De verdad que cuesta creer que una nación como la nuestra, estén ocurriendo tantas situaciones que ameritan una profunda reflexión de todos los que hacemos vida en ella. Igualmente, la reflexión se extiende con mayor fuerza a quienes nos han “intentado” gobernar durante muchos años. Y digo que una nación como Venezuela, porque sabemos las condiciones de riqueza que hemos tenido desde hace décadas. Mire usted, estimadísimo(os) lector(as), somos una de las primeras potencias en recursos, tales como petróleo (innegable), minas de oro invalorables, poseemos reservas de gas incalculables, hierro, uranio, bauxita, carbón en miles de toneladas métricas, entre otras riquezas naturales. Además, las reservas internacionales no bajaban de dos dígitos en billones de dólares. Es decir, que nuestra Patria, en cuanto a recursos económicos se refiere, es una de las naciones más ricas de Sur y Centro América. Y obviamente de muchas naciones del llamado Tercer Mundo.
Ahora, según lo anterior, ¿cómo se explica que los habitantes de un país como el que hemos descrito tengan tantos conflictos sociales, económicos y políticos? ¿Por qué existen tantos ranchos en la mayoría de las carreteras y autopistas a lo largo y ancho de nuestra región? Y no me vengan con el cuento de que otras naciones están en peores condiciones. Eso no es problema nuestro. Primero debemos centrar la atención en nuestra casa. En nuestra Venezuela. Claro, que eso no implica que no debemos ser solidarios. Pero, ojo, la prioridad somos los venezolanos. ¿Alguien se ha puesto a pensar el por qué se produjeron invasiones en todo el territorio nacional y siguen construyendo los llamados ranchos? De igual modo, ¿por qué Venezuela tiene el índice inflacionario más alto del mundo? ¿Por qué si las “sanciones” a personeros de la cúpula chavista, nuestra economía está por el suelo? ¿Dónde están los supuestos más de 23 millones de dólares que se “robó” Tarek El Aisami? ¿Por qué, por ejemplo, los maestros venezolanos no son los mejores remunerados del país? Se supone que ellos son los que forman al futuro de Venezuela.
En función de lo antes expuesto, me sigo preguntando, ¿Por qué en las elecciones de este 28-J no dan como el verdadero ganador a Edmundo González el cual arrasó en todos los centros de votación? ¿Por qué no dejan que otros intenten recomponer nuestra nación venezolana? ¿O es que creen que a “punta de bonos” habrá progreso? Yo fui testigo presencial de algunos centros de votación en Táchira y todos los resultados fueron a favor de Edmundo. Allí están las pruebas. Es decir, que toda la sociedad, sin distingo de clero, condición social, política, voto por este señor el cual, una vez lo ofendieron llamándolo “viejo decrépito”. No respetan. ¿Cómo se explica que tres miembros nacionales de la oposición acreditados por el CNE (Delsa, Roche y Caldera) como testigos no les permitan el paso a ese ente gubernamental? Ya muchos alumnos míos (vía RRSS) me han manifestado que se van del país. ¿Cómo se explica que el sr Amoroso diga que “hubo un acto terrorista” contra las máquinas de totalización de datos; que ni siquiera el general Vladimir, ni el ministro del Interior, ni el mismísimo fiscal general lo hayan mencionado previamente? Muchos aseguran que fue un artificio para cantar el “triunfo de Maduro”,
Y para cerrar con “broche de oro”, los resultados lo emite el sr Amoroso pasadas las 12 de la noche. Es decir, “entre gallgos de media noche”. Cierran sus puertas y apagan las luces. Se acabó la función. “Es el estilo de los regímenes totalitarios”, dicen algunos. Y desde este rincón de mi mente lúcida y crítica constructiva, les digo que así NO es. Hay que tener las Borlas bien puestas para cantar victoria desde la lona de un ring. La pregunta: ¿Venezuela seguirá vapuleada o hacemos como el Ave Fénix?