente del Fondo Nacional del Deporte, la descentralización del programa Deporte para Todos y un presupuesto acorde con las necesidades del sector.
Licenciado en Educación, profesor en la UPEL – X: @jesuselorza