Una disminución de al menos un 7 % en la superficie de maíz con respecto al año pasado, registra el sector primario venezolano para este ciclo invierno 2024, época en la que, además, rechazan las importaciones «desmedidas» que van en detrimento de la producción nacional.
«Hay importaciones que son necesarias para cubrir el déficit, pero vemos todavía que hay barcos de maíz amarillo, blanco, inclusive de azúcar y nos preocupa que nos llenen los silos y que no les apetezca a los industriales comprar la cosecha en el momento ideal», comentó Celso Fantinel, presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro).
La cosecha de maíz podría arrancar en el estado Barinas a inicios del mes de septiembre y, en los días sucesivos, en Portuguesa y el oriente del país, en una superficie total de 305.000 hectáreas, 42 mil menos con respecto al 2023.
«Nuestra preocupación radica en la compra del maíz. No vamos a sobrevivir si nos ofrecen comprar el maíz para enero (…) los arroceros igual; estamos preocupados con el precio del cereal. Un arroz importado cuesta más de 540 dólares la tonelada y aquí quieren pagar en promedio a $420 cuando se había ofrecido a $450», dijo.
Requerimiento
Un promedio de 371.000 barriles de gasoil, es el requerimiento para el arranque del ciclo norte-verano 2024-2025 y la cosecha de invierno de este año, calculada en una superficie de 182.000 hectáreas entre maíz y arroz, solo en Portuguesa.
«El maíz y el arroz hay que secarlo. No solo el campo necesita el gasoil, sino también las baterías de silos y el transporte del campo a la industria”, señaló Fantinel.
Portuguesa requiere de más de 6 millones de litros de gasoil, para una superficie de más de 180 mil hectáreas entre maíz y arroz, a un promedio de consumo de 35 litros por ha, según cálculos de Fedeagro.
Mireya Mireya Moya – Minuta Agropecuaria.