La relegitimación de Maduro no era una opción. Su plan era ganar las elecciones sin importar cómo, con el apoyo de parte del sector privado pretendía lograr el levantamiento de las sanciones como vía para intentar regularizar la situación económica.
En este plan la gente no existía, el deterioro de las condiciones de vida, la destrucción del mercado de trabajo como detonante de una diáspora que expulsó a miles de venezolanos en edad económicamente activa. Obligados a salir a buscar trabajo donde sea y como sea. De las 12.000 empresas que existían en Venezuela antes del chavismo solo quedan en pie 2.000.
*El fraccionamiento de las familias, el abandono de los abuelos que veían partir a sus hijos en forma desesperada a buscar salidas ante la miseria que acogotaba a sus familias, estos tópicos fundamentales para cualquier gobernante no existían en las elucubraciones de Maduro para llegar al poder. La crisis de la educación paralizaría a cualquier país normal, en Venezuela esta grave situación no era reconocida. Los datos son simplemente espeluznantes: “Abandono y desvalorización de la inversión gubernamental en Educación como parte de su política educativa. Virtual paralización de la Escuela Básica (27.000 escuelas públicas).
*Docentes en situación de pobreza. Huelga permanente, ausencia de formación adecuada.
*Caída del desarrollo físico y cognitivo de una nueva generación.
*Desaparición del programa “PAE”, Programa Alimentario Escolar a nivel nacional. Carencia de apoyo nutricional.
*Carencia de recursos para el aprendizaje (textos, material didáctico).
*Debilitamiento de capacidad protectora de la familia.
*Incremento de la violencia en la escuela.
Estos problemas que condenaban a las familias venezolanas no figuraban en los cálculos del plan de Maduro. La gente no existía en sus planes, tampoco el dolor de las familias ante su desgarramiento y ruptura. A veces hay que dar cifras: la Diáspora representa el 20% de la población del país. Las familias venezolanas quedaron heridas, la separación, la ausencia fue el resultado de los profundos errores del socialismo del siglo XXI que intentó cambiar la familia tradicional venezolana por núcleos socialistas, consejos comunales, jefes de cuadra, todas entidades cargadas de un profundo carácter represivo contra la gente y sus costumbres tradicionales. Esta indolencia antihumanística de los planes socialistas alimentaron el malestar creciente de la población engañada por las ofertas populistas, los arrancó de su tristeza para convertirlos en movilizadores, unificadores, elevando la disposición a votar, capitaneados por una líder cuya energía interna era el dolor de los demás a pesar de los presagios de trampas.
Es menester reconocer que el plan de Maduro era lógico técnicamente, ganar las elecciones, relegitimarse con el apoyo de un amplio sector empresarial, la única falla de este macabro plan era la inexistencia de la gente, su situación, la destrucción de las familias, el malestar derivado del abandono de las escuelas y de todo el sistema educativo, la destrucción del sistema de salud, los miles de médicos jóvenes egresados de nuestras universidades buscando desesperadamente algún país que les permita ejercer su profesión. El saldo fue fatal para el país, hospitales sin médicos, atendidos por una parodia de médico integral graduado más como promotor político que como responsable de la salud de la población.
92.000 médicos y científicos emigraron de Venezuela
En realidad, el plan de Maduro falló porque estaba vaciado de contenido humano, ¿a quién beneficiaria si lograba eliminar las sanciones? ¿Mejoraría la calidad de vida de la población, habría más alimentos en las mesas de la familia? ¿La posibilidad de la reincorporación de la diáspora se convertiría en realidad? O, sería lo contrario, ¿seguiríamos transitando el camino de la represión, el cercenamiento de la libertad, las amenazas a los medios de comunicación y pare de contar? Lo que sí podemos tener por cierto es que surgiría una nueva clase de potentados poseliminación de las sanciones, seguramente capitaneados por Nicolasito, cuya visión humanística parece ser del mismo ancho que la del padre, “Hazte rico y ya”
¿Acaso a la gente no le importó ver desparecer sus periódicos, sus programas de radio, las telenovelas de Radio Caracas Televisión? Fue inadvertida por la gente la represión sin tregua ejercida por Conatel contra los medios de comunicación. En un plazo de 20 años se destruyeron 408 medios de comunicación cerrados en Venezuela como resultado de un largo proceso de clausura de espacios de información y libre ejercicio del periodismo en el país petrolero, los mayores afectados han sido las emisoras de radio, en las dos últimas décadas dejaron de operar 285 emisoras de radio a nivel nacional, lo que implica un porcentaje de 71% de los medios clausurados.
Primero, intentó dividir a la oposición financiando algunos seudo candidatos supuestamente de oposición y seleccionando a otros para permitirles competir. En los días precedentes Maduro cometió irreparables errores de cálculo: el primero, al no considerar que la situación de pobreza, abandono y fractura de la familia venezolana no se reflejaría en las elecciones primarias de oposición y que iban por tanto a ser un fracaso. La respuesta del pueblo en los sectores populares fue contundente, votaron y escogieron a una líder que los representaría en adelante. El efecto primaria se reprodujo extensa y profundamente en la actitud de la gente, “podemos votar para cambiar”.
El segundo error político fue adelantar 6 meses las elecciones presidenciales, negando la posibilidad de que la oposición pudiera organizarse para tal evento. En realidad, sucedió lo contrario, las elecciones presidenciales se colocaron bajo el influjo vivo de las primarias. Operó una concatenación de hechos que permitió a la gente avanzar masivamente hacia una definición de cambio inexistente hasta ese momento. María Corina Machado tuvo más de 90% de los votos, convirtiéndola en la representación de todos los venezolanos que querían una vida distinta para sus hijos, los que aspiraban que los padres de sus hijos en la diáspora pudieran regresar. Machado obtuvo la legitimidad política y democrática se convirtió representante de la oposición e hizo que los partidos de oposición se alinearan, entendieran que su apoyo era fundamental para seguir adelante.
Maduro. El hombre que baila en las tarimas para conseguir votos no creyó que Machado se iba a transformar en la líder que está teniendo un apoyo inmenso. La inhabilitación de María Corina en lugar de ahuyentar el apoyo popular reafirmo su liderazgo. Al final con su respaldo hoy tenemos un candidato respetable, alguien en quien confiar, impecable siempre en una perspectiva conciliadora. Sabe que lo pueblos que mantienen conflictos internos de forma permanente van al fracaso y su principal víctima es .la gente. Edmundo González Urrutia, hoy lleva 20 puntos de ventaja. Una di diferencia irrebanable como dicen los expertos.
El último evento remarcable de la caída de los planes de Maduro es la derivada de contundencia de la falta de apoyo popular a su liderazgo. Visto el fervor y calidad de la comunicación de la gente ante la propuesta de María Corina y Edmundo, el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino, se ve obligado a declarar: “El que gane a montarse encima y el que pierda que se vaya a descansar”. Una declaración-anuncio de la ruptura del compromiso de impedir al cambio a como dé lugar. que confirma su intención -y también un anuncio de la liberación institucional de la FANB que solo deben obedecer la Constitución. Un llamado a apartarse de la práctica de lis gobiernos de Chávez y Maduro: “Vamos a aprovechar que controlamos todos los poderes, el Congreso, el Consejo Nacional Electoral, la Corte Suprema, todo el sistema judicial, Pdvsa y, por supuesto, los militares, para negociar una transición», pasar a un nuevo capítulo y tratar de negociar con los americanos las sanciones y juicios pendientes. Este escenario está virtualmente derrotado porque los planes de Maduro definitivamente fracasaron. Lo derrotó María Corina con la gente, el gran olvido de Maduro.